“¿Ya vieron por qué de pronto aparecieron ovnis? Pues para hacer posible que un hecho ocurrido a inicios de febrero, un gigantesco desastre ambiental, solo se conociera a mediados de mes. Es inmoral, simplemente inmoral”, expresó Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea.
El filósofo y comunicador político dijo que los últimos días se han caracterizado por el intento de Estados Unidos y sus grandes corporaciones mediáticas por negar la implicación de Washington en el atentado contra el gasoducto ruso Nord Stream y también por ocultar la catástrofe ambiental y humana derivada del descarrilamiento y estallido de un ferrocarril cargado de productos químicos letales en Ohio.
Estas operaciones de ocultamiento y silencio mediático se han ejecutado mediante la difusión de noticias sobre la detección y derribo de un globo aerostático chino y respecto al avistamiento y ataque a objetos voladores no identificados.
“Esto ya es Star War porque en Estados Unidos empiezan a hablar de ovnis y globos chinos. Nos despertamos y no se menciona la voladura del gasoducto ni el descarrilamiento del tren en Ohio, sino globos y ovnis -expresó-. Como en las películas apocalípticas, los militares gringos comienzan a bombardear a los invasores. Son trapos rojos destinados a cubrir hechos muy graves que están ocurriendo”, dijo.
Los acontecimientos
La aparición de un globo chino –calificado inmediatamente como «espía»– en los cielos estadounidenses hace un par de semanas, agrió todavía más las ya complicadas relaciones entre Washington y Beijing, y permitió el desarrollo de una trama propia de una película de espías de la Guerra Fría.
El incidente, al que siguieron numerosas declaraciones cruzadas cargadas de advertencias y amenazas directas, no ha sido, sin embargo, único. En los últimos días, las autoridades de los Estados Unidos y Canadá han informado del avistamiento de al menos tres «objetos voladores no identificados», cuya propiedad no ha reclamado ningún país o compañía.
“Será ET”, bromeó Pérez Pirela, recordando la clásica película protagonizada por un ser de otro mundo.
Estos eventos han recibido una amplísima cobertura mediática, que contrasta con el silencio casi consensuado en relación con otros sucesos que, aún desde el más elemental sentido común, tendrían que haber suscitado interés por parte de los grandes medios.
Nos referimos al artículo del legendario periodista Seymour Hersh, en el que se responsabiliza a Estados Unidos por la voladura de los gasoductos Nord Stream y también al descarrilamiento de un tren cargado de desechos tóxicos en Ohio, que ha vaciado a la atmósfera, los suelos y los cursos de agua toneladas de sustancias con potenciales efectos mortales para los seres humanos, la flora y la fauna.
En la misma línea, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aprovechó la narrativa sobre «los globos chinos» y la cooperación sinorrusa para justificar el incremento del presupuesto militar en sus Estados miembros, duplicar las tropas en el Este de Europa y acelerar el envío de armas a Ucrania.
“Mientras los tontos y las tontas miran al cielo esperando que los gringos bombardeen los ovnis que nos amenazan, al estilo de Armageddon”, añadió el moderador.
El argumento que se pretextó en esta ocasión para esta avanzada es una supuestamente confirmada ofensiva rusa de primavera, aunque en paralelo, la prensa hegemónica ha informado de avances rusos en el Donbás.
Globos y ovnis para tapar el Chernóbil de EEUU
El Iguanazo, caricatura del artista plástico Iván Lira, presenta a los famosos tres monitos (mudo, ciego y sordo) que se tapan, respectivamente, la boca, los ojos y las orejas, pero en este caso no con sus manos, sino con nubes. La leyenda dice: “La nube tóxica y el periodismo occidental”.
A finales de la semana previa, cuando se creía que el relato sobre los «globos espía» chinos ya había cumplido su función, se comunicaron nuevos avistamientos de objetos voladores no identificados –ovnis– en los cielos de América del Norte.
LaIguana.TV lo reseñó con este título: “¿Un OVNI? Derriban un objeto volador no identificado al noroeste de Canadá”.
En el texto de la nota se informa que un objeto no identificado fue derribado sobre el territorio de Yukón, en el noroeste de Canadá, informó el pasado sábado el primer ministro del país, Justin Trudeau.
«Ordené derribar un objeto no identificado que violó el espacio aéreo canadiense. El comando del NORAD [Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial, por sus siglas en inglés] derribó el objeto sobre Yukón», escribió Trudeau en su cuenta de Twitter.
El premier precisó que la maniobra implicó el despliegue de aviones canadienses y estadounidenses en la zona, pero fue un caza F-22 de Estados Unidos el que finalmente lo abatió.
