La ofensiva de Israel contra Hamás ha entrado en su segunda etapa en forma de la actual operación terrestre, que se irá expandiendo para destruir las capacidades del grupo y recuperar a los rehenes israelíes del cautiverio, ha afirmado el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu.
En su alocución televisada, el jefe de Gobierno declaró que la decisión de expandir la operación terrestre fue tomada por unanimidad y calificó de «hipócritas» a aquellos que acusan a las Fuerzas de Defensa de Israel de crímenes de guerra.
Asegurando que se está librando una guerra del «humanismo contra la barbarie», Netanyahu subrayó que sus «amigos de países árabes y el mundo conocen» que si Israel no gana «serán ellos los próximos».
«Advertimos al pueblo de Gaza para que se trasladara al sur, y en cambio, nuestro enemigo utiliza hospitales y a civiles en sus operaciones», dijo el líder israelí, prediciendo que la guerra será difícil y larga.
Comparando a Hamás con enemigos bíblicos del pueblo judío, indicó que los soldados israelíes forman parte del legado de guerreros que se remonta a hace 3.000 años y que su objetivo es «derrotar al enemigo asesino» y «asegurar la existencia» de los judíos «en su tierra».
Mencionó también que se reunió con las familias de los rehenes, secuestrados hace tres semanas por militantes de Hamás. «Les aseguré que no escatimaremos recursos para traer a casa a sus seres queridos. Su cautiverio es un crimen contra la humanidad», dijo recordando que le dolía el corazón durante esa conversación.
(RT)