viernes, 18 / 04 / 2025
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¿Cómo Europa y Asia sufren los efectos de la crisis bancaria de EEUU?

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“Europa está sufriendo los efectos de los primeros síntomas de crisis bancaria en Estados Unidos, demostrando una vez más lo que muchas veces se ha dicho: que cuando Estados Unidos estornuda, a Europa le da gripe”, dijo Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea.

Tras analizar los efectos internos del colapso de bancos en Estados Unidos, pasó a revisar lo que ocurre entre sus aliados europeos e incluso en los lejanos mercados asiáticos.

Para ello ilustró con un Iguanazo, caricatura de Iván Lira, en la que se observa al Tío Sam que intenta estornudar y a otro personaje, ataviado con los colores y el círculo de estrellas de la Unión Europea, que completa el estornudo.

“En este punto vale la pena preguntarse por qué la quiebra de dos bancos en los Estados Unidos resulta de interés para otros países y todavía más si están en el sur global –planteó el director de LaIguana.TV-. Sucede que el alto componente especulativo del capitalismo financiero, así como el carácter global de las inversiones, hace que un movimiento aparentemente local tenga repercusiones de mucho mayor calado, especialmente si se trata de sectores como las finanzas, la tecnología o la energía”.

Puntualizó que aunque la existencia de una mano invisible que regula los mercados ha sido refutada fehacientemente, el norte global ha logrado imponer una narrativa que les atribuye propiedades humanas. Así, según el caso, los mercados se pueden «agitar», pueden «sentir temor» o pueden «reaccionar positivamente».

“La falta de regulaciones y la opacidad que caracteriza a las transacciones bursátiles, hace difícil que las personas comunes comprendamos de qué se habla, pero consideremos que, por un lado, de esas operaciones participan personas y, de otro, que la apuesta a la ganancia es su interés principal, aunque ello entrañe el riesgo de perder grandes sumas de dinero, en su mayoría ajeno».

«De esta manera se explica por qué los mercados –es decir, los grandes inversionistas– reaccionan de tal o cual forma ante escenarios de incertidumbre que ellos y los gobiernos con los que están en estrecha asociación se han encargado de crear”, expuso.

“Es en este marco donde deben interpretarse las declaraciones de los reguladores financieros europeos, que descartaron sin más un contagio de la crisis bancaria estadounidense, aunque luego los hechos hablaran en dirección contraria –aseguró el moderador-. En el mismo registro debe leerse la extensión del malestar derivado de la quiebra del Silicon Valley Bank y el Signature Bank a los mercados asiáticos”.

Como prueba, indicó que las bolsas de Tokio, Seúl y Hong Kong abrieron la semana en números rojos, pese a que lo anunciado hasta entonces se remitía a la intervención de un banco relativamente pequeño, cuyo grueso de operaciones además se ubica en los Estados Unidos.

Por toda explicación se dijo que este comportamiento se debía a «inquietudes» relacionadas con un posible «contagio» –es decir, un quiebre masivo de bancos– dentro y fuera del territorio estadounidense, registrándose los peores efectos en Japón, donde las acciones de varios de los bancos más importantes sufrieron fuertes caídas.

El titular de LaIguana.TV al respecto expresó: “Temor al contagio de SVB: Fuertes caídas entre los mayores bancos nipones”

Esa noticia dio cuenta de que tres de los mayores bancos japoneses, Mitsubishi UFJ, Mizuho y Sumitomo Mitsui, entre otras entidades financieras, registraron este martes fuertes caídas bursátiles por el temor a ser afectadas por la quiebra del Silicon Valley Bank.

El Nikkei, principal índice de la Bolsa de Tokio, registró su nivel más bajo en tres meses, al caer 2,19% y tras haber llegado a caer hasta un 2,6% durante la jornada, por aparente nerviosismo en el sector bancario.

El First Bank of Toyama se llevó la peor parte, al desplomarse 11,69%, aunque no está claro si posee nexos con los colapsados Signature Bank y Silicon Valley Bank, mientras que otras tecnológicas como Meiko Electronic y Accsess también padecieron pérdidas cuando se reveló que tenían depósitos millonarios en el malogrado banco californiano.

La lista la completaron Mitsubishi UFJ, Sumitomo Mitsui, Mizuhoa y el grupo tecnológico Softbank.

