La revista estadounidense WIRED publicó un extenso reportaje con el testimonio exclusivo de ocho exfuncionarios de la administración del expresidente Donald Trump y de la CIA, quienes contaron todos los planes y operaciones que emprendieron en el año 2019 para derrocar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El medio confirma que el magnate y actual candidato presidencial intentó “realmente” sacar al jefe de Estado venezolano del poder.
“La administración Trump pensó que si Estados Unidos podía interceptar o sabotear de alguna manera los barcos petroleros que navegaban de Venezuela a Cuba, podría asestar un golpe a ambos regímenes. Altos funcionarios de la administración se reunieron con expertos paramilitares para analizar la mecánica de una operación de ese tipo”, detalla WIRED.
A continuación los principales detalles de la campaña encubierta asistida por la CIA durante la administración de Trump, para atentar contra la estabilidad política, económica y social de Venezuela:
– Tras el reconocimiento de Juan Guaidó como “presidente” de Venezuela, Trump recurrió a la CIA para derrocar a Maduro.
– La CIA armó rápidamente un grupo de trabajo sobre Venezuela, cuyo primer objetivo era ampliar los esfuerzos para piratear las redes del gobierno venezolano y otros objetivos de infraestructura con fines de recopilación de inteligencia.
– Sin embargo, este grupo se topó con obstáculos. Tuvo que luchar, a veces sin éxito, por el acceso a recursos importantes, como los equipos de piratería de élite de la CIA y la NSA. Uno de los exfuncionarios consultados comentó que los altos funcionarios del Pentágono “se opusieron con fuerza” a que los recursos de piratería de la NSA se redirigieran a Venezuela.
– Esta lucha interna por los recursos demoró los planes. Hasta que finalmente, la CIA llevó a cabo con éxito un ataque disruptivo contra Maduro: un ciberataque al sistema de nóminas administrado por el Estado que se utiliza para compensar a los miembros del ejército de Venezuela, según cuatro funcionarios de la administración Trump y exfuncionarios de la CIA.
– Este ciberataque provocó descontento entre los soldados por la falta de pagos, a quienes se les negó el derecho a recibir sus salarios.
– A la par, la CIA tenía otros frentes. La agencia lanzó una campaña encubierta de influencia para difundir contenido «pro democracia» en línea en Venezuela. A través de este programa se patrocinaba en secreto capacitaciones de liderazgo y brindó apoyo a grupos cívicos venezolanos, según exfuncionarios estadounidenses.
– Estas iniciativas “pro democracia” generó rechazo en la línea dura de la administración Trump: Fue “la estupidez más vergonzosa de la historia”, dice un exfuncionario de seguridad nacional: “Ni siquiera siniestra”, sino “puramente vaga”.
– “La persona promedio ha perdido 25 libras”, dice un exfuncionario. “No tienen comida, no tienen electricidad, no tienen trabajo, no tienen medicinas. ¿Y les vamos a hablar de democracia?”, comentó.
– Las grietas entre la administración Trump y la CIA, en torno a Venezuela, continuaron apareciendo. Algunos funcionarios de la administración creían que la CIA se estaba centrando en los esfuerzos de promoción de la democracia para eludir la realización de operaciones encubiertas más duras.
– “La CIA no es el Mossad. Es una agencia agazapada, burocrática y poco atrevida (…)” le dijo Bolton a WIRED.
– Funcionarios de inteligencia y del Pentágono de Estados Unidos se oponían firmemente a que hubiera tropas estadounidenses en el país. Esto iba en contra-vía a lo que solicitaban otros portavoces del Gobierno gringo que querían a los marines en Venezuela.
– Colombia se sumó al plan conspirativo, dicen exfuncionarios de Trump. “Los colombianos tienen una larga historia de colaboración con los paramilitares de la CIA y el Pentágono”. Entre los objetivos estaba inutilizar los aviones de combate Sukhoi, aunque sin éxito.
– Los llamados “Halcones” del Departamento de Estado, liderados en este caos por Bolton, a pesar de los fracasos, buscaban mantener a Trump centrado en derrocar a Maduro. Pero a medida que avanzaban varios esfuerzos, la confianza del presidente Trump en el equipo de Guaidó comenzó a flaquear.
– Trump simplemente no estaba seguro de que Guaidó fuera apto para el cargo. A diferencia del “fuerte” Maduro, Trump pensaba que Guaidó era “débil”, escribe Bolton. A principios de marzo de ese año, según las memorias, Trump le dijo a Bolton: “No tiene lo que se necesita”.
– A pesar de esta idea que tenía Trump de Guaidó, los “halcones” idearon un plan para “el día después” de que el hoy prófugo de la justicia venezolana “asumiera el poder”.
– Un programa piloto encabezado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, conocido como “Venezuela Day One”.
– En qué consistía este plan: implicaba la distribución masiva de tarjetas de débito precargadas a los venezolanos por parte del banco español Banco Santander. Ese plan, junto con otras iniciativas del “día después”, terminó archivado. Banco Santander rechazó la solicitud de WIRED para hacer comentarios.
– Se fueron zanjando profundas diferencias en la manera de abordar el caso Venezuela entre los funcionarios de la administración Trump, incluido el propio presidente. Esto conllevó el cierre de la embajada de EEUU en Venezuela.
– Al cerrar la embajada, dicen los funcionarios de la era Trump, los esfuerzos de Estados Unidos para derrocar a Maduro sufrieron un duro golpe. “Todo se arruinó de la manera más estúpida”, dice un exfuncionario de seguridad nacional.
– A la par, en Venezuela la oposición iba de error en error, aseguran los testimonios.
– Después de una serie de demoras, el plan de Guaidó para derrocar a Maduro finalmente se materializó el 30 de abril de 2019. Ese día, Guaidó anunció públicamente la “Operación Libertad”, exhortando a los militares a desertar y convocando a protestas masivas en las calles. “Entonces, todo se vino abajo”.
– Aunque la oposición venezolana -y la administración Trump- avanzarían con dificultad en sus intentos de derrocar a Maduro, se había perdido la mejor oportunidad. Los funcionarios de la administración Trump se encontraron «dando vueltas en círculos durante meses», dice un exfuncionario de seguridad nacional.
– Si la CIA hubiera intervenido con más fuerza entre enero y abril —cuando los cismas dentro del ejército y entre otras élites venezolanas eran mayores y Guaidó tenía más impulso— podría haber ayudado a catalizar el derrocamiento de Maduro, dicen exfuncionarios. Pero la agencia no lo hizo.
– Después de la operación de sabotaje de nóminas, la Fuerza de Tarea de Venezuela comenzó a debilitarse. “Los funcionarios de la CIA “hicieron esto 16 horas al día durante cuatro semanas. Y luego se acabó, a nadie le importa una mierda”, dice otro exfuncionario de la agencia.
– “Trump nunca le dio suficiente prioridad al resto de los componentes de seguridad nacional del gobierno” para ayudar a derrocar al líder venezolano, dice un exfuncionario de alto rango de la administración.
– En septiembre de 2019, Trump destituyó a Bolton, el impulsor más firme de los esfuerzos de la administración relacionados con Venezuela.
– Con la llegada de Biden al poder, comienza una política de concesiones. Tampoco funcionó.
– Finalmente, las fuentes señalan que en la actualidad, las agencias de inteligencia estadounidenses tienen “mucho mejor acceso” a la información relacionada con Venezuela. “Podría haber algún beneficio en el futuro”.
(Laiguana.tv)
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