lunes, 21 / 04 / 2025
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Diplomacia rusa avanza en Latinoamérica marcando diferencia con imposiciones de EEUU (+Pérez Pirela)

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La gira del canciller Serguéi Lavrov por varios países latinoamericanos, incluyendo Venezuela, es una prueba de que la diplomacia rusa procura avanzar en esta región, tal como ya lo ha hecho en Asia y África, proponiendo acuerdos estratégicos y marcando diferencia con la actitud impositiva y sancionadora de Estados Unidos.

Así evaluó Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde donde sea, la visita del funcionario ruso a Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba, realizada la semana pasada.

La parada venezolana

Tras haber generado una verdadera tormenta en su paso por Brasil, Serguéi Lavrov recaló en Venezuela, con quien Rusia mantiene relaciones estratégicas del más alto nivel desde hace unas dos décadas.

Como se recordará, el entonces presidente Hugo Chávez defendió la necesidad de mirar más allá de la acera estadounidense para consolidar un mundo multicéntrico y multipolar, y empezó a tejer lazos duraderos con el sur global y lo que entonces se denominaban «economías emergentes», incluyendo Rusia.

Aunque se esperaba un encuentro, el pasado lunes, el propio presidente Nicolás Maduro confirmó que recibiría a Lavrov y a su comitiva en el Palacio de Miraflores.

La nota de LaIguana.TV fue titulada: “Maduro anuncia que recibirá a Lavrov en Miraflores: ¿De qué hablarán?”. En el texto se expresa que el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció este lunes que recibirá en su despacho al canciller ruso, Serguéi Lavrov, para revisar todos los temas de la cooperación bilateral entre Caracas y Moscú, así como la presencia de Rusia en la región en el contexto geopolítico actual.

Adicionalmente comentó que el diplomático ruso también sostendrá reuniones de alto nivel con el canciller Yván Gil y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, a quien le une una estrecha amistad.

Lavrov llegó al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía a media tarde del martes 18 de abril, donde fue recibido por el canciller Yván Gil, con quien se trasladó a Caracas para sostener una reunión bilateral de alto nivel que incluyó tanto a diplomáticos como a técnicos.

Una vez concluida la junta, los cancilleres ofrecieron una rueda de prensa conjunta en la que se detallaron los principales acuerdos alcanzados, que en general apuntaron hacia la dinamización de la cooperación en áreas estratégicas, como ya había adelantado Maduro.

En su intervención, el jefe de la diplomacia venezolana aludió a las labores conjuntas con Rusia en los foros multilaterales y destacó el trabajo de la Comisión de Alto Nivel Intergubernamental (CIAN), que se traducen en más de 300 acuerdos, que incluyen las áreas energética y financiera, pero sin limitarse a ellas.

Apuntó asimismo que los equipos especializados trabajan en la implementación del sistema de pagos ruso Mir, con el que se abre el compás de realizar transacciones directamente y al margen del sistema SWIFT, del que ambos países están vetados.

“Este punto es importante pues será un avance importante para enfrentar el bloqueo. Yo invito al gobierno bolivariano a hacer énfasis en este aspecto”, dijo Pérez Pirela.

De su parte, Lavrov aseguró que Venezuela es uno de los socios más confiables de Rusia, porque «las relaciones se basan en la cercanía conceptual de enfoques sobre los principales temas de la agenda global», incluyendo el rechazo a imposición de sanciones y otras prácticas coercitivas aplicadas por el así llamado Occidente colectivo.

En la misma línea advirtió que el Kremlin continuará apoyando los esfuerzos venezolanos para sortear las medidas coercitivas unilaterales y hacer funcionar su economía, independientemente de las sanciones.

El canciller ruso puntualizó asimismo que, para su país, el relacionamiento económico con América Latina es «muy importante», porque las naciones de la región se han dado cuenta de que la dependencia de la divisa estadounidense y el esquema de cooperación que propone Washington, no son beneficiosos para el resto del mundo.

Así, mientras que criticaba el monroísmo estadounidense, Lavrov recordó que Moscú y Caracas comparten una «agenda muy rica» basada en la cooperación mutua en áreas estratégicas, que se ampliará sustancialmente tras el encuentro del pasado martes.

Otro titular de LaIguana.TV  señaló: “Lavrov desde Caracas: Se vienen ampliaciones en la relación Venezuela-Rusia”.

La nota expresa que los cancilleres Lavrov y Gil anunciaron este martes 18 de abril que ampliarán significativamente su cooperación en áreas estratégicas definidas como prioritarias por sus gobiernos.

En comparecencia con la prensa, Lavrov indicó que las partes acordaron tomar «medidas drásticas» para mejorar el alcance de sus proyectos conjuntos en comercio, inversiones, exploración espacial, farmacéutica, medicina, energía, ciencia y tecnología, cultura y educación.

