“La guerra contra Venezuela es total: se ataca al pueblo migrante, que es secuestrado, vejado, enviado a campos de concentración; se ataca al petróleo venezolano, amenazando con aranceles a cualquier país que lo compre; y ahora, Marco Rubio se ha atrevido a amenazarnos militarmente desde ese apéndice de la ExxonMobil que es la República Cooperativa de Guyana”, advirtió Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa semanal Desde donde sea.
“Se están viniendo con todo contra el pueblo venezolano, contra la República Bolivariana de Venezuela, contra sus migrantes, contra el petróleo, contra nuestra economía. ¡Con todo!”, subrayó.
A su juicio, hay al menos tres flancos de batalla, tres temáticas fundamentales de ataque: la criminalización de los migrantes; la guerra comercial contra nuestros recursos energéticos; y un escenario bélico, vinculado al territorio de la Guayana Esequiba.
Agresiones a los migrantes
Con respecto al primer eje, Pérez Pirela mostró su indignación por los maltratos infligidos a los venezolanos y las venezolanas en Estados Unidos. “Por ser venezolano te convierten automáticamente en delincuente, por tener un color de piel café con leche o un tatuaje. Nos cansamos de advertirlo: estaba propiciándose una cacería de brujas contra los venezolanos que se fueron, una matriz de opinión nauseabunda, desgraciada, sin nombre”, expresó.
Puntualizó que la construcción del clima apropiado para incitar a una migración masiva comenzó con el documental Caracas, ciudad de despedidas, célebre por la frase “me iría demasiado”, de uno de sus protagonistas. “Fue el primer eslabón de una campaña de marketing brutal contra Venezuela. Parecía una bobería, pero no lo era. Luego vino la guerra económica para que en el país no hubiese bienes de primera necesidad. Empujaron a venezolanas y venezolanos fuera de sus fronteras. Apareció Chataing haciendo reportajes en lugares de Suramérica con los migrantes que ‘huían’ del socialismo; comienzan también los mal llamados influencers, a actuar desde Miami y Bogotá y Madrid. La dirigencia política ultraderechista se lanzó en campaña: este país no sirve, hay que dejarlo. Lentamente comenzaron a trabajar la autoestima, a decir que era un rayón ser venezolano o quedarse aquí. Comenzaron a jugar con la dignidad y el patriotismo hasta que esto se volvió una avalancha. La ACNUR, que estaba en las zonas fronterizas o en países como Estados Unidos y España, les decía a los migrantes que se declararan perseguidos políticos. Una campaña económica, financiera, psicológica e identitaria. Llegó un momento en que pareciese que había más venezolanos afuera que adentro, que este era un país vacío, que los que estábamos aquí no existíamos. Trabajaron para dividirnos entre los de allá y los de acá. Solamente se hablaba de lo venezolano cuando estaba en Miami, en Madrid, en Bogotá”.
Añadió que luego de propiciar el éxodo, tenías preparada una celada, una trampa. “Cuando ya estaban afuera, comenzó otra campaña, calificándolos de delincuentes, diciendo que eran del Tren de Aragua, la red de delincuencia más grande y temible que jamás haya existido —rememoró Pérez Pirela—. En la realidad, era una banda regional, ni siquiera nacional, con un par de centenares de miembros. De pronto se volvió un peligro de Estado para EEUU. El Ejército más grande del mundo temía y teme al Tren de Aragua. Y había supuestas ramificaciones en Colombia, Ecuador, Perú, Panamá. De ahí a decir que todos los venezolanos hacen parte del Tren de Aragua había un paso. Llegó Donald Trump a la presidencia y Marco Rubio y Elon Musk, a su equipo de gobierno y comenzó la cacería, la xenofobia, el racismo, una campaña de persecución contra los venezolanos y las venezolanas, nuestras hermanas y hermanos, primas y primos, tías y tíos, madres, padres, abuelos, sobrinos, hijos e hijas”.
