lunes, 21 / 04 / 2025
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Fakes y competencias: ¿Qué esperar de la CIJ y del referendo por el Esequibo? (+Entre Líneas)

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El vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, aseguró en cuanto a la disputa por el Esequibo y los organismos competentes que “la sentencia de la Corte Internacional de Justicia va a ser contra Venezuela”, por su parte, el pasado 21 de noviembre la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, denunció que el nuevo juez nombrado en la Corte Internacional de Justicia por Rumania, Bogdan Lurlan Aurescu, reconoció a Julio Borges como pseudo «canciller» de Venezuela. Aurescu está a cargo del proceso de la controversia con el territorio Esequibo aun teniendo nexos con sectores de la derecha extremista venezolana que han incluso puesto en subasta el Esequibo para congraciarse con lobbys políticos en Reino Unido.

Estas declaraciones sustentan la importancia que tiene para Venezuela desconocer a la CIJ como instancia que dirima el conflicto entre Guyana y Venezuela y reconocer los Acuerdos de Ginebra como los únicos que ofrecen una salida justa y equitativa para ambos países en cuanto a la disposición del territorio.

LaIguana.TV en una nueva entrega de Entre Líneas aprovecha la controversia para abordar competencias y pertinencias de este organismo a lo largo de  la historia y no sólo en cuanto al caso que atañe a Venezuela.

Denuncias y acusaciones con base

Lo que dice Cabello sobre lo que hará la Corte tiene antecedentes. En el caso del Esequibo esta ha realizado actuaciones y omisiones que levantan sospechas en torno a si hará aportes para preservar la paz entre los Estados, o, por el contrario, añadirá otra rayita más al enorme tigre de descrédito que acumula la ONU.

En el caso Esequibo por omisión de las Naciones Unidas hubo silencio ante los preparativos militares de Guyana, que desde 2015 ha estado participando en maniobras militares conocidas como “Tradewinds”, patrocinadas por el Comando Sur, con el objetivo de consolidar la supremacía estadounidense en esta región del Mar Caribe.

En 2012, el Comando Sur participó en el ejercicio respuesta fusionada en Guyana, el cual implicó la colaboración entre el comando de operaciones especiales de EE.UU y las fuerzas de defensa de Guyana.

La ONU también ha participado como oyente cada vez que Guyana juega en diversas ediciones de UNITAS, sobre todo en las desarrolladas en la Costa Atlántica de Colombia.

Competencias e incompetencias

Según un informe presentado por el representante permanente alterno de México ante las Naciones Unidas Juan Manuel Gómez Robledo “una de las principales críticas que suelen esgrimirse en contra de la CIJ tiene que ver con los límites de su jurisdicción, la cual requiere del consentimiento de los Estados involucrados en un asunto específico”.

Esta crítica parte de que hoy únicamente 73 Estados reconocen la jurisdicción obligatoria de la corte, lo cual equivale a poco más de un tercio de los Estados miembros de las Naciones Unidas. Algunos, como Estados Unidos o Francia, las retiraron o bien las han condicionado a una serie de reservas.

Los poderes de la corte se han visto limitados por carecer del poder de hacer ejecutar la sentencia o resolución dictada por el Tribunal Internacional, y la única manera viable que se ha encontrado y se suele aplicar, ante los incumplimientos de las resoluciones por parte de Estados condenados, es la imposición de multas, limitaciones al cupo de importación o exportación, denegación de acceso a financiamiento internacional, restricciones de comercio internacional, bloqueo comercial en general o militar, en casos de suma gravedad.

El representante de México ante la ONU, destaca la posibilidad de que la corte conozca una controversia bajo la doctrina del ‘forum prorogatum’, una que indica que un Estado puede iniciar de manera unilateral un procedimiento sin que su contraparte haya manifestado que reconoce la jurisdicción de la CIJ para el asunto en cuestión; sin embargo, aclara que la Corte no puede tomar acción alguna hasta tanto el estado contra el que se presentó la demanda consienta la jurisdicción de la CIJ. Y allí es donde Venezuela le tiene a Guyana la partida trancada, así como en su momento, cuando EE.UU. – que fue demandado ante la CIJ por haber financiado, organizado, equipado a los grupos paramilitares, conocidos como ‘contras’, en contra del gobierno sandinista de Nicaragua en la década de los 80, la Casa Blanca se defendió arguyendo que la Corte no tenía jurisdicción.

Su embajadora ante las Naciones Unidas, Jeane Kirkpatrick, desdeñó a la Corte como un “cuerpo medio legal, medio jurídico y medio político que las naciones a veces aceptan y a veces no”. Hoy, sin importar la administración de turno, EE.UU. sigue sin reconocer la sentencia impuesta por la Corte Internacional de Justicia. EE.UU se zafó y ninguneo a la Corte que hoy pretenden imponer como juez supremo ante la exigencia de respeto a su soberanía por parte de Venezuela.

Arrecia la propaganda contra Venezuela 

En lo discursivo, donde más se estimulan y libran las batallas de esta nación latinoamericana, los fakes no se  han hecho esperar y se ha incurrido incluso en la propagación vía redes sociales de falsas amenazas y chantajes del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre el ejercicio del voto.

Por otra parte, los medios de comunicación internacionales – y los expertos que citan – han querido llevar esta disputa a lo que Hugo Chávez hizo o no hizo en su momento o lo que el presidente Nicolás Maduro y su gobierno hace con lo que llaman el “desempolvamiento” de la disputa por el Esequibo y una supuesta agresión contra Guyana, pero lo cierto es, en los hechos, que Venezuela es una nación que ha sido atacada psicológica, económica, política y físicamente, y de todas y cada una de las estocadas ha podido levantarse sin victimismos y sin arremeter contra la psique, la soberanía, el territorio, y la economía de ningún otro pueblo del mundo. Y esto nunca es ni será un dato menor.

El referendo sobre el Esequibo medirá muchas cosas. Sobre todo el nivel de conciencia de quienes se quedaron en tiempos de crisis, de quienes emigraron y regresaron, y de quienes reconocen el peso de tener o no tener una identidad, de fijar postura y de actuar.

(LaIguana.TV)

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