En el mundo de la música dicen que nuestra cantante invitada posee una afinación envidiable.
Es una cantante lírica formada académicamente, pero que muy rápido abrazó la música popular venezolana. Ha grabado cuatro discos como solista, y publicó un libro. También se desempeña como profesora de canto en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte). Más recientemente, comenzó a estudiar astrología, pero en serio…
Hoy, la cantante Fabiola José, se sienta en El Sofá.
—Fabiola, bienvenida, ¿cómo estás?
—¡Gracias, gracias! Estoy feliz, muy contenta realmente de estar aquí en este sofá y de poder intercambiar, así como en casa.
—Estamos súper contentos de que vinieras. Yo traje café porque me dijeron que con una taza de café pasas toda la noche conversando, que se te da muy bien conversar con el café por medio.
—¡Por supuesto! Tú sabes que uno de los grandes placeres es el café, el chocolate, para mí ambos son un elixir.
—Tú estás dentro de esa gente que fue evangelizada por el café de Cecilia Tood…
—Por supuesto, por supuesto (ríe).
—Fabiola, a lo que vinimos. ¿Tú eres una cantante lírica prestada a la música popular o viceversa?
—No, no, no, no, no. Yo soy una cantora de música popular de Venezuela. Así me siento. Lo que pasa es que estuve un tiempo estudiando. Cuando yo me vine para Caracas a estudiar, yo soy oriental…
—Eres de Puerto de la Cruz, ¿no?
—Yo soy de Puerto de la Cruz, y cuando me vine a Caracas a estudiar, lo que había era canto lírico, entonces yo dije bueno…
—…¿pero si viniste con la intención de estudiar canto?
—Si, con la intención de estudiar canto, de estudiar música, pero lo que había en ese momento. Ahora, en UNEARTE por ejemplo, hay canto popular y en todos los conservatorios o no sé si en todos pero en la inmensa mayoría, se imparten clases de canto popular, pero en ese entonces no, era canto lírico. La academia era canto lírico, entonces uno decía: bueno voy a meterme por ahí y ya después veré… La verdad es que yo lo pasé muy bien.
—Tú lo estudiaste música en serio, porque estudiaste una licenciatura, luego hiciste estudios especiales… todo ha sido como en el medio de la música…
—Yo me fui para Francia y aún no me había graduado todavía, porque además en ese momento me salió lo de Francia y entonces estaba con la tesis y no sé qué, me fui y estuve cantando allá en el Teatro de la Ópera de Estrasburgo. Ellos tienen un estudio de ópera que son estudios de jóvenes cantantes, gente que estudió la carrera pero que necesita justamente foguearse, ¿no? Y estuve ahí y lo pasé muy bien, la verdad que es súper chévere.
—¿Ahí hiciste una pasantía?
—Ahí estuve haciendo una pasantía. Luego me contrataron para una ópera, me dieron un papel allí, muy pequeño, porque era dentro de una ópera de Wagner… canté con ellos y tal, y bueno hicimos un montón de conciertos. Tuvimos varios conciertos en, y también en París hicimos una ópera, bueno fue súper chévere, fue muy bonito.
—¿Qué edad tenías, Fabiola?
—Veinti algo, veintisiete, por ahí…
—¡Mira! Yo tengo aquí en mis notas, que eres licenciada en música, mención canto lírico. Luego tienes estudios de especialización en artes y culturas del sur. Eres maestra honoraria de Uneartes, además te publicaron un libro que se llama Cantar desde el Sur y hasta hiciste radio, todo tu universo gira alrededor del canto y la música…
—Totalmente, siempre fue así desde chiquita. Mi mamá dice que yo al año ya hablaba, y que ya cantaba entonces. Yo no les creía, yo decía: ¡Esta gente está exagerando! Pero resulta que Simón, mi hijo, desde muy chiquito comenzó a canturrear… y sí, claro, somos un pueblo muy musical y en mi casa se escuchaba mucha música.
—¿Pero tus padres son músicos?
—No, mira. Mi abuela materna cantaba muchísimo, pasaba todo el día cantando y silbando, como yo. Mi mamá canta bien, pero ella es así como que le da mucha vergüenza, es muy tímida, y mi papá sí tiene una cabeza un ajo en el oído musical, pero es un melómano, es una persona que le encanta la música que siempre compró discos y tenía montones de música variada y sobre todo música venezolana.
