El 9 de noviembre del 2014 los catalanes desafiaron al estamento gubernamental español encabezado por Rajoy y los partidos tradicionales e incluso a la corona española para expresarse libremente sobre la independencia de Cataluña.
A pesar de las amenazas de la presión de Madrid e incluso de grupos neofascistas, miles de voluntarios no se detuvieron para organizar y llevar a cabo la consulta que no por ser “ilegal” dejó de ser legítima expresión de la democracia que practican y exige el pueblo catalán.
Los independentistas no solo desafiaron a España, sino también a todo un aparato comunicacional que usó todas las artimañas propagandísticas en protección del “status quo” de los partidos.
Después de trescientos años desde la caída de Catalunya frente a las tropas españolas y francesas, la sociedad catalana parece decidida a tomar las riendas de su futuro. El auge del movimiento independentista catalán hace temblar los cimientos de la democracia española, que niega reiteradamente la posibilidad de que Catalunya ejerza el derecho de autodeterminación. El desafío de los independentistas de utilizar las elecciones regionales como plebiscitarias y declarar la independència unilateralmente llegará el próximo 27 de septiembre. Pero eso no es más que otro capítulo de este proceso, que tuvo su punto más álgido cuando más de dos millones trescientas mil personas desobedecieron la prohibición del gobierno español y salieron a la calle para votar en una consulta popular por su libertad. Esta es la crónica del acto de desobediencia civil más grande que ha vivido nunca Europa, donde 2.305.209 personas ignoraron la prohibición del Gobierno español.
Vea en este material audiovisual el revelador relato de un momento histórico que rompió cualquier intención de pactos con la opresión.
(LaIguana.TV)