El papa Francisco donó sus «últimas posesiones» a los detenidos que están en una fábrica de pasta del centro penitenciario para menores Casal del Marmo, en Roma (Italia), indicó este miércoles el monseñor Benoni Ambarus.
«Envió 200.000 euros de su propio bolsillo», precisó Ambarus, director de la oficina para la pastoral carcelaria y encargado de asuntos caritativos en Roma, entrevistado por el diario La Repubblica.
El eclesiástico detalló la conversación con Francisco, fallecido el lunes. «Cuando pedí una contribución, me dijo que las finanzas estaban agotadas. Luego añadió: ‘No te preocupes, tengo algo en mi cuenta'», relató.
«Ahora, con el testamento, me entero que será enterrado gracias a un benefactor. Porque se entregó completamente a los más pequeños de nosotros», añadió Ambarus.
Durante su papado, de 12 años, Francisco visitó regularmente cárceles y exhortó a defender la dignidad de los presos. De hecho, en múltiples ocasiones le lavó los pies a las personas privadas de libertad en un gesto similar al de Jesucristo en la última cena.
«A pesar de su enorme compromiso, las instituciones no han hecho nada para dar la más mínima señal», reprobó el monseñor sobre lo que viene tras la muerte del pontífice. «Mi balance no es positivo», agregó.
(RT)
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