lunes, 21 / 04 / 2025
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Periódico mayamero de Mezerhane publicó una apología a la Polar: “objeto del deseo del chavismo”

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En un nuevo artículo contra el Gobierno Bolivariano, el Diario Las Américas, dice que las empresas Polar son el deseo y la obsesión del chavismo.

 

Así justifica este medio de la derecha la conversación entre el presidente de Polar, Lorenzo Mendoza, y el economista mayamero, Ricardo Haussman, donde discuten estrategias para aplicar en Venezuela un plan de ajuste económico de corte neoliberal pactando con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Es esclarecedor. El ocaso de la influencia empresarial venezolana en el gobierno llegó con el arribo al poder del Comandante Hugo Chávez. Durante la revolución, la Polar no ha tenido el gran poder de decisión sobre los asuntos del país, como en ocasiones anteriores la tuvo durante la Cuarta República.

 

El Diario Las Américas dice muchas cosas, pero no dice que Lorenzo Mendoza involucró abiertamente a su empresa Polar en el sabotaje económico durante el golpe de Estado de 2002. Como tampoco hace alusión a las palabras que el mismo Mendoza pronuncia durante el audio divulgado, donde afirma que Venezuela está en guerra y que Polar respaldaría cualquier iniciativa neoliberal para el país, con apoyo del FMI.

 

La verdad es que el dueño de Polar, además de ser un acaudalado señor con 2,7 billones de dólares en su cuenta personal, quiere dar lecciones de economía y política; y quiere tomar decisiones. Por esa razón se buscó a Haussman.

 

Polar tiene 60 años promocionándose como la mejor y mayor empresa del país, y la única que produce los alimentos para el pueblo; cuando en realidad se publicita con una marcada agenda mediática que durante la Revolución Bolivariana no le ha rendido dividendos políticos.

 

Las recetas económicas que llevaron el colapso a Venezuela a finales del siglo XX, llenaron las arcas de la Polar.

 

Hace unos días, el Ejecutivo Nacional afirmó que la Polar ha recibido, en los últimos años, la cifra de 5.200 millones de dólares por parte del Estado venezolano, de ellos 800 millones durante el 2014. Sin embargo, todas las semanas la empresa anuncia paralización de actividades por la supuesta falta de materia prima, repuestos y empaques.

 

Además, el Sindicato de Trabajadores de Polar desmiente, a cada rato, la falta de insumos que asegura tener la empresa.

 

Asimismo, Polar se ha encargado de aplicar una estrategia de posicionamiento de marcas a través de la monopolización del procesamiento, comercialización y distribución de alimentos, complicando el terreno de la competencia, a quienes en situación de quiebra les ha comprado sus plantas para abarcar todo el territorio.

 

Polar habla de libre competencia de mercado cuando en realidad amasa un oligopolio, un mercado en el que el número de vendedores es muy reducido, de manera que controla y acapara las ventas de determinados productos como si hubiera monopolio.

 

Y mientras se publicita como la segunda empresa más importante del país detrás de la estatal petrolera PDVSA, los trabajadores han denunciado irregularidades en la garantía de los derechos laborales, y en la producción y distribución de alimentos por parte de los dueños.

 

Lorenzo Mendoza es propietario de un conglomerado de empresas con línea de bebidas: cerveza, malta, refrescos y bebidas carbonatadas y No carbonatadas, agua mineral y saborizada, jugos, soda y té frío, vinos y sangría; y un catálogo de alimentos entre los que se encuentran: harinas precocidas de maíz, avena, pasta, arroz, margarina, aceite, atún, sardina, vinagre, salsa de tomate, mayonesa, bebidas achocolatadas y enriquecidas, helados, gelatinas, mermelada, yogurt, entre otros. Así como también una línea de productos de limpieza como jabón y detergente, y alimentos para perros y caballos.

 

Empresas Polar cuenta con 28 plantas y 191 agencias y sucursales y centros de distribución en Venezuela, una planta productora de alimentos en Colombia y una de malta en Estados Unidos. Entonces, ¿Necesita Lorenzo Mendoza (uno de los más ricos de Latinoamérica) subsidio para producir su línea de productos?

