La Administración estadounidense no descarta la posibilidad de romper las relaciones comerciales con Pekín, aunque no lo considera inevitable, según el secretario del Tesoro de la Casa Blanca, Scott Bessent. En una entrevista con Bloomberg TV, afirmó que «no tiene por qué haber [un desacoplamiento], pero podría ocurrir».
Bessent anticipó que «en algún momento habrá un gran acuerdo», pero reconoció la complejidad única de negociar con China, dado que «es tanto nuestro mayor competidor económico como nuestro principal rival militar».
Asimismo, destacó que, irónicamente, «los aranceles son la parte más fácil». Según el funcionario, «son las barreras comerciales no arancelarias las que son más insidiosas, más difíciles de detectar, y probablemente llevará algo más de tiempo».
El 2 de abril, Trump presentó aranceles recíprocos masivos a los socios comerciales del país. Entre los más afectados se encuentra China, cuyas tasas aumentó Trump hasta el 125% «sobre la base de la falta de respeto que [Pekín] ha mostrado a los mercados mundiales».
La semana pasada, el mandatario de EE.UU. anunció que, dado que más de 75 países se habían dirigido a los representantes para abordar el asunto de las tarifas y «no han tomado represalias de ninguna forma», autorizaba para dichas naciones «una pausa de 90 días y un arancel recíproco sustancialmente reducido durante este período del 10%, también con efecto inmediato».
(RT)
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