Venezuela está participando activamente en los esfuerzos que se realizan para articular un nuevo mundo multipolar, y lo hace como factor imposible de eliminar en la fórmula energética internacional, expresó la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, al comentar los contactos sostenidos recientemente por el presidente Nicolás Maduro en Brasil, Turquía y Arabia Saudita.
Fue durante la entrevista que sostuvo con el filósofo y comunicador político Miguel Ángel Pérez Pirela, en la emisión número 500 del programa Desde donde sea.
Indicó que ese nuevo mundo, ya en proceso avanzado de construcción, ha de ser uno verdaderamente respetuoso del multilateralismo; que dé vigencia a la Carta de las Naciones Unidas; que reivindique la legalidad internacional; en el que reine el derecho internacional en las relaciones entre los países y el principio de igualdad soberana entre los Estados y de respeto a la autodeterminación de los pueblos.
Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Sería ingenuo no traer a colación la pandemia. Venezuela fue uno de los países que sorteó de mejor manera esta emergencia sanitaria. Pero, quién iba a pensar que al salir de la pandemia, el mundo se iba a encontrar en una guerra proxy en el corazón de Europa. Es una guerra energética y económica, que afecta la alimentación. Y Venezuela tiene un rol fundamental en la solución de estos problemas. Siempre lo ha tenido, pero nadie quería bailar con ella. Ahora resulta que hasta un secretario de Estados Unidos tuvo que venir a nuestro país. ¿Cuál es entonces el rol de Venezuela en este mundo pospandémico y de guerra?
Delcy Rodríguez (DR): Respondo con una frase del presidente Nicolás Maduro: “Pretender excluir a Venezuela de la fórmula energética internacional es una estupidez”. Es algo irracional porque aquí están las principales reservas de petróleo del planeta y una de las más grandes de gas. Esta coyuntura geopolítica del conflicto entre Rusia y Ucrania les está demostrando a ellos (Estados Unidos) que están muy equivocados. Las verdades históricas salen. Algunas tardan en hacerlo siglos; otras tardan décadas, pero en este caso tardó sólo unos poquitos años. Ahora entienden que necesitan a Venezuela en esa fórmula energética. Cierto que la pandemia fue un período muy duro, pero si nos ponemos a analizar, el mundo entero experimentó lo que Estados Unidos y sus países satélites le impusieron a Venezuela a través de las sanciones. Siempre me gusta recordar, por lo inhumano que fue, cuando Donald Trump recrudeció el bloqueo contra el país y no nos permitió ni siquiera comprar vacunas. El presidente Maduro se las ingenió y vacunó al pueblo de forma gratuita. Así que aquí está Venezuela, con un liderazgo como país y también el liderazgo personal del presidente Maduro, que se observa cada vez que sale de Venezuela. Así lo vimos en su visita a Turquía y a Arabia Saudita, uno de los actores energéticos más importantes del planeta. Venezuela está estrechando y tejiendo redes con ese nuevo mundo que se está articulando.
MAPP: El presidente inició su más reciente gira en Brasil, país del BRICS; luego fue a Turquía, que está en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y luego a Arabia Saudita, de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). ¿Qué significado tiene eso?
DR: Y podemos decir más: Arabia Saudita y Venezuela están en cola para ingresar a los BRICS. Estamos en la presencia de un remodelaje político, de una nueva internacionalidad, de la búsqueda de un nuevo mundo que sea verdaderamente respetuoso del multilateralismo, que dé vigencia a la Carta de las Naciones Unidas. Recordemos que fue necesario hacer un Grupo de Países Amigos de la Carta de las Naciones Unidas porque a las grandes potencias se les olvidó que existe ese documento fundacional de las relaciones internacionales. En ese nuevo mundo se va a reivindicar la legalidad internacional; debe reinar el derecho internacional en las relaciones entre los países y el principio de igualdad soberana entre los Estados, de respeto a la autodeterminación de los pueblos. Estamos allí, batallando por ese nuevo mundo, que ya comienza a verse. Cuando el comandante Chávez hablaba de él, lo veíamos como una idea, como un proyecto posible, pero ahora se está edificando.