 

Saque usted sus conclusiones…

 

Aquí el artículo completo del Diario Las Américas:

 

Empresas Polar se ha mantenido en la mira del gobierno chavista durante gran parte de su período. Desde su principal líder, el fallecido Hugo Chávez, hasta el actual jefe de Estado Nicolás Maduro, le han dedicado parte de su tiempo a atacar a la principal empresa de alimentos y bebidas en Venezuela y a su presidente, Lorenzo Mendoza.

 

En el más reciente episodio,  un grupo de diputados del oficialista partido de gobierno, PSUV, consignó una denuncia ante la Fiscalía, donde piden investigarlo por  traición a la patria, usurpación de funciones y asociación para delinquir. Pero, ¿cuándo comenzaron los ataques contra Polar?

 

La génesis de este conflicto ocurrió entre 2002 y comienzos de 2003, cuando Empresas Polar fue señalada por Chávez de “sabotaje contra el gobierno revolucionario y el pueblo venezolano” , al asegurar que habían participado del paro nacional que se produjo en Venezuela en aquella época.

 

Posteriormente, la expropiación de los silos, galpones, áreas de almacenaje, patios de maniobras, terrenos, locales y maquinarias de las Empresas Polar en Barinas en 2005 provocó la inmediata reacción de Mendoza, quien catalogó este acto de “injusto, desconcertante e inconstitucional”.

 

En cadena nacional, Chávez le ofreció garantías al gran empresario sobre sus derechos. “El Estado no va atropellarle sus derechos, para nada, ahora estoy seguro que Mendoza tiene que aceptar que aquí hay un Gobierno (…) Te voy a llamar Lorenzo, no te pongas bravo, los puentes no se pueden romper”, dijo.

 

El año 2009 fue el momento en que Chávez recomendó al presidente de Empresas Polar “no dejarse llevar por los grupos opositores que andan por ahí convocándote a reuniones y presionándote para que los ayudes a hacerle la guerra al Gobierno, a derrocar a Chávez”.

 

Tras estas palabras, las amenazas de expropiación a la Polar cobraron mayor vida. En 2010, el primer mandatario emitió el Decreto N° 7.395 con el que se ordenaba la adquisición forzosa de los galpones de Empresas Polar ubicados en la Zona Industrial 1 de Barquisimeto, con el objetivo de construir “viviendas populares dignas para el pueblo larense”.

 

Mendoza acudió al Tribunal Supremo de Justicia para interponer un recurso. “No me retes Mendoza, no me retes, usted tendrá mucha plata pero yo estoy aquí electo por la mayoría de los venezolanos”, fue la respuesta de Chávez.

 

En 2011, Chávez apuntó al dueño de Empresas Polar como un posible candidato de la oposición para las elecciones del próximo año; pero la respuesta del empresario fue enfática: “Yo no soy político, yo no tengo ninguna aspiración a la Presidencia, soy un empresario comprometido y apasionado en lo que representa la empresa privada como generadora de bienestar y prosperidad para muchos”.

 

Maduro, heredero del expediente contra la Polar

 

La política de Nicolás Maduro no ha sido distinta a la de Chávez respecto al caso de la Polar, pese a que hubo amagos de acercamiento. El 11 de mayo de 2013, el mandatario informó que el entonces ministro Rafael Ramírez había tenido un encuentro con Mendoza. “Se hizo la reunión y fue cordial, Rafael le transmitió un mensaje que yo le envié. Vamos a trabajar juntos, pero una cosa es trabajar juntos, usted en su misión y en su papel y yo en el mío. Pero no gobernar juntos, aquí no hay pactos ni cogobierno con nadie”.

 

Días después, el 14 de mayo de 2013, Maduro (acompañado de todo su gabinete económico) se reunió con Mendoza en el despacho de la Vicepresidencia de la República. «Lo convoqué a una reunión, le voy a decir 4 verdades», había dicho. En la reunión hablaron de las circunstancias del mercado venezolano, de la producción de harina y acordaron bajar el tono de los señalamientos con el fin de generar confianza en la población.

