El juez federal James Boasberg fue el encargado de emitir la orden que prohíbe temporalmente las deportaciones de migrantes en EEUU al exterior, amparadas por la invocación de la ley de Enemigos Extranjeros, una norma que data desde 1798 y no se había usado desde la Segunda Guerra Mundial.
Recordemos que dicha normativa fue desconocida por la administración de Donald Trump, al enviar el pasado 16 de marzo a 238 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en El Salvador.
Ante este hecho, Boasberg advirtió que la administración gringa podría enfrentar consecuencias si se determina que violó la orden, reseñó la agencia Reuters.
En este sentido, el juez federal otorgó al gobierno estadounidense un plazo para que revele los detalles en torno a las expulsiones de los migrantes venezolanos y manifestó su escepticismo de que el cumplimiento de la orden pusiera en peligro la seguridad nacional, como lo argumentó el Secretario de Estado, Marco Rubio.
El pasado martes, Trump pidió el impeachment de Boasberg, lo que provocó una reprimenda del presidente de la Corte Suprema, John Roberts. La administración gringa lo acusa de extralimitarse en su autoridad.
Precisamente, el presidente de Estados Unidos y su gabinete incrementaron este miércoles la presión para destituir al magistrado luego de que el congresista republicano Brandon Gill presentó artículos de destitución en la Cámara de Representantes para iniciar el proceso.
(Laiguana.tv)
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