La caída de un banco suizo

Señaló Pérez Pirela que, sin embargo, la peor noticia llegó el miércoles, con la caída sin frenos de Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza y uno de los pesos pesados de las finanzas globales.

LaIguana.TV publicó el siguiente titular: “Credit Suisse se hunde en la bolsa y se expande crisis bancaria a Europa: Acciones de EEUU siguen cayendo”.

El texto de la noticia indica que el precio de las acciones de Credit Suisse se desplomó 28% este miércoles, a medida que crecían las dudas sobre su solvencia e incluso se avanzaba en la prensa especializada que estaba al borde de la quiebra.

Aunque pudiera atribuirse este hecho al colapso bancario en los Estados Unidos, lo cierto es que la salud financiera del banco suizo dista mucho de ser buena desde hace más de década y media, pues el precio de sus acciones se ha desplomado sostenidamente desde 2007.

Adicionalmente, el pasado 15 de marzo, tras hacerse público su último informe anual donde se reconocían problemas de gestión y dificultades para rastrear el origen de los fondos depositados, su principal accionista, el Banco Nacional Saudita, anunció que no estaba dispuesto a inyectar más dinero en efectivo en la institución y esto marcó el inicio de una caída sin precedentes.

El oscuro panorama hizo que Credit Suisse solicitara al Banco Nacional de Suiza una declaración de respaldo y la Reserva Federal de los Estados Unidos comunicó que seguía de cerca la situación.

El Banco Nacional suizo evitó pronunciarse, pero medios europeos aseguraron que al menos «un gobierno importante» exhortaba a Berna a intervenir para evitar la caída del Credit Suisse.

No se precisó cuál era ese «gobierno importante» que presionaba a Suiza para que salvara a Credit Suisse, pero los indicios apuntan a que la Casa Blanca fue la artífice de la aprobación un préstamo de rescate por el orden de los 54.000 millones de dólares anunciado por el regulador suizo la noche del miércoles.

A finales de 2022, el gigante bancario puso en marcha un ambicioso plan de recuperación y reestructuración, que sin embargo no impidió que sus pérdidas ascendieran a 7 mil 300 millones de francos (8 mil millones de dólares) –las mayores desde la crisis financiera de 2008–, que se atribuyen a la estampida masiva de clientes.

A la salida de las inversiones del Banco Nacional Saudita, se añade que en los últimos meses, Harris Associates, que figuraba como uno de los mayores y más antiguos accionistas del banco suizo, se deshizo de toda su participación, que en agosto pasado se estimaba en 10%.

El inversor y escritor estadounidense Robert Kiyosaki, quien saltó a la fama tras predecir la quiebra de Lehman Brothers en 2008, es de la opinión de que Credit Suisse será el próximo banco en venirse abajo.

«El problema es el mercado de bonos (…) y creo que el próximo banco será el Credit Suisse, porque el mercado de bonos se está desplomando», dijo Kiyosaki el lunes a la cadena estadounidense Fox Business, cuando todavía no había tenido lugar el desplome del banco.

Es claro que el caso de Credit Suisse tiene raíces más profundas que la crisis bancaria en Estados Unidos, pero la contingencia de su debacle abonó a la tesis del «contagio financiero» en Europa y de la imbricación económica del Occidente colectivo.

En cualquier caso, la crisis de Credit Suisse afectó los rendimientos de los principales índices de Wall Street este 15 de marzo. El Dow Jones bajó 2,1%, el S&P 500, casi 2% y el Nasdaq, que agrupa a gigantes tecnológicas como Amazon, Apple, Meta y Google se desplomó 1,2%.

Adicionalmente, aunque Suiza no forma parte de la Unión Europea y su sistema financiero no está obligado a adoptar las regulaciones del Banco Central Europeo relativas al control inflacionario a través del aumento de las tasas de interés, su  peso específico en el sector es capaz de echar abajo las cotizaciones bancarias en las bolsas europeas.

Es lo que sucedió en el caso de Madrid. El argumento que se ofreció para explicar las cifras rojas del miércoles fue, de nuevo, «el miedo» a la quiebra del Credit Suisse.

A pesar de toda la hecatombe, los especialistas sostienen que la crisis que atraviesa a Credit Suisse es estructural y no guarda relación alguna con lo sucedido al otro lado del Atlántico.

(LaIguana.TV)

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