lunes, 21 / 04 / 2025
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Desarrollo de la energía solar en Venezuela: Vacilar es perderse

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Cada vez es mayor el número de personas en el mundo abastecidas de electricidad por medio de energías renovables, y de ellas, la energía solar ocupa una holgada primera posición en preferencias.

 

Y es que el incremento en la generación de las energías renovables a escala global de los últimos años, en comparación a las fuentes tradicionales basadas en combustibles fósiles, registra una tendencia creciente; sin duda alguna, la humanidad avanza de prisa en la transición hacia un modelo económico de bajo consumo de carbono, consciente de su perjudicial efecto medioambiental y la finitud de las reservas hidrocarburíferas, comenta Haiman El Troudi.

 

El sol es la principal fuente energética conocida. Casi todas las modalidades de energía eléctrica empleadas en el planeta derivan de la energía solar. Tanto las energías originadas a partir de recursos naturales renovables como los no renovables están asociadas, y en buena medida dependen del influjo solar.

 

Los recursos no renovables basados en petróleo, carbón y gas natural, de origen orgánico, se generaron por la contribución de la luz solar en la formación de la fotosíntesis necesaria para la alimentación de las plantas y el fitoplancton, quienes a su vez alimentaron otros organismos y animales; el combustible fósil se formó por la transformación térmica de dicha materia orgánica.

 

Por su parte, los recursos renovables de los cuales se genera energía, también dependen del sol para su formación: por ejemplo, la eólica funciona por el impulso de los vientos quienes se mueven tras el calentamiento de masas de aire dada las irradiaciones solares; la energía hidroeléctrica depende de la evaporación de las aguas por parte del sol para su posterior precipitación en las cabeceras de los cuerpos de agua que llenan los embalses; y finalmente la energía solar, depende directamente del calor y la luz que esparce el sol más o menos uniformemente sobre la tierra.

 

Es comprensible que la especie humana haya empleado recursos no renovables de energías derivadas del sol a lo largo de su historia, con una marcada tasa de aceleración a partir de la revolución industrial. Era la única conocida, y las tecnologías para su aprovechamiento avanzaron a la par que la demanda se incrementaba.

 

No obstante, el agotamiento progresivo de tales recursos y huella ecológica que han producido precipitan un cambio de los modelos de consumo energético, con tecnologías cada vez más baratas, asequibles y eficientes.

 

El Troudi dice, que Venezuela tiene un reto paradigmático delante de si: reemplazar su matriz energética y para ello emplear la riqueza petrolera antes de que se agote, o bien deje de ser fuente energética masiva para el mundo.

 

La superficie del globo terrestre recoge poco más de 170 mil terawatios de irradiación solar (potencia semejante a la producida por 170 millones de reactores de fusión nuclear de 1000 MW cada uno), y el territorio venezolano posee un formidable potencial de utilización de tal recurso.

 

La cantidad de energía vertida por el Sol al planeta en apenas 15 minutos es equivalente a la que consume toda la humanidad en un año. Datos proporcionados por la Union of Concerned Scientists  refieren que, con tan sólo 18 días de irradiación solar sobre la tierra, se obtendría el mismo volumen de energía que la sumatoria de todas las reservas mundiales de carbón, petróleo y gas natural. Se trata de una fuente de capacidades casi inagotables y de una fuerza gigantesca totalmente disponible, no aprovecharla es simplemente, una oda al absurdo.

 

Energía asequible y no contaminante

 

Como se ha dicho, el Sol es la mayor fuente de energía acreditada, limpia e inagotable.

 

El exministro asegura, que es posible transformar dicha energía en electricidad, a través de dos procesos, la tecnología fotovoltaica y la tecnología termosolar. La primera aprovecha la luz y la segunda el calor que nuestra estrella madre irradia.

 

El proceso de generación por irradiación lumínica se realiza mediante células fotovoltaicas que vuelven la luz solar en electricidad mediante el efecto fotoeléctrico, esto es, la absorción de fotones o partículas luminosas por medio de determinados materiales, para luego liberar los electrones necesarios para producir la corriente eléctrica.

 

Por su parte, la generación por calor, también conocida como conversión térmica de alta temperatura (sistema fototérmico), se basa en la absorción y concentración del calor del Sol a través de paneles y/o espejos dispuestos en forma de colectores solares térmicos; el calor reunido se transfiere a ciertos fluidos que son llevados a centrales donde, tras producir vapor fuerzan el movimiento de turbinas las cuales producen electricidad, en este caso solar-termoeléctrica.

 

También Haiman dice, que las tecnologías descritas posibilitan la producción de suficiente electricidad para abastecer a cientos de millones de hogares. Es decir, ya es posible producir electricidad fotovoltaica o fototérmica de forma limpia y a gran escala, y tal energía es además modulable, con lo cual es posible disponer de ella en cualquier lugar donde se requiera, siempre que existan condiciones geográficas y ambientales.

 

Otra manera de aprovechar la energía del Sol es mediante la aplicación de criterios de arquitectura bioclimática, donde la explotación de la radiación solar se sustenta de forma pasiva, empleando adecuadamente la ubicación y la orientación en la construcción de inmuebles, además de utilizar materiales y elementos constructivos (cubiertas, aislamientos, protecciones, etc.), que reducen drásticamente los requerimientos de climatizar e iluminar edificios.

 

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