Quienes dicen que ciertos personajes del periodismo y la intelectualidad chavista se han puesto críticos últimamente, como aquejados por un virus, demuestran que antes no les estaban prestando atención.
Es perfectamente demostrable que estas individualidades han tenido esa actitud durante largo tiempo. Veamos algunos casos.
Luis Britto García
Hay quien dice que el escritor y analista Luis Britto García tuvo un inoportuno ataque de sinceridad cuando dijo, la misma noche de la reelección del presidente Nicolás Maduro, que ya el bolivarianismo no tenía excusas para tomar las decisiones por las que clama el pueblo, en vista de que controla todos los poderes, incluyendo el Constituyente. Pero cualquiera que haya leído sus artículos a lo largo de los últimos años puede dar fe de que ha sido una voz crítica permanente, en particular en lo que se refiere a las desviaciones neoliberales de algunas leyes y políticas públicas supuestamente socialistas, y en torno a la corrupción de los falsos rojos-rojitos que tanto daño le han hecho a la Revolución.
Britto García ha sido un pertinaz denunciante de un gigantesco caso de corrupción que fue planteado por el mismo presidente Maduro, hace ya varios años: el robo de al menos 25 mil millones de dólares mediante trucos de sobrefacturación y empresas fantasmas en el festín de Cadivi.
Néstor Francia
Lo mismo puede decirse del comunicador Néstor Francia, quien casi resulta linchado al día siguiente de las elecciones, cuando afirmó que la de Maduro había sido “una victoria pírrica”. Experimentado militante de la izquierda en décadas duras, Francia ha sido siempre un mordaz crítico de la derecha, pero eso no le ha impedido lanzar alertas sobre las desviaciones del gobierno y del partido.
Si fuese necesario demostrar cuán prolongada ha sido la actitud crítica de Francia, bastaría con revisar los análisis situacionales que durante años ha realizado y distribuido por correo electrónico.
José Vicente Rangel
Quienes digan que al exvicepresidente ejecutivo, excanciller y exministro de la Defensa le ha dado un súbito sarampión crítico o están tratando de manipular o nunca ven su programa de televisión ni leen sus artículos de prensa.
En rigor, JVR ha sido un permanente crítico de aspectos clave del mal desempeño gubernamental, como la corrupción, el burocratismo y la ineficiencia. Es claro que en sus trabajos periodísticos y de opinión predominan los cuestionamientos a la oposición, pero no puede negarse que siempre hay también visiones autocríticas.
Esta característica puede observarse también en las entrevistas que realiza. La mayoría de sus invitados son personajes importantes del chavismo, pero en sus preguntas están expresadas las inquietudes de la gente común sobre temas muy controversiales. Los diálogos que sostiene con analistas como Maryclen Stelling y el propio Britto García suelen ser también campanadas muy fuertes acerca de los errores del sector revolucionario.
Una línea muy particular de denuncia de Rangel ha sido en los últimos meses la relativa a los presuntos excesos de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana en operativos realizados en zonas populares. Aunque algunos así lo crean, este tampoco es un tema que ha aparecido repentinamente en el repertorio del veterano periodista, pues él también fue sumamente crítico de las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), acciones contra la delincuencia organizada que se aplicaron durante un tiempo y luego se suspendieron.
Eleazar Díaz Rangel
El rol del director del diario Últimas Noticias como chavista crítico tampoco es nuevo. Debe recordarse que sus denuncias acerca de las irregularidades en el Complejo Agroindustrial Azucarero Ezequiel Zamora, emplazado en Barinas, hicieron de este uno de los primeros casos de corrupción investigados por órdenes del comandante Hugo Chávez.
De manera regular, en su columna Los Domingos de Díaz Rangel, el periodista ha publicado otras denuncias y críticas, pero sin entrar en las típicas matrices de opinión de la prensa opositora.
Roberto Malaver
En clave de humor, ha sido siempre un incisivo crítico de la derecha, tanto en sus artículos de prensa como en sus programas (primero de radio, luego de TV) al lado de Roberto Hernández Montoya.
Desde que se planteó el caso Cadivi ha insertado en sus trabajos muchas puyas acerca del desfalco cometido mediante el subterfugio de las llamadas “empresas de maletín”. También acostumbra transmitir denuncias que le hacen llegar, entre ellas las de la dramática situación del servicio de agua en su natal Margarita.
Sin embargo, su graduación como chavista rebelde se concretó con el artículo titulado «Escuchando», publicado en Últimas Noticias a comienzos de julio. En esa pieza de opinión, Malaver dibuja un cuadro clásico de la vida revolucionaria, en el que un militante quiere hacer denuncias o críticas y se lo impiden bajo el alegato de que el país está bajo asedio o que es necesario atravesar una crucial coyuntura electoral.
Julio Escalona
Esta especie de catarsis de Malaver tuvo un efecto multiplicador porque varios otros importantes referentes del chavismo salieron a respaldarlo. Uno de ellos fue el constituyente Julio Escalona, quien también tiene ya años en el campo de la crítica endógena.
Escalona, con la autoridad que le concede su extensa y limpia trayectoria de luchador social, habla a menudo en sus artículos de las angustias del ciudadano común, ese que él mismo se topa en el metro todos los días, porque es uno de los pocos dirigentes políticos que usa regularmente el subterráneo.
Earle Herrera
El constituyente y periodista, moderador del programa El Kiosco Veraz, ha sido también muy crítico, en particular sobre la corrupción, el burocratismo y la desidia en la atención de las necesidades populares.
Siempre cáustico, Herrera puso en duda los llamados que periódicamente surgen para escuchar críticas, señalando que a menudo se revierten contra quienes aceptan el desafío. Relató casos en los que ha tratado de elevar las quejas ante instancias con competencia en la materia y no ha logrado ninguna respuesta. Luego, cuando ha dado el paso de plantear públicamente las mismas denuncias, lo han regañado por no emplear “los canales regulares”.
Recordó que una vez una funcionaria reunió a varios opinadores para escuchar sus cuestionamientos, a calzón quitao, como se dice, pero al final de la jornada estaba tan incómoda que les dijo que “con amigos así no se necesitan enemigos”.
En otra oportunidad, acicateado por un ministro de Comunicación e Información, el catedrático se prodigó en observaciones y sugerencias de cambios para los programas de VTV, y lo único que obtuvo fueron resentimientos y enemistades que aún perduran.
Miguel Ángel Pérez Pirela
El filósofo y comunicador zuliano tiene el mérito de moderar el único programa de Venezolana de Televisión en el que se abordan, sin anestesias ni edulcorantes, los problemas cotidianos de la gente, como los precios de todos los productos y servicios, y la crisis del transporte público.
Especialmente contundente fue su reclamo por el colapso del servicio eléctrico de su terruño, Maracaibo, luego de que en la capital zuliana se produjeran recurrentes apagones de hasta 14 horas de duración.
El impacto de esa denuncia en particular hizo que muchos se fijaran en su postura crítica. Una periodista opositora afirmó que Pérez Pirela había despertado de un sueño criogénico. Con esa afirmación demostró que hace mucho tiempo que no veía su programa, pues no se trata en absoluto de una actitud reciente del ancla de Cayendo y Corriendo. Ya en diciembre de 2015, luego de la derrota revolucionaria en las elecciones parlamentarias, Pérez Pirela lanzó un grito de alerta.
(Clodovaldo Hernández / Supuesto Negado)