Una iniciativa que surgió de un grupo de científicos en la época de los 70 y que, diecinueve años después, se convirtió en una política pública nacional, es ahora el Programa de Conservación de Tortugas Continentales, que busca preservar la vida de estos reptiles marinos en peligro de extinción y que, recientemente, alcanzó el hito histórico de 1.000.000 de tortuguillos arrau y terecay liberados, de los cuales más del 80% corresponde a dos décadas y media de trabajo del gobierno actual.
Sin embargo, siguen siendo las playas del campamento inicial el principal centro de anidación de donde el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) colecta los huevos de tortuguillos para, posteriormente, trasladarlos a alguno de los diversos zoocriaderos que están activos actualmente en el país, como El Patrullero de Chávez, situado en el municipio Camaguán del estado Guárico.
“De 1.000.000 de tortugas del hito histórico, 800.000 han sido liberadas en los últimos 25 años, porque el programa tuvo un impulso en 2005 con el comandante Chávez, con la ampliación y el fortalecimiento del campamento de Santa María”, declaró el ministro Josué Lorca en una entrevista para Últimas Noticias.
Desde las instalaciones del Parque Generalísimo Francisco de Miranda, situado en el municipio Sucre del estado Miranda, la autoridad del Minec explicó los retos a los que se ha enfrentado el proyecto, así como el proceso por el que ha transitado y los logros que ha obtenido en más de dos décadas siendo llevado de la mano por los gobiernos de Chávez y del actual jefe de Estado, Nicolás Maduro, a través del gabinete de ambiente.
Arrau y terecay
La vida de la tortuga arrau, conocida en la rama de la ciencia como Podocnemis expansa, y de la terecay, llamada científicamente Podocnemis unifilis, desde hace años se encuentra amenazada por diversos factores, entre los cuales se cuenta el humano como el principal de estos, puesto que suelen cazarlos para aprovechar su carne, piel, caparazón o huevos.
Lorca explicó que en el territorio nacional ambos reptiles de agua dulce han sido sobreexplotados y sobreconsumidos por las poblaciones indígenas y, sobre todo, por las comunidades de los estados Bolívar, Apure, además de otras que hacen vida en el río Orinoco y sus afluentes.
Comentó que el Minec ha estado combatiendo este peligro con educación ambiental dentro de los poblados aborígenes que están involucrados en el proceso de zoocría, entre ellos, el pueblo mapoyo del Orinoco medio. “Eso hace que se observe de manera distinta al animal; ellos ya entienden el peligro que corre”, expuso. Asimismo, desde los campamentos del ente intercambian a los indígenas alimentos por tortuguillos o huevos.
Otra situación que atenta contra las tortugas continentales es el tráfico de fauna. Existen grupos que están detrás de los huevecillos o de los pequeños tortuguillos para comercializarlos, y es que estas especies muchas veces son vendidas como mascotas a otros países de Latinoamérica e incluso a Estados Unidos y a algunos de Europa.
“Esto es algo que nosotros hemos venido trabajando con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, fortaleciendo todo lo que son las rutas de alcabalas que puedan haber dentro de los estados Amazonas, Bolívar y Apure, fundamentalmente, porque son las zonas donde hay mayor cantidad de desove de tortuga y, por ende, de tortuguillos recién nacidos”, afirmó.
El cambio climático también se suma a la serie de eventos que pueden causar la extinción de estas especies continentales. Este elemento ambiental se ha venido acrecentando con el paso de los años.
En ese aspecto, la autoridad de la cartera de Ecosocialismo comentó que, debido a los cambiantes fenómenos climáticos, en las últimas temporadas no se ha podido obtener una media parecida en la cantidad de tortuguillos nacidos. Precisó que algunas veces se ha logrado colectar hasta 525.000 huevos, mientras que otras veces solo recogen 30.000.
La diferencia en el lapso de extensión de la temporada de lluvia a la seca hace que se creen menos cantidades de espacios para el desove y, a su vez, impide que la tortuga pueda salir a cumplir el proceso. Entonces, cuando está presente en el país el fenómeno La Niña, que genera aguaceros durante varios meses, estos reptiles marinos prácticamente no salen a liberar sus huevos.
Conservación
Más de 100 trabajadores del Minec, a los que se siguen sumando voluntarios, hacen posible el Programa de Conservación de Tortugas Continentales para aumentar la capacidad de supervivencia mediante una serie de gestiones que implica la recuperación de su población.
La fase inicial de las labores se da entre los meses de diciembre, enero y febrero, cuando baja el nivel del agua del río Orinoco y se crean grandes playas a su alrededor, puesto que este evento es propicio para que los reptiles marinos salgan y aprovechen los depósitos de arena y dejar en ellos sus huevos.
Lorca indicó que el equipo de especialistas que su gabinete mantiene en el lugar marcan los espacios donde quedan guardadas las células y emplean dos fórmulas para iniciar la conservación.
