Este jueves, durante una sesión celebrada en la Organización de Estados Americanos (OEA), 18 delegaciones de países miembros se negaron a sumarse a la iniciativa de EEUU que pretendía imponer a un “representante” nombrado por el presidente de la Asamblea Nacional en desacato, Juan Guaidó, recién autoproclamado como “presidente encargado” de Venezuela en una plaza del país.
La sesión se realizó por pedido de los países pertenecientes al grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica y Perú) y EEUU, cuyos gobiernos reconocieron oficialmente al autoproclamado Guaidó y tenía como finalidad aprobar una declaración intervencionista a favor de las recientes actuaciones de la derecha en Venezuela.
El grupo convocante no logró los votos para reconocer al embajador ilegal que la AN en desacato envío como «embajador alterno». De hecho, no alcanzaron ni los 19 apoyos de la última votación por lo que no sacaron resolución legal alguna.
Pese a que se le impidió el paso al legítimo embajador venezolano en ese organismo, Samuel Moncada, una vocera oficial de Venezuela, Asbina Marín, leyó un comunicado contundente en el que desdeña las acciones que constituyen un golpe de estado y no una “transición democrática” y resaltó la ilegalidad de las actuaciones para sacar a los acreditados legalmente de la silla de la OEA.
«El comunicado que se leyó aquí no es una declaración de la OEA porque no tiene el consenso de los países miembros, es un simple panfleto, una operación de propaganda que intenta justificar el golpe de Estado (…) solo obliga a quienes lo firmaron (…) así se construye el nuevo modelo para el cambio violento de gobiernos en América Latina…», sentenció contundente Marín.
(LaIguana.TV)