 

Al año siguiente, el 26 de febrero de 2014 se llevó a cabo la Conferencia Nacional por la Paz instalada en el Palacio de Miraflores, donde Mendoza le solicitó al presidente Maduro la instalación de una “Comisión de la Verdad” para analizar la economía del país y propuso un plan con doce puntos para reactivar la economía. “Yo creo que el país requiere una reflexión profunda de lo que está ocurriendo en la parte económica”, sugirió.

 

La reunión se dio. El apretón de manos entre Maduro y Mendoza se pudo haber convertido en el pacto para trabajar en conjunto para garantizar la distribución de alimentos, pero no. En 2015, el gobierno de Maduro anunció la expropiación de un depósito de la Polar en La Yaguara, al oeste de la capital, para construir edificios de la Misión Vivienda Venezuela.  

 

La denuncia contra Mendoza

 

El calificativo “pelucón” del presidente Maduro al empresario subrayaría la línea de acción del chavismo hacia la Polar. Recientemente, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, mostró un audio donde supuestamente participan el empresario y el economista Ricardo Hausmann, quienes discutían un paquete de medidas económicas para Venezuela con el Fondo Monetario Internacional como una posible salida a la crisis.

 

El presidente de Polar respondió inmediatamente: “Regularmente converso con economistas de distintas tendencias y puntos de vista, que se encuentran trabajando tanto en Venezuela como en el exterior, para conocer sus opiniones sobre la situación económica del país e intercambiar planteamientos que aporten soluciones para superar la difícil situación que vivimos todos los venezolanos”. 

 

Estas explicaciones fueron insuficientes. Maduro pidió que se procesara a Mendoza: “Es delito lo que él hizo y está haciendo, hablar en nombre de la patria, es un delito grave contemplado en el ordenamiento jurídico y debe ser procesado, tiene que ser procesado. Espero que los órganos de justicia reaccionen porque ¿qué es eso de que está hablando con el Fondo Monetario Internacional?”.  

 

La bancada chavista de la Asamblea Nacional (AN) asumió la tarea encomendada y consignó este miércoles en el Ministerio Público una denuncia contra el dueño de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, y contra el economista venezolano Ricardo Haussman. Los ciudadanos son acusados de tres delitos: traición a la patria, asociación para delinquir y usurpación de funciones,

 

Mayoría de venezolanos respalda a Polar

 

El presidente de la encuestadora Datanálisis, el economista Luis Vicente León catalogó los ataques a la Polar como «inadecuados» porque el Gobierno quiere poner en contra a una empresa, a la cual 90% de la población venezolana le otorga una evaluación positiva, mientras que 84% cree que «hace su mejor esfuerzo» para tratar de seguir produciendo por el país, a pesar de la crisis económica y de los controles que imperan en el mercado. 

 

A su juicio, las recientes denuncias del chavismo que han aparecido en la palestra solo poseen una intención electoral, al reconocer que son una empresa de vanguardia. «El ataque del presidente Maduro a Lorenzo Mendoza por su conversación con Haussman es fundamentalmente un acto de campaña política», dijo en su cuenta de Twitter.

 

León señaló que el audio que mostró el presidente de la Asamblea Nacional en el que participaban Mendoza y el economista Ricardo Hausmann no representa ninguna forma de delito, porque «en el medio de una crisis económica, es absolutamente normal que los afectados discutan sobre las opciones financieras para salir de ella».

 

Por lo tanto, aseguró que esta actitud del gobierno de Maduro solo busca culpar a alguien de la crisis que no puede resolver y de incrementar una conexión con el electorado ante unos comicios que son «los más difíciles» para ellos por todo el desbarajuste económico que han generado.

 

Más allá de continuar los ataques a la empresa privada, el presidente de Datanálisis insiste en que «en este momento, sería mucho más útil llamar a todo el sector privado a buscar soluciones conjuntas a los problemas que nos agobian».

