«Es lo más inhumano que he pasado en mi vida». Con estas palabras el mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán protestó por el juicio al que fue sometido en Estados Unidos y por el cual fue condenado a cadena perpetua y 30 años adicionales, como líder de un cartel que envió toneladas de drogas a ese país.
Guzmán aprovechó su alegato final ante el juez federal Brian Cogan para agradecer a su esposa y a su familia por el «apoyo incondicional» que le brindaron.
«A todas las personas que oraron por mí, esas oraciones me dieron fortaleza para pasar esta tortura que estoy pasando a lo largo de 30 meses», agregó.
«El Chapo» fue procesado por una corte de Nueva York, donde en febrero pasado fue declarado culpable de los 10 cargos que enfrentaba en su juicio, considerado el mayor de la historia de EEUU por narcotráfico.
«Cuando fui extraditado a EEUU esperaba un juicio justo (…) lo que pasó fue lo opuesto», afirmó.
Alegó que en este proceso su fama había sido un factor determinante y aseguró que los jurados tuvieron acceso a artículos en los cuales «fui expuesto a acusaciones en mi contra que no eran ciertas».
«¿Por qué fuimos a juicio?, ¿por qué no sentenciarme desde el primer día? Ya que el gobierno de EEUU va a enviarme a una prisión donde jamás van a escuchar mi nombre, tomé esta oportunidad para decir: ‘Aquí no hubo justicia'», apuntó.
«Mi caso quedó manchado y si usted me negó un juicio justo a mí… entonces, se le puede negar a cualquiera en otros casos donde nadie esté mirando. Deja claro que Estados Unidos no es mejor que cualquier país corrupto al que ustedes no respetan«, señaló Guzmán en la parte final de su alegato.
La fiscal federal Gina Parlovecchio habló inmediatamente después de Guzmán y dijo en respuesta: «Este acusado no tiene respeto por la dignidad humana», insistiendo en que asesinó y «envenenó» a otras personas con sus drogas.
Durante la audiencia, el juez Brian Cogan consideró que los crímenes de «El Chapo» fueron de una «maldad inmensa».
(BBC)