lunes, 21 / 04 / 2025
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Ojo pelao: Venezuela lidera el ranking de muertes asociadas al consumo de licor (+informe)

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“Tenía 11 años. Era una fiesta y, cuando nadie me vio, me robé una botella de  Whisky. Vomité en la madrugada y pensé que nunca más bebería. Ojalá hubiera sido así. Me dijeron que tenía que ‘hacerme estómago’ para aguantar las rascas. Me escapaba con mis amigos a tomar, sin pensar que estaba comenzando el gran infierno de mi vida”, relata José Luis, un marabino de 47 años, quien el año pasado cumplió una década de abstinencia.

 

De acuerdo con Gustavo París, miembro del Colegio de Médicos del Zulia y colaborador de la Asociación Alcohólicos Anónimos (AA), sección Zulia, Venezuela ocupa el primer lugar en el consumo de alcohol en el ámbito mundial.

 

“En el mundo mueren al año 5.1 millones de personas por el consumo de alcohol, sea directa o indirectamente, por una nueva cultura que afecta negativamente a nuestra sociedad. Esperamos en un futuro tener marcadores bajos y tratamientos específicos para combatir la compulsión por tomar”, expuso el galeno, quien se ha desempeñado como coordinador del Programa Regional de Salud Mental del Zulia, lleva más de 37 años colaborando con AA y formó parte del foro “Alcoholismo, problema de salud pública”, recientemente realizado en Maracaibo.

 

Aunque José Luis recuerda exactamente cuándo fue su primer encuentro con la bebida, asegura no saber en qué momento se convirtió en alcohólico. “Quizá siempre lo fui. Quizá nací alcohólico. Quizá hay muchos alcohólicos por ahí que no lo saben porque afortunadamente no han probado nunca el licor.  Cuando tomaba ya no podía parar. Comencé a destruir mi vida y la de mis seres queridos”, expone.

 

La psicoterapeuta Bernabé Chirinos define el alcoholismo como una enfermedad primaria crónica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influyen en su desarrollo y manifestaciones. “Se caracteriza por el deterioro del control sobre la bebida, la preocupación por la droga alcohol, su uso a pesar de consecuencias adversas y distorsiones en el pensamiento, siendo la negación la más notable”, agrega.

 

“Se calcula que en un año el uso nocivo del alcohol causa 2,25 millones de muertes prematuras en todo el mundo y un 4,5% de la carga mundial de morbilidad”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Al principio José Luis lo negó. Sus más cercanos le reprochaban el problema y sus causas, pero él no lo admitía. “Perdí un trabajo. Me quedé dormido en una fiesta y al despertar no encontraba a mi hija de dos años. Le di un empujón a mi mamá tras decirme que no le daba dinero porque todo me lo gastaba en tragos. Ese día reflexioné, quise dejar de beber y no pude. Ahí me di cuenta de que era algo más grande que yo”, recuerda el marabino.

 

Los expertos consideran paradójico que, al brindar con alcohol, se diga “¡salud!”, frase muy extendida en Latinoamérica y el resto del mundo, mientras que el alto consumo descontrolado de licor, según la OMS, está vinculado a más de de 200 condiciones (enfermedades no transmisibles, trastornos mentales, lesiones y hasta mayor probabilidad de contraer patologías como VIH), así como a la violencia doméstica, y a la pérdida de productividad, entre otras consecuencias nefastas.

 

También indica que las estimaciones actuales de las enfermedades ocasionadas por el licor solo revelan de forma parcial el impacto del uso nocivo del alcohol. 

 

El informe Situación Regional del Consumo de Alcohol y la Salud en Las Américas de la OMS y la OPS (Organización Panamericana de la Salud), especificó que Venezuela, además de estar entre los países más bebedores, constituye la nación con la tasa más alta por muertes atribuidas al alcohol. Los países más bebedores son Chile, Argentina y Venezuela con un consumo respectivo de 9,6; 9,3 y 8,9 litros de alcohol per cápita. La bebida preferida es la cerveza, con 55%. Los destilados, sobre todo vodka y whisky, siguen con 30% y el vino  con 12%.

