viernes, 18 / 04 / 2025
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¿Guerra económica?: Vladimir Acosta y Miguel Pérez cuentan verdades en el programa «Desde donde sea» (+Video)

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La maniobra que está realizando la oposición para crear la sensación de que existe un gobierno paralelo es una repetición de fallidos intentos anteriores, y puede considerarse una payasada, pero es una payasada peligrosa que podría llevar nuevamente al país al terreno de la violencia.

 

Tal fue uno de los puntos en los que coincidieron el historiador, novelista y analista político Vladimir Acosta y el filósofo y comunicador Miguel Pérez Pirela, en la tercera emisión del programa Desde donde sea, que se transmite los jueves a las 7 de la noche por Internet y redes sociales.

 

Pérez Pirela y su invitado abordaron este tema y también otros de gran actualidad, como la situación económica nacional y la inefectividad de algunas de las medidas que se han tomado para hacerle frente.

 

En la amena conversación, Acosta reveló también algunos detalles de su trayectoria personal y política y contó acerca de algunos de los temas en los que está trabajando actualmente.

 

Aquí hay un solo presidente

 

Acosta abrió fuegos hablando de la más reciente jugada de la oposición, orientada a crear un gobierno paralelo. Al respecto dijo que «Nicolás Maduro es el único presidente que hay en Venezuela. Lo que la oposición trata de montar es una repetición de los mismos recursos y maniobras del pasado para llevar al país a una situación de caos. En Venezuela se hizo un proceso electoral en mayo pasado. Puede haber críticas a ese proceso porque algunos podrían opinar que fueron unas elecciones de segundo grado o cualquier otra objeción, pero fue un proceso limpio y transparente. No hay ninguna posibilidad de decir que fue fraudulento. Son elecciones válidas, y en ellas participó una parte de la oposición. Si bien otra parte se negó a participar, no es algo que deje duda sobre la legalidad de la elección».

 

Para Acosta, una cosa es el disgusto que un sector pueda sentir con el resultado y otra es la ilegalidad o la ilegitimidad. «Lo que hace la Asamblea Nacional, que está en manos del sector más agresivo, derechista y radical de la oposición, es lo que se sabía que iba a hacer, acusar a Maduro de ilegítimo y usurpador».

 

El historiador explicó las razones por las cuales la Asamblea Nacional fue declarada en desacato, tras contravenir la orden del Tribunal Supremo de Justicia de no incorporar a los tres diputados del estado Amazonas, cuya elección fue considerada fraudulenta.

 

Al analizar las actuaciones del diputado Juan Guaidó, Acosta opinó que no se ha atrevido a decir directamente, sino en forma de insinuación, que él es el presidente de Venezuela. «No puede haber dos presidentes. Si el que aspira a serlo controla la mayor parte del país, pues, saca a patadas al otro. Si controla una parte nada más, puede ir a un modelo separatista, o también puede ir a otro país y pretender gobernar desde el exilio. Esas son las opciones, pero si alguien se declara presidente y  permanece en el país, lo que puede esperarse de cualquier gobierno es que lo meta preso», dijo.

 

«Es una payasada, pero una payasada peligrosa porque la AN está buscando la manera de aprobar un proceso de transición. Para que funcionen como gobierno paralelo requieren al menos el reconocimiento de EEUU que también ha sido ambiguo», comentó Acosta.

 

Pérez Pirela recordó que Guaidó se presentó a las elecciones de gobernador en el estado Vargas y perdió, lo que pone en serias dudas su condición de líder, incluso en esa escala regional de un estado pequeño. Sin embargo, la estructura de poder que lo respalda «ha creado una figura heroica en cuestión de días vinculándolo incluso a Simón Bolívar».

 

La falsa comunidad internacional

 

Acosta y Pérez Pirela analizaron uno de los argumentos medulares que se esgrimen para demostrar la supuesta ilegitimidad de Maduro: el no reconocimiento de la comunidad internacional.

 

Acosta rechaza incluso esta  denominación tan socorrida. «¿Qué es una comunidad? Una comunidad es una unión entre iguales que procuran enfrentar problemas comunes…. Cómo puede haber una comunidad entre EEUU y el resto de los países. No hay nada en común, lo que hay es hegemonía, dominación, explotación. Lo que hay son intereses de unos países que se imponen sobre los otros».

 

Explicó que el uso de expresiones como esa (comunidad internacional) es una expresión del proceso de disolución acelerada de las estructuras culturales, cuyo fin último es que los poderosos puedan hacer lo que se les antoje impunemente.

 

A juicio de Acosta, la hostilidad de EEUU y sus aliados del Grupo de Lima no es, sin embargo, un asunto de menor cuantía. «El problema real es que las relaciones de los países se dan  primero que nada con los vecinos, no con los más lejanos. Los apoyos de muchos países de África o Asia son algo simbólico. Las relaciones con Rusia, China e India son importantes, pero también están lejos. En cambio, Los tres países fronterizos del continente tienen gobiernos enemigos de Venezuela y están tratando de destruir el proceso político venezolano: Colombia, Brasil y Guyana».

