lunes, 21 / 04 / 2025
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Caracas se pone a correr este domingo 11 de diciembre: Son 42K (+Alberto Phillips)

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En la más reciente edición de su programa Cara a Cara, el periodista Clodovaldo Hernández conversó con Alberto Phillips, director técnico de la Federación Venezolana de Atletismo, quien ofreció detalles acerca de las novedades que traerá el Maratón Caracas 42, a celebrarse el próximo 11 de diciembre, y describió el estado del atletismo en Venezuela.

La carrera, que este año arriba a su quinta edición, dispondrá de una ruta que, si bien se mantendrá sobre las principales calles y avenidas de la capital, implica un trazado nuevo de tipo continuo, con el que se pretende controlar el efecto de los desniveles orográficos de la ciudad sobre las marcas alcanzadas por los atletas.

Phillips puntualizó que hasta 2021, el maratón se corría en un circuito de 21 kilómetros, que ofrecía tanto la opción de media maratón –una vuelta– o la ejecución de la prueba completa en dos vueltas.

A este respecto indicó que la nueva ruta inicia en el Parque Los Caobos, sigue hasta los monolitos del Paseo Los Próceres –donde existe la posibilidad de concluir 21 kilómetros–, continuando hacia el Parque Miranda, donde se fijó el punto de llegada.

En relación con la segunda innovación, el dirigente deportivo relató que en 2021, la pandemia obligó a correr la fecha de la carrera hasta el mes de diciembre, un cambio que fue recibido positivamente por los corredores, en razón de la benignidad del clima caraqueño en esta época del año.

A lo anterior sumó un cambio de horario, pero motivado al interés de las televisoras en cubrir desde el terreno las incidencias de la maratón caraqueña.

«Antes salíamos a las 6:00 am, ahora salimos a las 7:00 am con el fin de darle cabida a la televisión. La idea es que la televisión que está interesada en transmitir, en hacer seguimiento, tenga la posibilidad de tener el maratón desde su salida hasta sus diferentes llegadas», explicó.

No obstante reconoció que el cambio de horario podría afectar a los corredores que no pertenecen al grupo de practicantes élite, pues su tiempo de ejercicio se puede extender incluso durante cuatro horas, en el caso de quienes deciden correr 42 kilómetros.

Para hacer frente a este desafío, Phillips apuntó que habrá puntos de hidratación a lo largo de la ruta cada 2,5 kilómetros y una vez transcurridas tres horas del inicio de la competencia, cuando ya la hidratación comienza a escasear, estarán disponibles bebidas isotónicas, que además de compensar el déficit de agua, contienen otros nutrientes.

Fiesta del asfalto por y para caraqueños

Alberto Phillips refirió que es una tendencia global que las grandes ciudades, especialmente las capitales, alojen carreras de fondo, pues son marcas distintivas de esas urbes y Caracas no puede ser la excepción.

Según especificó, esto es el resultado de una combinación entre el factor de desarrollo deportivo de las sociedades y las políticas públicas orientadas a garantizar la participación ciudadana en actividades deportivas, al tiempo que se genera un turismo deportivo «que permite acompañar las gestiones del Estado y de los privados».

Y si bien reconoció que el éxito de un maratón también está amarrado a los patrocinios, en su opinión lo más determinante es que la gente común y corriente se identifique con la actividad.

«Cuando la gente se identifica, está dispuesta a acompañar los procesos y entonces es al revés: la gente nos va guiando, va alimentando y es lo que se llama, en forma sencilla, empoderar», abundó.

Esto es lo que persiguen los organizadores del Maratón de Caracas: que además de atribuírselo a la ciudad, los vecinos de las avenidas por las que transiten los corredores, hagan suya la carrera.

¿Qué hace falta para que Venezuela tenga fondistas de élite?

Phillips, que fue atleta de alta competencia, afirmó categóricamente que para que el país cuente con fondistas de élite, se requiere una inversión cuyos frutos no podrán cosecharse de inmediato, por lo que sería inapropiado pensar que el apoyo solo debe producirse cuando se registren marcas notables.

En ese orden detalló que la Federación Venezolana de Atletismo ha identificado «atletas con el nivel, con las condiciones, con las características de entrada para ser grandes corredores», pero que no disponen de las facilidades que permitieron que otros corredores de fondo alcanzaran marcas relevantes e incluso, medallas en Juegos Panamericanos.

«Para lograr eso, se necesita abordarlo como un sistema. ¿Por qué? Porque los fondistas no pueden estar corriendo todas las carreras de calle que aparecen para poder mantener a la familia. Ese es un trabajo, se tiene que ver como un trabajo. Y como tal, tiene que tener las condiciones. Si a un atleta se le garantizan condiciones de vida, por supuesto que el atleta va a rendir mejor, porque va a estar enfocado y concentrado». argumentó.

No obstante, en su opinión, esto no basta, porque además de los programas orientados al desarrollo de competidores desde las categorías menores, impera diseñar «un sistema de competencias robusto pero constructivo», en el que los atletas «puedan competir en diferentes etapas», es decir, entrenarse progresivamente para las exigentes pruebas de larga distancia, conforme con su edad e incluso, con la época del año.

«Ese proceso organizado, estructurado, pero con acompañamiento, tanto del Estado como del sector privado, impulsa, porque no es algo nuevo que estamos diciendo, es algo que está probado, porque los mejores resultados que se han obtenido en el fondo en Venezuela, han sido así. Entonces, eso debe ser rescatado», alegó.