La primera se basa en dejar el nido tal cual como lo creó la tortuga, marcarlo y hacerle patrullaje. Mientras que la segunda recae en la traslocación, es decir, haciendo uso de guantes de látex, se sacan los huevos y se colocan en un tobo en la misma posición en la que fueron dispuestos en la arena para luego llevarlos a una playa frente al zoocriadero y mantener constante vigilancia.
Entre los 50 y 70 días posteriores al desove comienzan a eclosionar los tortuguillos y a partir de ese momento se comienza el proceso de zoocría durante un año. En las primeras semanas tras su nacimiento suelen recibir cuidados extremos, debido a que aún tienen el cordón umbilical abierto y requieren de medicamentos para garantizar que no desarrollen ningún tipo de hongo en el proceso de cura.
En la medida en que van creciendo se les agranda progresivamente el espacio en el que se encuentran. Además, cada tres días se les cambia el agua. “Tenemos un pozo para evitar el tema de la sedimentación, que no le llegue tan sucia o con tantos sedimentos, y se van haciendo bastantes pruebas para ir midiendo lo que es su crecimiento”, explicó.
En cuanto a la comida, en primera instancia se les da los mismos concentrados que consumen las cachamas. El ministro explicó que el proceso es similar al que se emplea con las gallinas de engorde. “Al principio se le da alimento iniciador y después se cambia al alimento para el levante, para que ellas puedan crecer y fortalecerse”, dijo.
Al momento de su nacimiento la talla de estos animales alcanza los tres centímetros de diámetro, y la medida óptima para poder liberarlos es de 15 cm. “Es importante destacar que, aunque esta tortuga es propia de la cuenca del Orinoco, también se han hecho liberaciones en ríos del estado Portuguesa y Barinas, en años anteriores”, precisó.
Apoyo
Al igual que con los funcionarios de la FANB y así como de poblaciones cercanas al río Orinoco, el programa cuenta con ayuda de la empresa privada.
El ministro aseguró que los zoocriaderos privados San Antonio Abad e Inversiones Alazán se sumaron al proceso de conservación de los animales marinos.
“Igualmente estamos incluyendo a la Gobernación del estado Apure, con el hato El Cedral, para comenzar a criar, no solo a caimanes del Orinoco, sino también la tortuga arrau”, comunicó. Se prevé que para el próximo año se esté materializando esta gestión.
Añadió que al igual que las dos empresas, otras instituciones también apoyan el proyecto con aporte de alimentos. “Es una mancomunidad que va sumando”, afirmó.
Retos y metas
El Ministerio de Ecosocialismo, además de sumar espacios para la zoocría de arrau y terecay en el hato El Cedral, también evalúa mudar poblaciones al hato El Frío, en el municipio Muñoz de Apure como parte de la ampliación del programa.
Lorca expuso que cuentan con tres campamentos dentro del parque nacional Santos Luzardo, en la región apureña, y tienen como reto sumar otros más. Las comunidades indígenas, en las adyacencias del recinto, están ayudando en la colecta de tortuguillos para llevarlos a los acantonamientos y de allí a los zoocriaderos. “Se están sumando más voluntades”, exclamó.
Apuntó que el programa también tiene como desafío el comenzar a hacer un trabajo genético con las tortugas, ya que una de las debilidades que tienen es la disminución en la cantidad de machos.
“Normalmente, el histórico de la tortuga arrau, que se ha hecho, es que nacen más hembras que machos”, dijo. Al respecto, señaló que se presume que se deba a una situación de genética. “Como siempre estamos colectando del mismo sitio, de la misma playa, puede que haya algún tipo de endogamia y esto esté afectando en la producción o en la fertilidad de los huevos”, indicó.
La situación ameritará que se hagan cruces con especies arrau que estén en otros lugares específicos del río Orinoco como la parte baja de Amazonas y áreas de Delta Amacuro.
Se prevé que en los próximos meses se dé inicio al proceso para conocer las causas de la fertilidad de los huevos en los últimos años. Para esta investigación serán convocadas varias universidades y especialistas en tortugas del país.
Con respecto a sus metas, el Minec se encuentra criando 27.000 tortuguillos que serán liberados en el transcurso de 2025. Del total de estos, 18.000 están bajo el cuidado de El Patrullero de Chávez.
El ministro manifestó la necesidad de que los venezolanos conozcan las tortugas continentales, principalmente la arrau que, aunque se pueda conseguir en otros países, es propia de la cuenca del Orinoco.
“Es importantísimo que esta especie que cayó en peligro de extinción, producto de los seres humanos, nosotros mismos demos un ejemplo de cómo recuperarla”, exhortó Lorca.
(Últimas Noticias)
Más noticias y más análisis de LaIguana.TV en YouTube, X, Instagram, TikTok, Facebook y Threads.
También para estar informado síguenos en:
Telegram https://t.me/LaIguanaTVWeb
WhatsApp https://whatsapp.com/channel/0029VaHHo0JEKyZNdRC40H1I
El portal de Venezuela.