 

Con respecto a la reclamación del territorio Esequibo, el historiador expresó que la gran oportunidad de Venezuela de recuperarlo fue antes de que la Guayana Inglesa se convirtiera en república independiente (1966).»Antes éramos el pequeño país luchando contra el imperio británico, pero luego pasamos a ser el país petrolero que quiere despojar a una nación nueva y más pequeña».

 

Pérez Pirela acotó que en la actual coyuntura, ese país pequeño actúa con el apoyo de la  ExxonMobil y de EEUU.

 

Borges, consumado traidor

 

El moderador de Desde donde sea comentó una de las noticias del día (jueves 17), el tuit de Julio Borges en el que acusa a Venezuela de estar involucrada en el atentado con carro bomba de Bogotá. «Esto es algo que no tiene nombre, lanzar una acusación que puede ser incluso un casus belli, un motivo de guerra entre nuestros países. ¿Cómo es que alguien que  está propiciando el enfrentamiento entre países pretende volver a Venezuela a gobernar?», se preguntó.

 

«No me sorprende nada de alguien tan servil -aportó Acosta-. Si se puede hablar de traición a la patria, un caso indiscutible es Borges. Es alguien financiado por gobiernos enemigos, que busca la invasión de su propio país».

 

Paréntesis biográfico

 

Numerosas personas de la audiencia se interesaron en diversos aspectos de la vida y del trabajo intelectual de Acosta, quien fue revelando algunos detalles. Por ejemplo, que estudió Medicina cuatro años pero la azarosa vida política que llevaba en los años 60 lo obligó a cambiar de rumbo. También contó que cursó estudios en París en medio de grandes sacrificios y que si bien nunca fue guerrillero, sí subió dos veces a El Bachiller (uno de los lugares emblemáticos de la lucha armada venezolana), pero no a combatir, sino para asistir a reuniones políticas. Ante una pregunta de Pérez Pirela, reveló que fue gran amigo del combatiente  revolucionario José Manuel «Chema» Saher, quien fue fusilado por la Digepol en 1967.

 

Hablando de acontecimientos más recientes, se refirió a La otra mirada, el programa que realizó en Venezolana de Televisión y que tuvo 75 capítulos. Sin explicaciones fue suspendido. «No eran programas de militancia política, sino de temas culturales, históricos, de investigación. Eso pasó hace ya cinco años. Lo mismo ocurrió con el programa de Radio Nacional. Me aplicaron un despido indirecto, cuando pretendieron que cambiara el horario de las 7 de la mañana a las  10 de la noche».

 

Pérez Pirela, al abundar acerca de las estancias de Acosta en París, dijo que mucha gente tiene la falsa idea de que quienes han ido a estudiar a la capital francesa o a otras ciudades de Europa, viven allá con grandes comodidades. Rememoró su propia experiencia, en la que tuvo incluso que laborar en los más diversos oficios, incluyendo el de taxista pirata ofrecía sus servicios a las puertas de las discotecas en horas de la madrugada.

 

Guerra económica: realidad y excusa

 

Luego de la digresión Acosta y Pérez volvieron al tema de las graves amenazas que se ciernen sobre Venezuela, incluyendo la de una descomposición territorial.

 

«Independientemente de las críticas que se tengan, todo patriota debe apoyar este gobierno. Es un momento de darle apoyo porque es la única garantía de avanzar en el camino revolucionario. Llamar a la atención sobre los errores es una cosa, pero no se puede estar en el medio en una circunstancia como esta», expresó Acosta.

 

Pérez Pirela añadió que debemos preguntarnos cuál es la alternativa que se plantea al gobierno revolucionario: «¿Serán los líderes de la oposición, la guerra con Colombia, la división territorial?».

 

El moderador y su invitado hablaron sobre la guerra económica. Acosta rememoró que ya en 2006, un alto funcionario de EEUU para América Latina decía que la única forma de derrotar a Chávez era por la vía económica, pues por la electoral no era posible, ya que lo apoyaba el pueblo, y tampoco por la vía violenta, porque lo apoyaba la Fuerza Armada. «Esa fue una declaración de guerra económica que luego se ha ido desarrollando en forma cada vez más intensa. Nadie puede negarlo, pero lo que no puede ser es que todo lo malo que ocurra se lo atribuyamos a la guerra económica. Si lo hacemos de esa manera, el argumento pierde validez. Lo mismo pasa con echarle la culpa de todo al imperialismo norteamericano o al terrorismo. Estamos claros en que EEUU es enemigo de todo el mundo y quiere destruir el proceso venezolano. Pero no son responsables de cada cosa que ocurre. Hay negligencia, ineficiencia y corrupción. Usar esos argumentos es simplificar una realidad muy compleja que no debería ser simplificada», puntualizó.

