lunes, 21 / 04 / 2025
– Publicidad –

Sandino Primera se sienta en El Sofá: Desde Alí, hasta Montaner, Menudo y su nuevo disco

Publicado el

Muchos querían que Sandino Primera fuese su padre, pero se rebeló contra un destino que ya parecía escrito. Desde entonces no ha hecho más que sacudirse de quienes han intentado maniatarlo.

Es un tipo altamente creativo, que no pasa desapercibido, pero también un padre dedicado a su chamos.

Con Sandino Primera, conversamos para La Iguana.

—¡Que gusto saludarte, Sandino!

—¡Al fin!

—¿Vienes de ensayar?

—No. De grabar…

—¿Disco nuevo, concierto?

—Un álbum nuevo, sí.

—¿Cómo te sientes con eso?

—Estamos felices. Aquello que en un momento fue una inventadera y luego se realiza es emocionante, entonces te empiezas a preguntar ¿qué más? Vamos más allá y más allá, y en ese proceso estamos, logrando un álbum del que nos sentimos muy contentos.

Te lo digo a tí, Ernesto, y a la gente que se sienta con nosotros en El Sofá, estamos logrando un álbum soñado, con el sonido de este territorio, de la música venezolana. Y no precisamente la música llanera, que aunque grabamos un pasaje llanero, éste es un álbum que recoge el sonido venezolano bailable.

—Tú vienes con unos años de experimentación musical. ¿Qué te movió del cuatro solista, a tener una banda?

—Con este ensamble ya tenemos 8 años juntos, aunque hemos cambiado algunos integrantes, pero digamos, la esencia se mantiene, la búsqueda, las necesidades de exploración constante en la música venezolana…

—Sandino, al principio del programa citamos el tema “No quiero hacerte mía”, ¿Alguna vez te sentiste tentado por el mundo de la música comercial?

—¡Claro, huevón! Yo quería hacer música, y mi mamá, a mis espaldas, le dio un casete a Ricardo Montaner. Uno que yo había grabado con canciones mías, con el cuatro. Montaner acaba de firmar a mis hermanos Servando y Florentino. Ricardo escuchó eso y de inmediato me llamó y me propuso hacer una maqueta. ¡Yo estaba feliz! porque era la música que yo componía. Tenía apenas 16 años cuando él me llamó. Yo pensé ¡por fin me firmó una disquera!

Grabé ese álbum en 1997, de donde sale ese tema que nombras, un tema que compuso Frank Quintero, el álbum se llamó El principio del amor, luego el 99 sale otro que se llama El enamorao.

Llegado el 2000 o 2001, le digo a la disquera que tengo listo otro álbum y ellos me dijeron algo que no me gustó: querían hacer un disco de éxitos ¡Te imaginas! Yo solo había grabado dos discos y seguía creando, pero a ellos les interesaba recuperar inversión. Me sentí utilizado, en el sentido de que yo tenía mucho que aportar, mucho que hacer. Me sentí como una mercancía.

—¿Un despertar de conciencia?

—Yo, sin mayor conciencia, digamos del sistema, y mucho menos política, aunque eso era parte de mi vida, porque todo lo que me rodeó desde siempre fue la política. Pero lo he dicho mucho yo era muy tibio. Lo mío era la echadera de vaina, la sonrisa, la alegría, la muchacha, la curda. Lo mío no eras enfrascarme en una discusión política. Pero sí entendía, desde el punto de vista creativo, que eso que me proponían no era… y en ese momento pedí la libertad.

—¿Qué se vino con la libertad de la disquera?

—Ocurrió un viaje a Estados Unidos, fui al nacimiento de mi sobrina y allá, un productor selecciona una canción mía para grabarla. Yo quería un tiempo determinado para esa canción, y el productor me dijo que no. Entonces, bueno, de nuevo apareció el Sandino obstinado. Sentí que el arte no debía ser limitado, y eso me hizo apartarme del mundo comercial.

Luego grabé un disco con Jean Sánchez, conocido como Chimarras. Un gran productor e ingeniero de sonido venezolano, ganador de premios Grammy, incluso… pero la disquera decía que yo debía arrimarme a la música urbana en ese momento. No quise más imposiciones. Pero muy lejos de frustrarme, seguí componiendo.

