La persona más anciana del mundo, la monja francesa Lucile Randon, falleció a los 118 años, informó la agencia AFP.
«Es una gran tristeza, pero era su deseo reunirse con su querido hermano. Para ella, es una liberación», declaró a la agencia David Tavella, portavoz de la residencia de ancianos St Catherine-Labour de Toulon, en el sudeste de Francia, donde vivía Randon.
Según Tavella, murió durmiendo. También se informa que venció al coronavirus poco antes de cumplir 117 años.
Lucile Randon nació el 11 de febrero de 1904. De joven fue institutriz y trabajó en un hospital antes de hacerse monja y tomar el nombre de Hermana André. Por su cumpleaños en 2019 recibió una carta personal del papa Francisco y un rosario consagrado.
Reconocida desde hace tiempo como la persona más anciana de Europa, se convirtió en la más longeva del mundo tras la muerte de la japonesa Kane Tanaka a los 119 años el año pasado. Guinness World Records reconoció oficialmente su estatus en abril de 2022.
(Sputnik)
