Líderes empresariales adinerados se están volviendo contra el presidente estadounidense Donald Trump por su plan de imponer un conjunto colosal de aranceles a los socios comerciales de Estados Unidos, a medida que aumentan las pérdidas en los mercados bursátiles de todo el mundo.

El multimillonario inversor Bill Ackman, quien apoyó la candidatura presidencial de Trump para 2024, advirtió este domingo 6 de abril que seguir adelante con los nuevos aranceles equivaldría a iniciar una «guerra nuclear económica».

El miércoles, Trump anunció que impondría aranceles «recíprocos» significativamente más altos a docenas de países con los mayores desequilibrios comerciales con Estados Unidos.

En una publicación en X, Ackman afirmó que «la inversión empresarial se detendrá por completo y los consumidores guardarán sus ahorros» si los nuevos gravámenes entran en vigor. «Dañaremos gravemente nuestra reputación con el resto del mundo, lo cual tardaremos años, e incluso décadas, en recuperar», añadió en la publicación, que fue vista 10,6 millones de veces.

A menos que Trump cambie de estrategia, «nos encaminamos hacia un invierno económico nuclear autoinducido, y deberíamos empezar a atrincherarnos», advirtió el director ejecutivo de Pershing Square Capital Management.

«¿Qué director ejecutivo y qué junta directiva se sentiría cómoda asumiendo grandes compromisos económicos a largo plazo en nuestro país en medio de una guerra económica nuclear?», preguntó, y añadió que «el presidente está perdiendo la confianza de los líderes empresariales de todo el mundo».

El arancel base del 10% impuesto por Trump a todas las importaciones de bienes a Estados Unidos ya entró en vigor el sábado, y docenas de economías se preparan para gravámenes aún mayores a partir del miércoles. Entre los países más afectados se encuentran los principales socios comerciales de Estados Unidos, China y la Unión Europea, que se enfrentan a nuevos aranceles del 34% y el 20%, respectivamente.

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Otros multimillonarios y líderes empresariales adinerados también han criticado abiertamente la agenda arancelaria de Trump en los últimos días, mientras el temor a sus consecuencias económicas se apoderaba de los mercados.

Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, advirtió el lunes que los aranceles amenazaban con elevar los precios, llevar la economía mundial a una recesión y debilitar la posición de Estados Unidos en el mundo.

«Los aranceles recientes probablemente aumentarán la inflación y están haciendo que muchos consideren una mayor probabilidad de recesión», declaró Dimon en una carta anual a los accionistas. «Aún está en duda si el conjunto de aranceles provocará una recesión, pero ralentizará el crecimiento».

El multimillonario Stanley Druckenmiller, fundador de Duquesne Family Office, una firma de inversión, declaró en una publicación el lunes que «no apoya aranceles superiores al 10%». Druckenmiller tiene una fortuna estimada en 11.000 millones de dólares, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.

Incluso Elon Musk, el hombre más rico del mundo y principal acólito de Trump, declaró el domingo que esperaba una «situación de cero aranceles» entre Europa y Estados Unidos. En una entrevista con el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, por videoconferencia, Musk afirmó su deseo de ver la creación de una «zona de libre comercio» efectiva entre Europa y Norteamérica.

Siguiendo la línea de Ackman, Simon MacAdam, economista jefe adjunto global de la consultora Capital Economics, afirmó que era probable que las empresas postergaran sus inversiones debido, en gran parte, a la «gran incertidumbre» de la política arancelaria de Trump.

“Si eres una empresa mediana o incluso de gran capitalización, dudarás mucho sobre qué hacer”, afirmó.

“Si esos aranceles se negocian a la baja en unos meses, estarás perdiendo el tiempo invirtiendo potencialmente cientos de millones de dólares en nuevas plantas… en Estados Unidos”, declaró a CNN.

En su publicación, Ackman calificó los nuevos aranceles como “masivos” y “desproporcionados”, afirmando: “Esto no es lo que votamos”. Pidió un plazo de 90 días para que Trump pudiera negociar con sus socios comerciales para “resolver acuerdos arancelarios asimétricos injustos”.

Trump ha afirmado que su agenda arancelaria está diseñada para corregir años de desequilibrio comercial entre Estados Unidos y sus socios, causado, en su opinión, por la imposición de aranceles más altos a los productos estadounidenses importados a sus mercados que los que impone Estados Unidos a los suyos.

Pero los inversores claramente no están convencidos de la sensatez del plan de Trump. Las bolsas de valores de Asia y Europa se desplomaron el lunes y los futuros apuntaban a otro mal día para las acciones estadounidenses, tras el anuncio de aranceles de Trump el miércoles pasado.

(CNN)

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