 

Acosta advirtió que «los planes del presidente Maduro para enfrentar la hiperinflación no han dado resultados, y desgraciadamente se vuelven a anunciar. Eso genera tensión porque la gente desconfía de esos planes.  Hay que tomar la palabra del presidente para crear programas permanentes, por ejemplo, para tratar de reconstruir las empresas del Estado».

 

Al comentar la opinión de un usuario que reclamó verdaderos cambios de gabinete, Acosta se mostró de acuerdo y señaló que en el país hay bastante gente para renovar los cuadros ministeriales. «El gobierno debe aceptar las críticas que no son para perjudicarlo, sino todo lo contrario, para tratar de corregir el rumbo. Estamos a tiempo de aplicar esos correctivos», enfatizó.

 

El intelectual, con numerosas obras publicadas en los campos de las ciencias sociales y la literatura, observó que muchos de los programas puestos en marcha por el gobierno «son puntuales y reactivos, no apuntan a las causas sino a los correctivos, y no forman un bloque sino que cada uno está por su lado». Planteó que con las políticas públicas debe evitarse la tendencia muy venezolana a emocionarse con un proyecto y abandonarlo a las dos semanas para dedicarse a otra cosa.

 

«En ningún país serio puede haber algo como una ‘fiesta del asfalto’. Lo que hay son alcaldes que tapan huecos. Es el estilo de los operativos que tienen el tiempo contado -ejemplificó-. El aumento salarial en una hiperinflación es necesario. Pero cuando llega por tercera vez ya no soluciona nada. El gobierno debe buscar otros asesores para tomar medidas que corrijan el fondo».

 

Una usuaria solicito a Acosta su opinión sobre la situación de la industria petrolera. Respondió que se ha perdido la visión de totalidad de la política para este sector fundamental y por eso algunas medidas lucen aisladas y poco coherentes.

 

Libros  y programas pendientes

 

Pérez Pirela ponderó el valor de Acosta como intelectual y le pidió hablar de las obras en las que ha estado trabajando últimamente.

 

«Terminé una larga investigación, El monstruo y sus entrañas, que muestra cómo son los EEUU por dentro. Los latinoamericanos los conocemos por fuera, por las invasiones, las guerras, los golpes, las conspiraciones, las intrigas, pero no sabemos cómo es ese país por dentro, cómo mantiene a su población identificada con sus políticas a base de mitos, de  embustes, de engaños. Analizo el peso que tiene el racismo, la religión, su sistema político-electoral… desgraciadamente el libro salió con una gran cantidad de errores. Estamos esperando por una edición corregida», explicó.

 

También terminó un trabajo sobre la decolonialidad, un tema que ha trabajado por años. Se titula  Salir de la colonia y analiza cómo se construyó la colonialidad latinoamericana con valores que han sobrevivido al siglo XIX y al XX y siguen vigentes en la actualidad.  «Es un tema que no puede quedarse en los niveles académicos, sino que debe ser debatido en instancias políticas», dijo.

 

Igualmente está escribiendo una novela sobre la que no quiso decir mucho, salvo que no tiene nada que ver con la realidad venezolana ni con la actualidad, y que no es fantástica sino histórica, pero de un tiempo muy remoto. «Escribir literatura es difícil porque debo arrancar tiempo de asuntos más urgentes. Por ejemplo, tengo que leer unas declaraciones de Julio Borges… ¡Maldito sea!, pero ¿qué voy a hacer?, tengo que leerlo”, expreso. «De todos modos, yo sé que esa es la novela que no va a leer nadie», bromeó.

 

Pérez Pirela invitó a Acosta a incursionar en l televisión 2.0, “que no es el futuro, sino el presente”, pues ya no es necesario guindársele a los dueños de los canales de la televisión convencional para tener un programa. «Si criticamos la estupidización colectiva de las redes sociales, vamos a utilizar esas herramientas para la educación y el debate», propuso.

 

Acosta relató acerca de una idea para un programa de televisión sobre temas históricos y filosóficos que les propuso Ernesto Villegas, cuando era ministro de Comunicación e Información, a Luis Britto García y a él. El plan no prosperó luego del cambio de Villegas al ministerio de Cultura.

 

Pérez Pirela, en el tramo final de la tertulia, comentó que  las redes sociales han cambiado incluso la forma de hacer investigación. Dijo que en la labor que actualmente cumple como jurado del Premio Contracorriente, otorgado por el gobierno cubano, ha encontrado citas de Wikipedia. La primera vez que se topó con una de ellas, pensó en descalificar el trabajo que la contenía, por falta de rigor metodológico, pero luego, conversando con académicos, se ha enterado de que ya es una fuente aceptada en muchos casos.

 

Acosta resaltó la utilidad de Wikipedia para el trabajo cotidiano y aprovechó para señalar que de ser cierta la versión de que Conatel bloqueó la referida enciclopedia en línea «sería algo realmente estúpido», pues afecta a todos los usuarios para impedir que se lea algo en lo que, dentro de Venezuela, nadie cree. «Lo que funcionaría, en tal caso, sería bloquearla en todo el mundo, menos en Venezuela», ironizó.

 

(LaIguana.TV)

 

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