Todo comenzó cuando era muy pequeño y visitaba a su abuelo en Alemania, siempre viajó en tren con sus padres y para él fue muy impresionante cada vez que se montaba en esa gran máquina de vapor, luego en unas navidades recibió un regalo de niño Jesús y era un trencito de hoja de lata que afianzó en él, el amor por los trenes.
Cuando ya tenía 14 años, este emblemático personaje empezó a trabajar y ya podía comprarse sus primeros trenes “comencé con una locomotora, un par de vagones, con eso hice un recorrido en una pequeña maqueta que hice cuando vivía en Alemania, pero luego en 1952 mi papá decide emigrar a Venezuela, luego de la II Guerra Mundial y todo se perdió en el viaje”.
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