El diplomático ruso precisó que, en adelante, Venezuela y Rusia echarán mano de todos los mecanismos establecidos en la comisión de alto nivel intergubernamental para acelerar la puesta en marcha de los acuerdos.

La noticia fue recibida con beneplácito en el Parlamento, en donde valoran que los más de 300 acuerdos de cooperación suscritos con el gobierno ruso aportarán beneficios tangibles a la población venezolana y reducirán la dependencia del país de los vaivenes de su complicada relación con los Estados Unidos.

LaIguana.TV tituló así: “Son más de 300 convenios: Caracas reduce su dependencia de EEUU gracias a los acuerdos con Moscú».

La cooperación entre Rusia y Venezuela, que ya incluye más de 300 acuerdos, permitirá disminuir la dependencia de la economía local de las decisiones que tome la Casa Blanca, sostuvo el diputado a la Asamblea Nacional Jesús Faría en una entrevista concedida a Sputnik.

«Tenemos más de 300 acuerdos de cooperación vigentes y eso hay que traducirlos en hechos concretos que significarían para nosotros una menor dependencia de las decisiones que tomen los Estados Unidos, y de los ataques hacia nuestra economía», alegó Faría, que forma parte del gobernante PSUV y encabeza la Comisión de Economía y Finanzas del Legislativo.

Para el legislador, las áreas clave de la cooperación son el petróleo y el gas, porque la alianza con Rusia permitiría dejar atrás buena parte de la dependencia tecnológica estadounidense, que tras las sanciones, ha devenido en un lastre para la industria.

«En primer lugar, una industria petrolera, una industria gasífera mucho más independiente del patrón tecnológico norteamericano, así como lo ha hecho Rusia (…). Ahí hay un espacio de cooperación gigantesco para nosotros. Hay patrones de producción muy similares, pero en condiciones muy distintas. Allí la cooperación podría conducir a que nosotros pudiéramos tener un desarrollo mucho más estable», argumentó.

El repaso de la situación internacional no estuvo ausente en las conversaciones que sostuvo Lavrov con su par venezolano. Él mismo detalló frente a la prensa todas las iniciativas que adelantan las dos naciones en los foros internacionales.

El diplomático dijo que Venezuela y Rusia participan de un grupo informal en las Naciones Unidas –que está en pleno crecimiento–, cuyo propósito es la defensa de la Carta del organismo, que proscribe explícitamente la imposición de sanciones y bloqueos unilaterales.

Comentó además que debatieron ampliamente sobre la tensión entre dos derechos consagrados en la referida Carta: el respeto a la integridad territorial de los Estados y el respeto a la autodeterminación de los pueblos, un asunto de evidente importancia para la finalización de la guerra en Ucrania por una vía política y negociada.

Sobre este asunto abundó que uno de los objetivos de Rusia en las Naciones Unidas es garantizar que todos los conflictos en curso se resuelvan respetando la integridad de los Estados, considerando las preocupaciones de seguridad de todas las partes y sin recurrir a amenazas o chantajes como las sanciones.

Tras esta intervención, el diplomático ruso se reunió con la vicepresidenta Delcy Rodríguez y luego fue recibido por el presidente Nicolás Maduro en su despacho.

No trascendieron detalles de ninguno de los dos encuentros, pero sí se conoció que Lavrov entregó a Maduro una invitación oficial para visitar Rusia en el momento que lo estimara conveniente.

Otros contactos: Bolivia y San Vicente y las Granadinas

Mucho más lejos de las cámaras transcurrieron las reuniones de la delegación rusa con representantes de Bolivia y San Vicente y las Granadinas.

«Coincidimos en Caracas con el Ministro Lavrov, conversamos sobre diferentes temas de interés común: el rol de los BRICS en el mundo multipolar y su participación ampliada. Celebramos la presencia de Dilma Rousseff como Presidenta del Banco de Desarrollo de los BRICS», publicó en Twitter el canciller boliviano, Rogelio Mayta.

De su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia divulgó en Twitter que Lavrov había extendido una invitación oficial al presidente Luis Arce para visitar el Kremlin «en cualquier momento cuando encuentre esa oportunidad».

Del mismo modo se conoció que el canciller ruso recibió en la embajada de Caracas al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.

Estos intercambio se inscriben perfectamente dentro del relacionamiento cercano entre Moscú y los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), con el matiz de que San Vicente y las Granadinas está ejerciendo la presidencia protémpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), bloque con el que Moscú quiere construir lazos duraderos.

