La tragedia que implica nacer palestino ante un invasor es un espectáculo morboso disponible para quien quiera verlo. Hoy por hoy la psicopatía de un Estado que no lo es (Israel) ha decidido enviar un mensaje claro en medio del auge del Brics, del levantamiento de países africanos que, como era de esperarse no son noticia ya, y de la pérdida de poder de EEUU. Ante las naciones unidas (al menos en términos de discurso y capacidad de captar atención e interés de los presentes y ausentes en el foro.

Esta semana en Entre Líneas aportamos información y perspectivas sobre la idea, el constructo sionista israelí, su razón de ser, la forma en la que ha logrado erigirse como un Frankenstein que por supuesto lo único que hará sabe y decide hacer es: traicionar, no respetar los convenios internacionales en materia de guerra y ayuda humanitaria, no respetar resoluciones de  las Naciones Unidas y seguir sirviendo de depósito a EEUU de ojivas nucleares en un territorio que esté más cerca de sus enemigos  en oriente medio, de Asia y de África.

Traicionar. Como bien lo supo hacer la entidad sionista la semana pasada al disponer un corredor humanitario para la evacuación de ciudadanos palestinos, solo para demostrar lo muy bien que saben cargarse cualquier acuerdo y disfrutar de la forma más perversa de cómo aterrorizan al mundo entre los bombardeos y la sensación de impotencia.

El hijo siniestro de Europa

Israel es un constructo estadounidense y europeo, por ello los países europeos – así como hicieron con Rusia en febrero de 2022 – decidieron cercenar toda fuente de oxígeno y visibilización al apoyo lógico a la vida en palestina prohibiendo manifestaciones e invitando a funcionarios palestinos a sus programas de televisión como sorprendidos de que palestina haya decidido responder de la misma manera que se le ha tratado durante más de medio siglo. 

Nacido para matar

¿Qué es Israel? Un no estado que se hizo un espacio limitando al norte con el Líbano, al este con siria (país al que ya le robó el territorio de las alturas del Golán), al este también limita con Jordania y Cisjordania, y al oeste con el mar mediterráneo y la franja de gaza; al suroeste limita con Egipto al que también le robó la península de Sinaí durante la “guerra de los seis días”, y al sur limita con el mar rojo. Israel ocupa Cisjordania ilegalmente, bombardea a siria cada vez que puede, ofende y destruye Líbano cada vez que quiere, considera que gaza es suya y a Egipto lo usa políticamente a conveniencia por temporadas. Y para identificar cómplices, vale recordar que el expresidente de EEUU Donald Trump “regaló” Jerusalén a Israel como supuesta capital.

¿Qué es Israel? Pues un país sin constitución regido por la declaración de establecimiento (1948). Que tiene beneplácito de participar en la indecorosa organización de estados americanos como observador, aunque no tenga nada que ver con América, y que tiene antecedentes de infiltrar y exportar prácticas paramilitares al ejército colombiano y al país que permita dar rienda suelta a su servicio de inteligencia, el Mossad.

Eso es Israel. Y hablar de Israel es comprender que nadie se crea un nuevo país, solo porque sí: el sionismo creó Israel destruyendo centenares de aldeas palestinas y ciudades desde 1948, y construyendo colonias a partir de 1967 más un muro que sobrepasa los 800 km de longitud desde 2002. Todo esto justificándose en premisas como las enunciadas por Menachem Begin, quien fue Primer ministro de Israel (1983-1997) y aseguraba que «nosotros (Israel) somos dioses sobre este planeta. Somos tan diferentes de las razas inferiores como ellos lo son de los insectos”.

A estas premisas se suman las palabras de Isaac Shamir quien también fuera Primer Ministro de ese país y quien se enorgullecía de que «los palestinos serían aplastados como cigarras, con la cabeza estrellada contra las rocas y paredes» y los objetivos y formas reconocidas por Rafael Eitan, quien fuera jefe de Estado mayor de las Fuerzas de defensa de Israel en 1983: cuando hayamos colonizado la tierra, lo que todos los árabes serán capaces de hacer al respecto será correr por ahí como cucarachas drogadas en una botella.

Hoy, cada edificio caído, cada hospital bombardeado en Gaza y en toda la Palestina ocupada es discurso y acción de Israel siendo Israel, cumpliendo su propósito. 

Para no contribuir al sensacionalismo y morbo que genera la difusión excesiva de imágenes de muerte y desolación en Gaza tras el asedio inescrupuloso del gobierno sionista israelí, en este capítulo de Entre Líneas también compartimos la postura de la activista palestina Rafeef Ziadah, y su poema intitulado «Nosotros enseñamos vida, señor». Una obra compartida hace más de 10 años, lo que denota y evidencia ante las nuevas generaciones que, al hablar del conflicto palestino-israelí, estamos tratado con una historia de genocidio, represión y asedio contra una comunidad de décadas y que durante muchos años se ejecutó de forma desigual o lo que popularmente se conoce como “piedras contra tanques”.

(LaIguana.TV)