El moderador reveló que encontraba en la Universidad de La Habana, en actividades académicas y de deliberación sobre las comunicaciones en Nuestra América, cuando se enteró del secuestro y la deportación ilegal de venezolanos. “Se me bajó la tensión, no podía creerlo, cuando vi ese show que montó el fascista y racista Bukele, con aviones, con drones, agarrando a esos muchachos, esposados, humillados, vejados, cacheteados, pateados, escupidos —deploró—. Se atrevieron a tanto. Bukele cobrando por cada secuestrado 20 mil dólares. Y luego llegó la secretaria de Seguridad de EEUU, felicitándolo por estas acciones racistas y fascistas. Los enviaron a ese país sin juicio, atentando contra todos los derechos humanos, sin que hubiesen cometido delito alguno en El Salvador. Les dio la gana de agarrar a los venezolanos y encarcelarlos en un tercer país. Me sentí en 1940, en los campos de concentración de Hitler”.
Insistió en revisar el contexto histórico, pues estos venezolanos y venezolanas fueron empujados a migrar con guerra económica, sanciones, bloqueos y operaciones psicológicas, y ahora son tratados peor que animales, sin ningún amparo jurídico, echados a un campo de concentración.
“Y sale María Corina Machado a apoyar esto contra quienes deberían ser sus compatriotas. Lo mismo Leopoldo López, Juan Guaidó, Julio Borges. Tienen la desfachatez de defender esta barbarie, esta tropelía, y se dicen venezolanos y venezolanas”.
Ataque al petróleo
El segundo elemento de la guerra total contra Venezuela es el ataque a la industria del petróleo. “Trump aparece anunciando nuevas sanciones y bloqueos, dirigidos a las empresas y países que compren petróleo venezolano. Su jugada es sacar a todas las empresas de otros países para quedarse ellos, en forma exclusiva, con el petróleo venezolano, en nombre de la democracia y la libertad. Quieren tener una PDVSA paralela, un ministerio de Petróleo paralelo, un paragobierno que se encargue de la explotación y comercialización de nuestro petróleo”, denunció.
La amenaza bélica
Además de apretar en el plano humano y en el plano económico, EEUU también recurre al terreno bélico. “Marco Rubio, hablando desde ese apéndice de la ExxonMobil que es la República Cooperativa de Guyana, se atrevió a amenazar a Venezuela, a declararle la guerra si osamos patrullar o ejercer soberanía en nuestro territorio y en las aguas marítimas que genera el Esequibo —dijo—. Nos amenazó de frente”.
“Aquí lo dijimos el mismísimo 28 de julio, luego de conocerse el resultado electoral: se vienen ahora por el Esequibo. Pronosticamos que la guarimba internacional sería armada en el Esequibo. Las palabras de Rubio así lo confirman. Nos amenazó de frente en la misma semana que atentaron contra nuestros compatriotas; la misma semana que amenazaron al mundo entero con sanciones si negocian con Venezuela. La estrategia es total, no nos equivoquemos ni seamos ingenuos”.
Pérez Pirela mostró a la audiencia el video con las declaraciones de Rubio, en las que se registra la amenaza de una manera muy directa, luego de calificar como ilegítima la reclamación territorial de Venezuela.
“Desde que era congresista, Rubio estaba loco por declararle la guerra a Venezuela. Era su sueño erótico. Perro que ladra no muerde. Rubio habla como un bravucón de barrio, amenazando con una invasión, pero a Venezuela no la amenaza el que quiere, sino el que puede”, manifestó Pérez Pirela.
(Laiguana.tv)
Más noticias y más análisis de LaIguana.TV en YouTube, X, Instagram, TikTok, Facebook y Threads.
También para estar informado síguenos en:
Telegram de Miguel Ángel Pérez Pirela https://t.me/mperezpirela
Telegram de Laiguana.tv https://t.me/LaIguanaTVWeb
WhatsApphttps://whatsapp.com/channel/0029VaHHo0JEKyZNdRC40H1I
El portal de Venezuela.