Tercera parada: Nicaragua

La delegación rusa abandonó Venezuela el miércoles rumbo a Nicaragua, donde Serguéi Lavrov se reunió con el presidente de esa nación centroamericana, Daniel Ortega, y la vicepresidenta Rosario Murillo.

Managua figura como aliada estrecha de Moscú en razón de sus posturas beligerantes contra la política de sanciones emprendida por Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea contra Rusia y otros países.

Según reseñó la cancillería rusa en las redes sociales, Lavrov y su comitiva fueron recibidos por su homólogo nicaragüense, Denis Moncada, y por el representante especial del presidente de Nicaragua para las Relaciones con Rusia, Laureano Ortega.

«Abordamos muchos temas de mutuo interés, como Asuntos Económicos y también Cooperación en el marco de la Comisión Intergubernamental, acordamos realizar una conversación durante el Foro Internacional de San Petersburgo que se celebrará en junio de este año», declaró el diplomático ruso a los medios.

Por su parte, el presidente Daniel Ortega ofreció algunos comentarios polémicos en relación con la guerra que se libra en Ucrania. A su parecer, Rusia libra «una batalla por la paz, contra los fascistas» que controlan en poder en Ucrania desde hace más de una década a través de un golpe de Estado.

En la misma línea argumentativa aseguró que esas fuerzas afines al nazismo que se instalaron durante la Segunda Guerra Mundial, nunca dejaron de operar y luego se aliaron con la OTAN para acosar a Rusia con armas y bases militares, bajo la dirección estadounidense.

Sin embargo matizó que Nicaragua, como el resto del mundo, quiere que esa guerra acabe y que ya hay países como México y China que han presentado propuestas concretas para alcanzar la paz.

En su opinión, esas iniciativas pretenden «lograr hacer un estado de opinión entre las naciones del planeta que permitan que se den las garantías, la seguridad al pueblo ruso que vive en sus tierras, porque esas tierras son de ellos».

Cuarta parada: Cuba

Lavrov concluyó su gira latinoamericana en Cuba, país con el que Rusia mantiene estrechísimos lazos desde los tiempos de la Unión Soviética y que a menudo ha sido el socio más confiable de la isla.

El arribo de Lavrov se produjo un día después de que la Asamblea Nacional del Poder Popular ratificara por segunda ocasión a Miguel Díaz-Canel como presidente del país, que atraviesa una de las crisis económicas más duras de las últimas décadas por el arreciamento del bloqueo estadounidense.

Luego de su encuentro con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez Parilla, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso publicó que Moscú ratificó su solidaridad con La Habana «en su lucha contra Estados Unidos, quien, mediante métodos sucios, intenta imponer su dictado».

Además, Lavrov destacó la cooperación ruso-cubana en el marco del  Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU que fue iniciada en Nueva York, así como en el Grupo de los 77, la Unión Económica Euroasiática y en esquemas de integración latinoamericana como la Celac y Unasur.

El diplomático también apuntó que «la nueva concepción de la política exterior de Rusia prevé una mayor atención a la región de América Latina. Al mismo tiempo no implica ninguna acción para imponer recetas ‘desde fuera’ a los países de América Latina y el Caribe».

Por su lado, Rodríguez Parilla expresó su satisfacción por el nivel de las relaciones ruso-cubanas y anunció el intercambio de visitas entre delegaciones de alto perfil para avanzar en convenios con Rusia y la Unión Económica Euroasiática.

Balance de la gira

Pérez Pirela expresó que aún es pronto para saber cuáles serán los resultados concretos de esta intensa gira de Lavrov por América Latina. De momento, solo es posible avanzar que los rusos enviaron un mensaje a su adversario del norte: proponemos relaciones pragmáticas y duraderas, sin chantajes ni amenazas y no solo con los aliados cercanos.

“Una prueba de ello es la reunión fuera de cámaras y micrófonos que sostuviera en Caracas con el premier de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves, quien, como ya acotamos, ejerce la presidencia protémpore de la Celac, un espacio de integración del que están excluidos Estados Unidos y Canadá”, puntualizó el comunicador político y filósofo.

“Pareciera que el Kremlin intenta avanzar en América Latina como ya lo hizo en África, Asia Central y Medio Oriente: con diplomacia blanda, basada en asociaciones estratégicas pragmáticas que contrastan con los métodos coercitivos, violentos, impositivos empleados por Occidente para ganar afinidades”, subrayó.

Añadió que el paso de Lavrov por Brasil y el hecho de que declarara que Moscú desea terminar el conflicto en Ucrania tan pronto como sea posible, lejos de demostrar debilidad, muestra que Rusia está dispuesta a negociar seriamente un nuevo acuerdo de seguridad con la OTAN pero en condiciones apropiadas, es decir, con la participación de actores globales que no respondan a los intereses de la Alianza.

(LaIguana.TV)

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