El fallecimiento del papa Francisco I ha generado conmoción en el mundo y desde ahora comienza un proceso que para la mayor parte de la gente es desconocido. ¿Cómo se elige a un nuevo papa? Esta sucesión de papa, denominada interregno papal, es un proceso riguroso para elegir a su sucesor, en este caso, del papa Francisco. El procedimiento está profundamente arraigado en la tradición de la Iglesia católica y sigue una serie de pasos bien definidos que garantizan una transición ordenada.
¿Cuáles son las etapas para la elección del nuevo papa?
1. El periodo de Sede Vacante
Tras la muerte del papa, la Iglesia entra en un periodo llamado Sede Vacante, durante el cual no hay un pontífice al mando. En este tiempo, la administración de los asuntos de la Iglesia queda en manos del Colegio Cardenalicio, mientras que el camarlengo se encarga de verificar oficialmente la muerte del papa y de gestionar los asuntos temporales del Vaticano.
Tradicionalmente, el camarlengo es un cardenal designado por el papa en vida y tiene la responsabilidad de velar por el correcto desarrollo de la transición. Desde el 14 de febrero de 2019, el actual camarlengo de la Iglesia católica es el cardenal Kevin Farrell, nombrado entonces por el recientemente fallecido papa Francisco.
Durante esta etapa de Sede Vacante, se suspenden algunas funciones de la Curia Romana, que es el conjunto de órganos de gobierno que coordina y proporciona la necesaria organización central para el correcto funcionamiento de la Iglesia. Los cardenales inician reuniones llamadas congregaciones generales, en las que discuten el estado de la Iglesia y las cualidades que debe tener el nuevo pontífice.
2. El cónclave
El cónclave es la reunión en la que los cardenales menores de 80 años eligen al nuevo papa. Se celebra en la Capilla Sixtina y se desarrolla bajo estrictas normas de secreto.
Antes de iniciar la votación, los cardenales pronuncian un juramento de confidencialidad y compromiso con el proceso. A partir de ese momento, quedan aislados del mundo exterior para evitar influencias externas y garantizar la transparencia de la elección.
3. El proceso de votación
El sistema de votación sigue un protocolo muy preciso:
Se llevan a cabo hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde.
Si en una votación ningún candidato alcanza la mayoría requerida de dos tercios, las papeletas se queman con una sustancia que genera humo negro, señal de que aún no hay nuevo papa.
Si un cardenal consigue los votos necesarios, las papeletas se queman de manera que produzcan humo blanco, anunciando al mundo que un nuevo papa ha sido elegido.
Si después de varios días no se llega a un consenso, las reglas pueden modificarse para permitir una elección más flexible, como aceptar una mayoría simple.
4. La aceptación y proclamación del nuevo papa
Cuando un cardenal es elegido, se le pregunta si acepta el cargo. Si responde afirmativamente, escoge un nombre pontificio y se convierte de inmediato en el nuevo papa.
Minutos después, el cardenal protodiácono hace el histórico anuncio desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la famosa frase: Habemus Papam («Tenemos Papa»). Posteriormente, el nuevo pontífice imparte su primera bendición Urbi et Orbi, dirigida a Roma y al mundo entero.
La elección de un nuevo papa es un momento clave para la Iglesia católica y un evento seguido con expectación en todo el mundo. El sucesor de San Pedro no sólo guiará a la Iglesia en cuestiones de fe, sino que también enfrentará los desafíos del mundo moderno.
(La Razón)
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