Atletismo profesional y competitividad

El entrenador manifestó que tanto en Venezuela como en América Latina hay «todas las posibilidades» de avanzar hacia la profesionalización del atletismo, con el establecimiento de ligas competitivas como la Liga Diamante de Europa, que además de foguear a los atletas con sus pares de alto nivel, son escenarios para la caza de talentos.

Phillips recordó que en el país funcionó entre 2002 y 2006 la Liga Caribeña, donde «no solamente competían los mejores de Venezuela, sino que los mejores 400 atletas de Venezuela estaban aspirando a integrar los equipos de La Liga Caribeña», que una vez conformados, permitían la importación de atletas para aumentar la competitividad.

«Eso potenció el desarrollo de la carrera de pista. Ahí había una inversión del Estado desarrollada como política pública: desarrollar la alta competencia, pero también la inversión privada, porque tiene que tener el concepto de negocio», señaló.

A su parecer, «todas esas ligas –profesionales– son exitosas porque tienen concepto de negocio donde se genera dinero y ese dinero aporta para que los atletas tengan las mejores condiciones, tengan las mejores premiaciones», sin que ello esté sujeto necesariamente a la obtención de campeonatos.

«El solo hecho de tener garantizado el boleto, el alojamiento, la alimentación, así yo quede de octavo en una final, estoy inserto en un sistema que me va a impulsar», justificó.

En su día, la Liga Caribeña logró formar a «la última camada» de practicantes de todas las disciplinas del atletismo que alcanzaron rendimientos y marcas de alto nivel, tras haber recibido respaldo para desarrollar su carrera sin interferencias ni preocupaciones desde las categorías menores.

«Tenemos atletas que están en ese empuje, que están latentes», sostuvo. Por ello abogó que deben crearse condiciones para que puedan ocuparse de «entrenar con la mejor conciencia, con las mejores condiciones» y entonces trabajar para la consecución de algún récord.

Centralismo deportivo y atletismo

El federativo estimó que el modelo de concentración de atletas en la capital, al que recurre prácticamente la totalidad de las selecciones nacionales del país, ha sido particularmente pernicioso para el atletismo, pues el Distrito Capital, que teóricamente debería fungir como punta de lanza para las distintas disciplinas, no dispone de instalaciones adecuadas para entrenar o competir.

Phillips recordó que en Caracas solo existen dos pistas: la del Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela, cuyo acceso es limitado y la del Estado Brígido Iriarte, inutilizable desde hace casi 12 años, que, para más, tampoco son ideales para las actividades atléticas, pues en el centro tienen un campo de fútbol, que impide la realización de pruebas de campo.

En su criterio, esto último es «un error estratégico que se ha cometido sistemáticamente y sigue ocurriendo», derivado de la creencia que el desarrollo del atletismo horada el desarrollo del fútbol.

«¿Por qué? Porque el atletismo se va a desarrollar y las competencias de atletismo incluyen las pruebas de pista y las de campo. No existe esa posibilidad de que uno tenga una competencia de atletismo, la pista se haga allí y el campo haya que lanzarlo para quién sabe dónde», cuestionó.

Detección de talentos en Venezuela: una deuda pendiente

Para finalizar, Alberto Phillips avanzó comentarios sobre las iniciativas –pasadas y presentes– implementadas para detectar talentos deportivos, si bien destacó que la falta de acompañamiento y apoyo ha complotado y sigue complotando contra este proceso, fundamental en la preparación de prácticamente todo deportista élite.

«Por ejemplo, en el año 2008 hicimos un proyecto que se llamaba Desarrollo de las Zonas Críticas para la Velocidad en Venezuela. Identificamos cinco zonas donde aparecían los mejores talentos para las carreras de velocidad. Ese proyecto murió porque la materialización no se pudo dar», comentó.

A esto siguieron las Unidades Educativas de Talento Deportivo. De acuerdo con el plan desarrollado entre los años 2004 y 2005, cada estado debería contar con al menos un centro especializado destinado a acoger a talentos de «deportes estratégicos», incluyendo el atletismo.

«Eso requería, además de la educación, que tenía que ser de calidad y adaptada a las características del atleta de alta competencia, tener las condiciones de alojamiento y alimentación apropiadas para que eso pudiera prosperar. Eso arrancó y se quedó a mitad de camino, porque algunos podían y otros no», relató.

Empero, el colapso de estas iniciativas no le paró los pies a Phillips y a otros interesados, que ahora se enfocan en potenciar esquemas clásicos de competencias, donde salen a la luz potenciales dotados para la práctica de alto nivel.

A pesar de que no todos los gobiernos regionales están comprometidos en el acompañamiento de esta estrategia, algunas entidades como Carabobo, Lara o Yaracuy han tomado cartas en el asunto, y aún con limitaciones, disponen de ciertos recursos que facilitan la práctica deportiva competitiva.

«El estado Carabobo tiene una de las mejores organizaciones deportivas para el seguimiento y control del deporte en todas sus aristas y afinidades, que ha sobrevivido a los esquemas políticos, a las deficiencias económicas, a todo. Carabobo siempre es un enemigo a vencer en todas las competencias de todos los deportes», ilustró.

Entretanto, en el estado Lara –al que llamó «el corredor deportivo de Venezuela»–, existen instalaciones deportivas «de calidad» y localizadas en vías de fácil acceso, mientras que en Yaracuy, las autoridades impulsan competiciones escolares, con base en los parámetros de la World Athletic, la máxima instancia del atletismo en el mundo.

«En un lugar donde se desarrolla el atletismo, todos los demás deportes se desarrollan. (…) Son herramientas que estamos utilizando, pero estamos convencidos de que para poder lograr ese desarrollo de las zonas críticas, debe ser por un sistema de competencias, para que puedan aparecer los muchachos.

(LaIguana.TV)

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