 

Sector privado al “borde de un abismo”

 

El presidente regional de Fedecámaras del estado Vargas, Eduardo Quintana, opinó que el caso de persecución hacia la Polar no es más que un ejemplo de los muchos que existen, en relación a las empresas privadas en Venezuela. Recordó que el gobierno chavista ha expropiado terrenos a lo largo de su gestión, pero “solo ha generado el decaimiento de la agroindustria y, por ende, mayor dependencia petrolera”.

 

Quintana enfatizó que la política de controles de precios y de divisas que sostiene el régimen desde hace más de diez años han llevado al sector privado al “borde de un abismo”, en el que no solo caen los empresarios sino también los venezolanos que sufren el desabastecimiento y la especulación.

 

Aunque no hay una cifra específica de las empresas que han tenido que cerrar sus puertas a causa de estas medidas económicas, el representante de Fedecámaras estima que al menos 7000 industrias dejaron de laborar en el país. Conclusión: la empresa privada, a su juicio, terminará desapareciendo en Venezuela porque “el Estado se ha creído lo suficientemente ágil para surtir por sí solo los anaqueles”.

 

En este sentido, reiteró que las expectativas que se mantienen son “negativas”, tomando en cuenta que la falta de divisas limita la importación de la materia prima. Esto traerá como consecuencia el fin del parque productivo nacional.

 

El exhorto de los empresarios: “El Gobierno debe apostar a la confianza para que haya inversiones y producción. De lo contrario, habrá que esperar a que venga otro a que arregle este problema”, dijo Quintana. 

 

El plan Mendoza para recuperar la economía

 

El plan para reactivar la economía propuesto por Mendoza en 2014 y entregado en Miraflores constituido por doce puntos que pretendían reactivar la producción nacional y enfrentar la crisis económica.

 

1. Incrementar la producción nacional para combatir la escasez y las colas. El sector privado debe recibir los insumos y las materias primas en forma oportuna y suficiente. El Estado debe garantizar y crear las condiciones para que esto sea posible.

 

2. Sustituir importaciones públicas y privadas para hacer realidad el «Hecho en Venezuela» y favorecer el ahorro de las divisas del país.

 

3. Revisar la situación real de las empresas estatales y sus niveles de producción.

 

4. Evaluar medidas y acciones que involucren al Estado y al sector privado en la atención de los grupos vulnerables en materia de seguridad alimentaria.

 

5. Asegurar un sistema de acceso a las divisas dinámico, transparente y eficiente que impida la interrupción de la producción.

 

6. Honrar la deuda en divisas que tiene el Estado para que el sector productivo pueda pagarle a los proveedores internacionales y reactivar las líneas de crédito, no sólo para sostener la producción sino además aumentarla.

 

7. Combatir la inflación y la escasez, consecuencia de una intervención del Estado que se ha traducido en congelamientos de precios por tiempos prolongados que han desestimulado la producción nacional. Es urgente un sistema de formación de precios que estimule la producción, para que las familias venezolanas tengan abastecimiento total y a los mejores precios de las marcas que prefieran, como ocurre en Brasil, China y en la gran mayoría de los países.

 

8. Analizar las causas macroeconómicas y microeconómicas de la inflación, como el financiamiento del gasto público con dinero inorgánico.

 

9. Revisar la situación laboral, de manera de acabar con el ausentismo y con la impunidad de personas que asisten a sus puestos de trabajo pero que no cumplen con sus responsabilidades o boicotean el trabajo de sus compañeros. Necesitamos un ambiente laboral productivo que permita generar nuevos empleos y recompensar a quienes hacen bien su trabajo.

 

10. Considerar la implementación de un programa que conecte a la juventud venezolana con el empleo formal y de calidad.

 

11. Garantizar los derechos de propiedad de todos los venezolanos para que quienes inviertan en Venezuela puedan hacerlo con confianza.

 

12. Crear las condiciones para que los productos hechos en Venezuela sean competitivos con el objetivo de estimular las exportaciones no tradicionales y permitirle así al resto del mundo valorar y disfrutar de la calidad de lo «Hecho en Venezuela».

 

(LaIguana.TV)

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