En Ipiales, departamento de Nariño en Colombia, ninguna autoridad se atreve a cuantificar la cantidad en productos que entra de manera ilegal, por el puente internacional de Rumichaca desde Ecuador, lo que sí aseguran es que más de 2 mil familias derivan su sustento del contrabando, que es “abierto y libre” entre ambas naciones.
Por el viaducto que separa los dos países latinos, transitan unos 6 mil 800 vehículos regularmente, esta cifra se duplica los fines de semana y días feriados, según registro del Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Ecuador.
Ante la mirada cómplice de las autoridades de ambas naciones, diariamente plátanos verdes, zapatos, confecciones, licores, cigarrillos, medicamentos, aceites e incluso cargamentos de arroz, pasan de contrabando hacia Colombia.
No sólo Venezuela es víctima de la salida irregular de alimentos y combustible, los ecuatorianos también padecen esta historia a mano de colombianos inescrupulosos, quienes alegan no tener otra opción para sobrevivir, ante la carencia de trabajo.
Lo que más buscan los traficantes es la gasolina. En Ipiales, las calles de los barrios San Carlos, Centenario y La Laguna se han convertido en “bombas de tiempo”, por la cantidad de expendios del combustible.
Sólo en el primer mes de este año, la Policía colombiana incautó más de mil millones de pesos en elementos como calzado, juguetería, medicamentos, licores y textiles de fabricación ecuatoriana.
El comandante de la Policía Fiscal y Aduanera en Nariño, mayor Juan Pablo Urdina Mediz, dijo que la Fiscalía neogranadina trata de identificar las estructuras criminales detrás del contrabando de arroz, que entra desde Ecuador.
“El contrabando abierto permite la entrada de productos, etiquetados por empresas ecuatorianas, estos se almacenan en bodegas clandestinas en San Juan de Pasto y se reempacan con etiquetas colombianas, utilizando documentos falsos para movilizarlos hacia el interior del país”, aseguró el comandante.
Controlar el contrabando es una tarea titánica, calificó el director de la Cámara de Comercio de Ipiales, Harold Delgado, mientras destacó que existen 22 puntos o trochas ilegales pero el Gobierno prefiere no hacer nada, ignorando lo que pasa como lo hace con la frontera con Venezuela.
(LaIguana.TV)