—¿Tienes dos hermanos?
—Tengo tres hermanos.
—Ah… es que vi unas fotos tu cuenta de Instagram. Una foto muy bonita con tu mamá contigo y dos niños más…
—Eso es en Argentina. Yo tenía ahí como cuatro o cinco años.
—Mira, Fabiola ¿y dejaste el canto lírico?
—Lo dejé, lo dejé, o sea tuve mi transición… mi idea siempre fue estudiar canto popular, luego me fue chévere por ahí, me fui para Europa, chévere, buenísimo. Allá conseguí a este maestro: Tom Krause, que lo conseguí en España, y Tom tenía una cosa, es un cantante lírico muy importante, pero él tenía algo, que es que uno llegaba a clase y él estaba tocando música popular en el piano y cantando, él no tenía prejuicio, la mayoría o muchísimos de los cantantes líricos tienen un prejuicio y te dicen, no, cuidado, te dañas la voz, cantando música popular y tal, pero Tom no tenía ese prejuicio. Decía que el canto lo que tenía que ser era liberador, que la voz estaba allí, lo que había era que liberarla, ¿no? Esa es su filosofía. Por eso yo retomo eso y le llamo canto liberador.
Yo lo mezclo con mis elementos de la música venezolana y no necesariamente venezolana, en mi caso venezolana, pero puede ser la música argentina para los argentinos o puede ser la música peruana para los peruanos, pero es algo que tiene que ver con esa conexión de la tierra, con esa conexión como ancestral y que al mismo tiempo te atraviesa, y bueno, también es una conexión cósmica, ¿no? Entonces, bueno, para mí el canto tiene que ser liberador de esa manera o sea no es cantar cualquier cosa.
—¿Te sentiste más cómoda con la música popular?
—Totalmente. Era mi espacio donde yo quería estar desde siempre, lo otro me encantó, lo pasé súper chévere, aprendí cosas maravillosas, además la parte teatral porque con la ópera estás también como en el escenario y tienes que actuar un rol y toda la cosa, pero siempre era como que la música me hacía falta, la música venezolana.
—La música tradicional venezolana tiene infinidad de formas expresivas….
—Lo que quieras. Por ejemplo, tú escuchas cantar a Francisco Pacheco y tú dices, bueno, es la afrodescendencia ahí, pero en pleno, y escucha a Lilia, entonces, es otra cosa, ¿no? Pero es que es un abanico muy grande, gigantesco y además, que yo siempre le digo a los estudiantes, que canten lo que les guste, porque en realidad aquí tenemos tantos géneros, tanta música bella espectacular pero distinta además, nada más en navidad tienes un montón de géneros impresionantes…
—Hiciste cuatro discos, ¿todos son de música tradicional venezolana? —No, no, tenemos un disco de boleros venezolanos. Ese disco de boleros surge porque me habían pedido un concierto de boleros y yo decía, no, pero yo no soy cantante de boleros, claro uno canta boleros en la fiesta, una siempre cantaba boleros, mi mamá cantaba boleros… entonces me insistieron tanto, tanto que yo dije mira vamos a hacer una cosa, vamos a hacer un concierto de boleros venezolanos, y de ese repertorio salió el disco.
—¿Cuándo empezaste a enseñar?
—Comencé a enseñar ya en la universidad, en el IUDEM. La profesora Belén Ojeda, que es una súper pedagoga maravillosa, poeta además, me dijo para que estuviese como profesora de canto del coro del IUDEM, entonces yo estuve un tiempito bueno dándole unas clases allí…
—Fabiola, tú silbas todo el tiempo…
—Yo soy silbona… la silbona. Yo voy así, y tengo melodías en la cabeza. Y sin darme cuenta, la silbo.
La entrevista con Fabiola José es más extensa. Todo lo demás está en el podcast El Sofá, de LaIguana.tv, que puedes ver en vivo en nuestras redes sociales, y en nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/@LaIguanaTV-Television.
(Ernesto J. Navarro / Laiguana.tv)
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