—¿Así llegaste a la canción de hoy?

—Fue en 2006, cuando empezó a nacer una canción de manera espontánea, que es la canción que da inicio a lo que hoy, después casi casi 20 años, es la razón por la que estamos aquí hablando…

—Sandino al dejar el mundo del espectáculo sacrificaste hasta dinero…

—Ganarme esa libertad musical implicó perder otras… pero para mí no fue un conflicto, no sentí que me estaba enfrentando algo, simplemente se trataba de ser, y yo seguí siendo, componiendo, creando en base a la conversa con mis amigos, con la familia, mis hermanos, en lo que yo creía. No fue un Rage Against The Machine, que me voy a enfrentar al sistema ¡No, nada de eso!… fue muy natural.

—¿Fue una Rebeldía eso, Sandino?

—Sí, se siente rebelde, pero no fue una cosa de enfrentarme, fue un proceso espontáneo, de una insurgencia, de ser subversivo por decirlo así, o de subvertir sin querer queriendo, como diría el Chapulín.

—Me hablas de 2006 y esa fue una época muy efervescente, políticamente hablando… tus canciones no chocaron con algunas sensibilidades, ¿te censuraron?

—Bueno los canales de televisión, donde yo antes había salido libremente, donde había firmado contrato, me trataron como si no existiera. Entonces pudiera decir que sí, una especie de censura hubo. Miraron hacia otro lado, más nunca Sandino Primera existió. ¿Y por qué un programa como Sábado Sensacional nunca me invitó a cantar? Si yo seguía grabando, cantando… ahhh, ahí me di cuenta que, lógicamente, había un conflicto de valores, de intereses, y era político. Aunque yo nunca me inscribí en ningún partido.

—Otra cosa, Sandino, ¿aparte de tus canciones has escrito para otra gente?

—Si vale. ¿Recuerdas que hubo una evolución de Menudo? Salió un grupo llamado MDO, y uno de esos integrantes, Daniel se llamaba, sacó un disco solista. Le dio una canción llamada Yo que tanto te amé…  También compuse una canción junto a Florentino, se llama Me duele quererte… 

—Te pregunté por el yugo artístico, también te quiero preguntar ¿sientes que te liberaste de la historia paterna, del peso de la historia de Alí Primera?

—Bueno, eso sigue siendo un proceso aún hoy. La naturaleza humana parece que necesita comparar, tenemos la necesidad de juzgar ¡Todos juzgamos! Yo le he quitado a eso la connotación negativa porque lo terrible no es el juicio, sino la condena, que después de hacer el juicio condenes.

Pero te digo, Alí Primera es uno de los creadores más importantes de este país. Se destacó por su capacidad artística, pues cantaba, incluso canciones de otras personas, y las cantaba muy bien. Por su militancia política es que lo meten preso, y a partir de que lo meten preso él hace esa primera canción que es Humanidad… y es por lo que conocemos Ali

Entonces yo a Alí me lo encuentro en el camino, no es que él me hizo ser no eso no es así. Porque, con todo respeto, a mí no me gusta la jaladera de bola.

Yo no me fusilé las canciones de Alí para hacer lo que hago. eso es falso.

—…pero, ¿nunca te quisieron hacer sentir o te sentiste obligado a hacer Alí Primera?

—¡Claaaaro! Era como si la gente estuviese pendiente de que Alí reencarnara en mí, para hacer una cantidad de cosas, para ponerme al frente de una cantidad de cosas, y yo dije ¡no! Como dice un tío mío: están más pelaos que huevo pa’ ensalada… Y eso, a la vez, me hacía más irreverente. Pero Dios no le da cacho a burro, porque hay gente que quería estar en esta situación. Por otro lado escuchaba gente que me decía: mira, tu papá no era de esta forma, y yo decía: ¡bueno, gran huevoná, porque yo no soy así!

