lunes, 21 / 04 / 2025
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EEUU vuelve del neoliberalismo: ¿Qué pasa en América Latina? (+Britto García)

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«Estados Unidos, debido a la competencia que le ha ganado China en el terreno del libre mercado, adopta cada vez más medidas proteccionistas, mientras en América Latina nos empeñamos en seguir por esa vía, pensando en que entregando nuestros recursos y dejando de cobrar impuestos nos van a llover dólares del cielo”, expresó el intelectual venezolano Luis Britto García en su diálogo con el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela, moderador del programa Desde Donde Sea.

Britto García subrayó que es necesario dejar a un lado ese camino, que ha sido ruinoso para los países de la región a todo lo largo de su historia y buscar espacios de soberanía y autonomía, aprovechando las contradicciones actuales entre potencias.

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Estados Unidos impuso a punta de bombardeos y otras formas de violencia su modelo de capitalismo neoliberal, en el que todo depende de las reglas del mercado. China dijo “está bien, vamos a competir” y le ganó en todos los órdenes. Ahora, Estados Unidos quiere implantar medidas proteccionistas para frenar el crecimiento de los productos chinos. Estamos ante una gran contradicción porque quieren cambiar sus propias reglas y terminan practicando un nacionalismo más parecido al comunismo. ¿Qué piensas de eso?

Luis Britto García (LBG): Lo más patético es que en el ámbito latinoamericano y de otras naciones sometidas a la hegemonía de Estados Unidos se adoptan esas reglas que la propia metrópoli está desechando. Dicen que vamos a volvernos superultraneoliberales, vamos a entregar todos nuestros recursos, vamos a dejar que el comercio no tenga ninguna restricción, vamos a impedir cualquier protección a las industrias nacionales. Son unos señores hablando en un lenguaje del siglo pasado, o  más bien del antepasado, y no se han enterado de lo que está haciendo Estados Unidos. Mientras Estados Unidos adopta medidas proteccionistas, nosotros estamos tratando de proteger los intereses de las empresas extranjeras porque esas nos van a hacer grandes, nos van a llover dólares del cielo y vamos a estar en el paraíso terrenal, una creencia absurda porque eso fue lo que hizo América Latina todo el siglo pasado y solo la condujo a la ruina.

MAPP: ¿Eso pasa en Venezuela?

LBG: En América Latina y posiblemente en Venezuela también porque la idea dominante es que debemos abrimos totalmente y privilegiar a los capitales extranjeros por sobre los nacionales, les demos prerrogativas y les evitemos esa cosa tan fastidiosa que es pagar impuestos… Parece que no están enterados de que ya eso cambió, esa musiquita ya no suena, no la oye nadie, salvo ciertos latinoamericanos que, según parece, no leen periódicos, no ven televisión, no oyen radio… ni siquiera usan telégrafo. Yo me imagino que deben tener un altar con la imagen de Margaret Thatcher para prenderle velitas. Ella destruyó la industria de Inglaterra, destruyó la producción de carbón (a la que ahora están volviendo). Estados Unidos cambió porque esas políticas eran erradas y habían provocado, en buena medida, el desempleo y la desindustrialización. Los accionistas de las grandes corporaciones prefirieron migrar hacia países pobres donde la mano de obra casi se regala, como los de América Latina.

MAPP: Y a China también se fueron esas industrias.

LBG: Con China han creado una fábula: China era un país muy pobre, pero cuando se abrió al capital, de manera repentina, se volvió la mayor potencia del mundo. Eso es mentira. Si fuese cierto, Puerto Rico sería la mayor potencia del Caribe y Honduras la mayor potencia de Centroamérica, porque allí han funcionado las maquilas.  La verdad es que China acepta algunas inversiones extranjeras, pero ha nacionalizado toda la tierra, la banca y las industrias, y el Estado ejerce control total sobre la economía. No acepta que las empresas entren a llevarse todo lo que hay porque eso fue lo que hizo China hasta el año 48. Por entonces tenía un ingreso per cápita inferior al de India. Fue a partir de la Revolución que, en menos de un siglo, China se ha convertido en la primera potencia del mundo. No fue con las maquilas, sino con una revolución.

MAPP: En América Latina estamos viendo fenómenos interesantísimos porque países con gobiernos de derecha, como Uruguay, le dicen que no a Estados Unidos y a la Unión Europea para firmar un tratado de libre comercio con China. Por eso, en el Congreso de Estados Unidos se ha planteado que es necesario volver a mirar hacia Latinoamérica.

LBG: Sí, y la jefa del Comando Sur (Laura Richardson) ha declarado palmariamente que ellos nos quieren mucho porque tenemos petróleo, hierro, uranio, litio, cobre, minerales estratégicos, la agricultura, el agua potable, es decir, todas las cosas que ya nos han saqueado y quieren seguir saqueándonos. América Latina es fundamental actualmente para la supervivencia de Estados Unidos, siempre que puedan mantener ese régimen de exacción y de ventajismo que han aplicado hasta ahora. Mientras tanto, China ofrece unas relaciones menos problemáticas. Por ejemplo, no se empeña en cambiar los gobiernos en los países donde hace inversiones. En cambio, Estados Unidos, cada vez que le cae mal un gobierno mueve todo su poderío económico y militar para derrocarlo, como sucedió en el Chile de Allende, donde se provocó una hecatombe económica y social. Eso, hasta ahora, no ha sucedido con las inversiones chinas. Ojalá no suceda nunca.

MAPP: Tampoco exigen privatizar la educación o cerrar hospitales, como hace el Fondo Monetario Internacional.

LBG: No. Se limita a la cuestión económica, mantiene relaciones de mutuo beneficio y no intenta convertirse en rectora de la política ni de la cultura del país receptor de las inversiones.

MAPP: Tú has hecho una crítica monumental, demoledora contra gobiernos latinoamericanos. Pero, entonces, ¿cuál sería la postura adecuada de la región ante esta guerra mundial que ya pareciera estar en marcha?

LBG: Históricamente, todas las potencias que han surgido desde el siglo pasado, lo han hecho aprovechando los choques entre otras potencias. De las confrontaciones entre potencias europeas en la Primera Guerra Mundial se produjo el desgaste del zarismo y surgió la revolución soviética. Rusia pasa de ser uno de los países más atrasados, del arado de palo, a ser pionera en la carrera espacial, la segunda potencia del mundo, hasta que decidió suicidarse… pero ese es otro asunto. En la Segunda Guerra Mundial, Japón intenta someter a China, pero cae derrotada y, como resultado, se produce la revolución china. Eso la lleva a ser la primera potencia económica del mundo actualmente. Nosotros debemos aprender de esas lecciones. Si hay ahora un conflicto entre potencias hegemónicas, las potencias emergentes deben aprovechar las grietas, las fisuras de ese conflicto. Y los BRICS son un conjunto de potencias emergentes porque tienen recursos humanos, naturales, tecnológicos para dejar atrás el estatuto de la dependencia y convertirse en rectores de la política mundial. Nuestros países pueden aprovechar esa confrontación entre potencias para afirmarnos, para defender nuestro derecho a desarrollarnos con nuestras pautas culturales, a tener cierta autonomía y soberanía política, económica, social y cultural. Esa es la posición posible. Los BRICS y los otros países del llamado Tercer Mundo tenemos la mayor parte de la población global, la mayor parte de las reservas naturales, la mayor extensión territorial, todo ello por encima del conjunto formado por Estados Unidos y la Unión Europea. Adicionalmente han China, en forma general, y Rusia en algunos aspectos han superado, poco a poco, en el campo tecnológico, a Estados Unidos y la UE.

(LaIguana.TV)

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