“Más allá de la chanza, de la burla, o de la relativización de la importancia de estas escenas de una señora mostrando la foto de un señor de la tercera edad, tomemos muy en serio el laboratorio que se esconde detrás de todo eso, porque hay maldad en ese plan de ganar unas elecciones a través de un fraude orquestado, de una campaña cognoscitiva de nueva generación”, alertó Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea.
Aseguró el filósofo y comunicador político que la extrema derecha ya está cantando fraude, pero esta vez acaso tenga razón porque sí hay un fraude en curso, pero no es el tipo de fraude que la extrema derecha acostumbra a denunciar cuando pierde. “Tenemos un candidato cuyo nombre es Edmundo González Urrutia, quien, cuando se le pregunta, se presenta como un no-candidato y dice que la candidata es otra persona. Habría que analizar las leyes venezolanas para ver si esto conlleva alguna sanción penal o, al menos, electoral. Esto es un fraude”, opinó el moderador.
Recordó que quien gane las elecciones tendrá, entre otras significativas responsabilidades, la de ser comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. “Si llegara a ganar González Urrutia, cosa que dudo, él entregaría esa condición a otra persona, a través de cuya identidad se vende”, dijo.
A juicio de Pérez Pirela, esto implica que este candidato podría ser el disparador de la violencia después del 28 de julio; que podría ser el candidato de las venideras guarimbas; el candidato de la excusa para volver a cantar fraude cuando pierdan las elecciones. “Y van a perderlas porque una cosa es el aparataje 2.0 que están armando, los ‘like’, los ‘me gusta’, las trampas del algoritmo con la ayudadita de Estados Unidos, y otra muy diferente son los votos”, aseveró.
Acotó que estamos frente al mismo círculo vicioso de anteriores elecciones. La derecha lanza encuestas trucadas en las que el candidato opositor siempre va arrasando (pasó con Manuel Rosales, Henrique Capriles y Henri Falcón). Esto genera una gran euforia. Pero la segunda etapa viene con el resultado de las elecciones y significa una frustración; y eso deriva en una tercera etapa con llamados a la guarimba y a la violencia.
“La oposición no va a aceptar los resultados electorales. Es algo parecido al fraude de la promesa de la última cola. A partir de las vicisitudes que pasó el pueblo con la guerra económica y los sabotajes se estableció la plataforma para ganar votos en las elecciones parlamentarias de 2015. Nos están repitiendo el mismo formato de la última cola, pero aún más grave. Es una campaña de fraude cognoscitivo en el que una mujer levanta la foto de un señor de la tercera edad al que nadie conoce —remarcó—. Esto es algo que nunca se ha hecho a nivel planetario. Fue pensado desde los laboratorios de Estados Unidos y es un experimento en el que el pueblo venezolano tiene el rol de los ratones de ensayo”.
Comparó lo que está ocurriendo con el 11 de abril de 2002, cuando no se tenían los elementos interpretativos, hermenéuticos para entender que se estaba dando el primer golpe de Estado mediático de la historia contemporánea. “Posteriormente, fue fácil entender cómo se perpetró esa maniobra, pero en caliente era complicado. Ahora está en marcha otra maquinación de ese tipo, pues se está haciendo una campaña indirecta, fraudulenta en la que una segunda persona, detrás de un candidato desconocido, se presenta como aspirante a la presidencia, aunque su postulación sea, a todas luces, completamente ilegal”, insistió.
“Serán los años venideros los que nos darán luces para interpretar el nivel de maldad de esta operación inédita que en estos momentos se está concretando contra los venezolanos y las venezolanas”, puntualizó Pérez Pirela.
(LaIguana.TV)
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