En concordancia con lo que hiciera el Pentágono la semana previa para deshacerse del globo de investigación chino, el gobernante indicó que «las fuerzas canadienses recuperarán y analizarán los restos del objeto» y puntualizó que se comunicó telefónicamente con su homólogo estadounidense, Joe Biden, a efectos de discutir este nuevo incidente.
En la misma jornada, autoridades uruguayas comunicaron que investigarían el origen de unas «extrañas luces» en el cielo, tras recibir denuncias en las redes sociales sobre avistamientos de ovnis el día anterior en el departamento de Paysandú, al occidente del país.
«Ante las denuncias recibidas sobre el avistamiento de luces intermitentes en el cielo, se ha dispuesto la intervención de la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados (CRIDOVNI)», anunció la Fuerza Aérea de Uruguay.
Con ese clima enrarecido, el Departamento de Defensa de Estados Unidos informó el cierre del espacio aéreo en un área del Lago Michigan próxima a su frontera con Canadá por razones de seguridad nacional.
Posteriormente, el Pentágono comunicó que el cerco se debió a que los sistemas de defensa captaron un objeto volador no identificado a una altitud de 12.000 metros y aviones de combate lo derribaron, porque si bien no representaba una amenaza militar, sí podía entorpecer las operaciones de la aviación civil.
A esa altura, la narrativa de los ovnis colmaba el debate en las redes sociales y medios de todo el mundo, al tiempo que China denunciaba violaciones reiteradas a su espacio aéreo con globos estadounidenses.
“Pekín: Globos de EEUU sobrevolaron China 10 veces el último año”, indicó el titular de LaIguana.TV
China denunció este lunes que globos estadounidenses sobrevolaron al menos diez veces su espacio aéreo durante el último año, en un momento de tensión entre ambas potencias después de que Washington derribara un artefacto chino para fines meteorológicos, pero que fue calificado por las autoridades como «espía».
«No es nada raro que globos de Estados Unidos entren ilegalmente en el espacio aéreo de otro país», sostuvo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino Wang Wenbin en una conferencia de prensa.
El 12 de febrero, mientras Ottawa y Washington hacían alharaca por los supuestos ovnis derribados, medios chinos comunicaban que un «objeto volador no identificado» fue avistado en las aguas próximas a la ciudad costera de Rizhao, en la provincia de Shandong.
Autoridades marítimas locales dijeron a la prensa que las fuerzas militares se preparaban para derribarlo.
Japón se sumó a la lista de acusaciones cruzadas relativas al uso de artefactos espía y cargó contra Beijing por esa causa. De acuerdo con un informe de Bloomberg aparecido este miércoles, entre 2019 y 2021, Tokio detectó en sus cielos tres globos espía de factura china.
Mientras los medios de comunicación hacían su propia fiesta de titulares sensacionalistas y avanzaban hipótesis conspirativas, la Casa Blanca prefirió esperar hasta este lunes para pronunciarse sobre el tema y descartar el origen extraterrestre de los artefactos.
“No podían sostener semejante narrativa, así que terminaron haciendo chistes de extraterrestres”, comentó Pérez Pirela.
La noticia verdadera
La respuesta banal de la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre, podría interpretarse como una expresión fuera de lugar y hasta cómica, de no ser porque mientras muchas personas centraban su atención en estos eventos, otro de gran magnitud era convenientemente ocultado de la agenda pública.
El pasado 3 de febrero, un día después de que se revelara el avistamiento del supuesto globo espía chino, un tren cargado de químicos peligrosos se volcó cerca la frontera de los estados de Ohio y Pensilvania y despachó a la atmósfera una nube de compuestos potencialmente mortales para los seres humanos y la naturaleza.
LaIguana.TV, en el título de esta noticia, se preguntó si “¿Globos y ovnis para tapar catástrofe ambiental en Ohio? El accidente de tren con químicos que enciende las alarmas”.
La nota indica que un tren que transportaba productos químicos tóxicos se descarriló en East Palestine, cerca de la frontera entre Ohio y Pensilvania, el viernes 3 de febrero. El incidente provocó un incendio a gran escala y obligó a las autoridades a evacuar a los residentes, ante el temor de que resultaran heridos o fallecieran por la inhalación de humos.
Un informe de The Washington Post aparecido el pasado fin de semana, cuando ya habían transcurrido varios días de la catástrofe, precisó que cinco de los casi de 50 vagones cisterna que se descarrilaron contenían cloruro de vinilo, un químico peligroso e inodoro que se usa para la fabricación de plásticos.
Por su parte, la edición estadounidense de The Guardian recogió que para evitar una explosión de gran magnitud y mucho más peligrosa, los equipos especializados iniciaron una quema controlada de los vagones y los químicos.
