¿Cuánto vale la vida de un gigante de 200 años? Esa es la pregunta que hizo el ambientalista colombiano Nicolás Ibargüen, luego que el Vaticano cortara un árbol de 200 años para decorarlo con luces y colocarlo en su plaza central.
“Doscientos años para crecer, 20 minutos para morir”, lamenta el ambientalista en su mensaje en las redes sociales, acompañado de un video.
“Un gigante que no solo era un árbol, era memoria, era tiempo, era vida. Pero en lugar de honrarlo, lo reducimos a un adorno pasajero. Doscientos años respirando por nosotros, purificando el aire y sosteniendo la vida (…) Y ahora, solo será parte de una tradición que dura unas pocas semanas”, expresó Ibargüen.
El ambientalista denuncia que “este acto lo comete una institución con millones de seguidores en el mundo que predican amor y paz”.
“¿En qué momento dejamos de ver la vida que hay en un árbol para enfocarnos solo en las luces que lo decoran? El mundo no necesita más adornos ni más símbolos vacíos. Necesita que recordemos que la verdadera Navidad está en la conexión, no en la destrucción”, enfatizó.
(Laiguana.tv)
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