 

Venezuela lidera el oscuro ranking de muertes masculinas asociadas al alto consumo de alcohol con la escandalosa cifra de 96,6 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, según el informe. Después está Guyana, con 80,7 y Brasil, con 73,9.

 

Uno de los fenómenos que más preocupa a los especialistas venezolanos es el crecimiento desmesurado de la ingesta de alcohol por parte de la población juvenil. Solo por citar un ejemplo, la Comisión Nacional  contra el Uso Ilícito de las Drogas (Conacuid) reveló que más del 70% de  los jóvenes entre 12 y 20 años ha consumido alcohol alguna vez en su vida y el 13,2% se ha emborrachado.

 

“Si los venezolanos están comenzando a beber a tan temprana edad y la enfermedad se desarrolla en un lapso de cinco a seis años, entonces podríamos estar asistiendo a la germinación de una futura generación de alcohólicos”, previno Elías Torres, médico asesor de Alcohólicos Anónimos. 

 

El especialista señala que un individuo podría estar convirtiéndose en un alcohólico cuando puede consumir una gran cantidad de licor sin que aparentemente afecte su comportamiento, beba solo, pierda por momentos la memoria y el apetito; se involucre en episodios violentos asociados al alcohol y deteriore sus relaciones.

 

La psicóloga clínico y colaboradora de Alcohólicos Anónimos, Yelena Yanes reseña que en el país hay un promedio de entre 3 a 3,5 millones de venezolanos registrados en programas para combatir el alcoholismo. “Uno de cada 10 venezolanos es un alcohólico conocido”, dijo.

 

La cifra de tragos semanales para dictaminar que se tiene problema con la bebida es de 20 tragos en hombres y 12 en mujeres. Los expertos señalan que el remedio efectivo para combatir el alcoholismo es dejar de beber. Pero este paso no es tan sencillo como decirlo.

 

En Venezuela, existen (y con capacidad limitada) muy pocos centros especializados para la hospitalización del paciente alcohólico.

 

El Estado venezolano, en la lucha antidroga, proyectó la creación del Sistema Nacional de Tratamiento y Prevención de las Adicciones, mediante decreto Presidencial.

 

La Fundación José Félix Ribas (Fundaribas) indicó que este sistema estará integrado por las instituciones del Estado que desarrollan programas en esta materia para que los pacientes tengan la posibilidad de llevar a cabo la rehabilitación en el país.

 

Se aspira abordar la prevención y atención de pacientes con adicción a drogas lícitas como alcohol etílico y tabaco, y drogas ilícitas como marihuana, cocaína y sustancias similares al crack, entre otras.

 

Actualmente, el programa que ha resultado la alternativa más efectiva es Alcohólicos Anónimos (AA), una comunidad de hombres y mujeres que comparten su experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse. Resulta completamente gratis y el único requisito para incorporarse es “querer dejar de beber”.

 

Derrotado por el alcohol, económica, física y moralmente; y tras pensarlo mucho, José Luis tocó un día la puerta de AA, en el Centro Comercial Villa Inés, ubicado en la avenida 4, Bella Vista de Maracaibo.

 

“Hoy no bebo, mañana no sé. Así comencé. Sólo parecía una prueba de 24 horas y en ella llevo más de una década. Hoy no bebo, hoy soy libre. AA es lo mejor que he descubierto en esta corta vida que estoy experimentado, pues la otra parte me la quito el alcohol. He recuperado mi familia y mi dignidad. Y tengo argumentos para decirle a todos los afectados que sí hay salida. No importa a dónde nos haya llevado, Venezuela puede pasar a ser el primer país libre de alcoholismo”, reflexiona José Luis.

 

(Panorama)

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