De acuerdo con esta versión, los expertos advirtieron que este procedimiento generaría una nube de fosgeno y cloruro de hidrógeno varios kilómetros a la redonda de la zona del desastre, por lo que recomendaron la evacuación inmediata del lugar.
Sobre el fosgeno se apunta que es un gas incoloro con elevado nivel de toxicidad que fue usado como arma química durante la Primera Guerra Mundial y sobre el cloruro de vinilo se destaca que es un conocido agente cancerígeno que incrementa el riesgo de cáncer de hígado.
Del mismo modo, el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos asegura que respirar este químico durante un lapso prolongado puede provocar cáncer de pulmón o de sangre.
“¿Ya vieron por qué de pronto aparecieron ovnis? Pues para hacer posible que un hecho ocurrido a inicios de febrero, solo se conociera a mediados de mes. Es inmoral, simplemente inmoral”, enfatizó el presentador del programa.
Pese a la gravedad del accidente, grandes medios como The Washington Post solo lo reseñaron muchos días después y siempre defendiendo la actuación de las autoridades. Parecían estar muy ocupados hablando, de globos, ovnis y de Putin.
No solo las autoridades federales omitieron el desastre, sino que los responsables locales se encargaron de silenciar cualquier voz crítica e incluso, de poner freno a quienes cuestionaron la pertinencia de prenderle fuego a químicos tóxicos, aun a sabiendas de que ello desataría una tragedia ambiental y de salud.
Detrás de este silencio mediático y político subyacen otras agendas. Por una parte y acaso como causa última, la obsoleta red ferroviaria de los Estados Unidos, que según expertos, en mucho funciona con la tecnología y materiales que eran habituales en el último tercio del siglo XIX e inicios del siglo XX.
“Después Estados Unidos se queja de que China lo esté aplastando no solo en lo económico y geopolítico, sino también en lo tecnológico. Mientras vemos en China los más adelantados trenes de alta velocidad, Estados Unidos no invierte en su vieja red ferroviaria y ocurre este tipo de accidentes que no son excepción, sino la norma”, acotó Pérez Pirela.
En paralelo también juegan un papel los lobbies de las compañías ferroviarias en Washington, que llevan décadas frenando cualquier legislación que les obligue a adoptar medidas de seguridad más estrictas para el traslado de mercancías peligrosas, incluyendo químicos potencialmente letales.
Frente a esto, de nada han servido las huelgas de los trabajadores ferroviarios, que en numerosas oportunidades han clamado por mejores condiciones laborales y la adopción de estándares de seguridad internacionales para transportar carga de alto riesgo.
Sin posibilidad de continuar ocultando el caos, las autoridades regionales admitieron este miércoles que, tal y como habían denunciado sostenidamente los residentes, desechos tóxicos acabaron vertidos en el río local.
A pesar de ello, aseveraron que el agua destinada al consumo humano estaba libre de toda contaminación.
“Fue una pobre respuesta de parte del gobierno de un país que siempre pretende dar lecciones a las demás naciones en materia de democracia y derechos humanos”, dijo.
Entretanto, la indignación de la población crece y ya algunos han hecho públicas sus intenciones de demandar en la corte a la empresa que opera el ferrocarril para exigirle compensaciones.
Habrá pokemones y ovnis
Desde Rusia no han desaprovechado la ocasión para sacar partido de la narrativa de los globos y los ovnis desplegada en los Estados Unidos, aunque en el Kremlin advierten que se trata de una maniobra electorera dirigida a su población, de cara a los comicios presidenciales de 2024.
«En Estados Unidos se avecinan las elecciones. Habrá pokemones y ovnis, puesto que el tema de Rusia se ha agotado y ya no sirve para ganar terreno, fue reducido al absurdo en el espacio de la información política, no ofrece ningún recurso adicional que se pueda aprovechar. Y es que se necesita algo para pasmar y cautivar al público», declaró este miércoles a radio Sputnik la portavoz de la Cancillería, María Zajárova.
Se puede estar o no de acuerdo con las apreciaciones de Zajárova, pero la operación mediática de los globos, los ovnis y la amenaza extraterrestre sirvió como mecanismo de ocultamiento de un desastre ambiental de amplias proporciones.
Pérez Pirela propuso un ejercicio: “Si esto mismo hubiera ocurrido en otra parte del mundo, no alineada a Estados Unidos, habría sido condenado de inmediato y sus autoridades habrían sido ampliamente cuestionadas y hasta linchadas por esa prensa, que casi dos semanas después de ocurrido el accidente, continúa mirando hacia otro lado”.
(LaIguana.TV)