MAPP: El conflicto de Ucrania nos ha permitido comprobar que los dos grandes motores de la economía europea, Alemania y Francia, dependían del gas barato y cercano de Rusia. Las potencias emergentes también requieren mucha energía. Nosotros estamos sentados sobre la primera reserva mundial de petróleo y la cuarta de gas, pendiente de certificación, según anunció el presidente Maduro. ¿Podremos nosotros en el presente y en el futuro, venderle nuestros hidrocarburos a todos estos países?
DR: Es que Venezuela nunca se autoexcluyó de las relaciones energéticas internacionales. Los que se fueron vuelven, están volviendo. Doy un ejemplo: se están cumpliendo cien años de la presencia de Chevron en Venezuela… Ojalá que la tónica se la cooperación y no el despojo y el robo porque Venezuela siempre ha dado la bienvenida a las trasnacionales para el desarrollo energético, de su comercio internacional y de sus relaciones productivas, siempre en el marco de la constitución y de las leyes de la República.
MAPP: En esta conversación usted casi ha parafraseado lo dicho por el comandante Fidel Castro sobre que la historia nos absolverá. Y hace unos días, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump hizo una confesión de un impacto tal que ya no deja dudas sobre la cruenta guerra económica, política, mediática, diplomática, comercial, etcétera que se ha dado contra Venezuela. No puedo dejar pasar la oportunidad de hablar de esas gravísimas e inhumanas declaraciones.
DR: Donald Trump puso en graves problemas a la clase política opositora venezolana. Los puso a pronunciarse sobre quiénes están de acuerdo y quiénes no respecto a lo que él planteó, que es la realidad. En sus años de presidente se decía que todas las opciones estaban sobre la mesa y que la invasión contra Venezuela era posible. Se utilizó el artificio, al que se sumaron organismos internacionales, de que de ocurrir una crisis humanitaria en Venezuela, luego del colapso que ellos propiciaron en nuestra economía, estarían llamados a intervenir por el orden internacional. Ahí nos plantamos nosotros, nunca reconocimos esa falacia de la crisis humanitaria que pretendía autorizar, antijurídicamente, la intervención extranjera en nuestro país. Dijimos que el derecho al desarrollo soberano de Venezuela había sido afectado por esa política criminal. Trump ahora, por primera vez, dijo la verdad en forma directa: querían agarrarse a Venezuela y robarse el petróleo. Por eso reivindico los cien años de Chevron. Ojalá que las transnacionales estadounidenses, europeas y de cualquier país entiendan que las relaciones deben ser de legalidad, de cooperación, en el marco de las reglas del comercio internacional, y no de la brutalidad y la barbarie que significa la invasión de un país para apoderarse ilegítimamente de sus recursos. Aquí debemos destacar lo que significó la trama antijurídica de Juan Guaidó y su camarilla de delincuentes que se fueron a todos los juicios internacionales que tenía y tiene Venezuela a apoderarse de la representación del país y dejar a Venezuela sin posibilidades de defender el patrimonio del pueblo venezolano. Así que yo creo que el gran problema de esa declaración de Trump es para la oposición extremista venezolana. Van a tener que tragar sapos o van a tener que asumir de forma inmoral (porque vergüenza no tienen) que ellos han sido partícipes de esa estrategia de entregar las riquezas de Venezuela.
MAPP: Esa oposición extremista está en la calle, pidiendo votos para sus primarias…
DR: Bueno, el pueblo venezolano sabe cómo responderle. Siempre confiamos en nuestro pueblo, en su conciencia política, en su formación histórica, derivada de nuestro padre Libertador Simón Bolívar. Allí hay un legado histórico, político, ideológico, militar y social. Y está también la enseñanza del comandante Chávez. Lo que significó que un venezolano humilde, un soldado de nuestra patria haya estado al frente del poder político de un país con tantas riquezas y recursos. Y luego, el presidente Nicolás Maduro, un humilde trabajador, que fue blanco del desprecio de esos sectores oligárquicos, que no podían concebir que un trabajador, que viene del Metro de Caracas, pudiera ser el presidente de Venezuela… Bueno, ha dado clases de dignidad a nivel mundial y hoy en día, donde él se pare en el mundo es reconocido y admirado, incluso por esas potencias que ahora necesitan de nuestro país.
(LaIguana.TV)