El apasionante mundo del aeromodelismo es una afición que entretiene a personas de todas las épocas y edades, pues es una buena forma de pasar tiempo libre, además de compartir con amistades. El pilotear un avión propio causa una sensación de poder y permite al practicante convertirse en “pájaro por un rato”. Sin embargo, el ser un buen aeromodelista también tiene sus exigencias y responsabilidades.
Esta práctica definida como el “deporte-ciencia”, consiste en el vuelo de pequeños aviones reducidos a escala imitando el vuelo de grandes aparatos aéreos reales, aplicando sobre ellos las leyes aerodinámicas que rigen su vuelo.
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