—Habría sido muy fácil apoyarte en el trabajo musical de tu padre…

—Habría, pero creativamente ¿qué habría sido eso? Mira, si yo antes solté lo que me garantizaba, entre comillas, la sustentabilidad económica, material. Solté eso… para mí hubiese sido mucho más justificable apoyarme en Alí. Fíjate, los hijos de Bob Marley hacen la música de Bob Marley. Yo me hubiese podido agarrar del bastón de Alí y te aseguro que, muy muy seguramente, me atrevo a decir esto, yo estaría mucho mejor materialmente, me hubiese posicionado mejor. Pero creativamente eso no era posible.

—Políticamente también alimentaste tu camino propio ¿qué te acercó al costado político?

—Quizá, la noción de que casi todo está por hacer, y que nosotros seguimos siendo dependientes. Eso es una realidad, no que es algo que te inventaste, no es un discurso político e ideológico, y una realidad que te cachetea durísimo. Eso te da mucho ánimo, a mí me da mucho ánimo creativo y me hizo ver todo…

—Epa, ¿tú tienes tres chamos?

—Tengo cuatro… y todo me encanta. Dormir con mis hijos es de las cosas que más me gusta. Constantemente pienso en eso. Disfruto mucho ser amigo de mis hijos, confidente, ser íntimo, que me cuenten sus secretos.

—¿Es la imagen del papá que conservas de Alí?

—Yo soy así con mis hijos. A mí me encanta, lo disfruto muchísimo. Ya el Mayor tiene 16 años y rumbear con él es una alegría…  en cada uno de sus etapas, son muy creativos y son geniales.

—Sandino, ¿es cierto que la muerte de Ali te afectó tanto que dejaste hablar?

 —Así me dicen que fue. No lo recuerdo, pero sí recuerdo la tristeza. Tengo el recuerdo. Después de tres años de su muerte, estaba en casa de mi madrina Egda Zamudio. De pronto pusieron una canción de Rocío Dúrcal, esa que dice: Como quisiera, que tú vivieras… Yo estaba sentado en un puf,  ¡y de pronto exploté! Empecé a llorar, pero de una manera descontrolada, tenía como 9 años. Me fui corriendo porque sentía miedo, yo lloraba y no paraba de llorar, y no quería que me vieran. Ahí fue cuando entendí que más nunca vería a mi padre… tres años después.

—¿Qué hay de eso en la película que está por estrenarse sobre Alí?

—Bueno, aún no la he visto. Al principio querían que yo fuese Alí, y yo les expresé ¿tú sabes todo lo que me ha costado a mí, zafarme de ese personaje, de esquivarlo, de avanzar, trascender?, para que me hagas meterme en ese personaje. Pero más de un año después me propusieron hacer de Antonio Isidoro, mi abuelo, el papá de Ali. Y entonces dije sí va…

—¿Cómo te fue jugando a ser tu abuelo?

—Qué experiencia tan poderosa… Al hacerlo a él recordé que mi abuelo era zurdo, y yo toco el cuatro con la zurda, y él también era cuatrista. pero esencialmente era un campesino. Fíjate, en la partida de nacimiento de Alí, mi abuelo se presenta como “vecino y agricultor”.  Él era eso y le tocó ser policía porque hubo una sequía muy ruda en Falcón, estaba muriéndose de hambre, y un primo le da la cancha para trabajar como policía, y él se va, y muda toda la familia a Coro.

Era un campesino que justamente por eso, por ser campesino, por hacer juguetes con los presos para sus hijos, por jugar dominó con ellos, por ser ese ser humano tan maravilloso, es que nunca esperó que, ocurriese un tiroteo en el escape de un preso y recibió una herida de muerte.

—Sandino, ¿la película te reconcilió con la historia de tu abuelo?

—Todavía estoy viendo esa sensación…

(Ernesto J. Navarro / Laiguana.tv)


Más noticias y más análisis de LaIguana.TV en YouTube, X, Instagram, TikTok, Facebook y Threads.

También para estar informado síguenos en:

Telegram de Miguel Ángel Pérez Pirela https://t.me/mperezpirela

Telegram de Laiguana.tv https://t.me/LaIguanaTVWeb

WhatsApphttps://whatsapp.com/channel/0029VaHHo0JEKyZNdRC40H1I

El portal de Venezuela.

Artículos relacionados

Continue to the category