La jueza brasileña Gabriela Hardt condenó al expresidente Lula da Silva a 12 años y 11 meses de prisión por delitos de corrupción. La magistrada es la reemplazante de Sergio Moro, actual ministro de Justicia del país, en la megacausa conocida como Lava Jato.

En este caso la investigación giró en torno al pago de sobornos para conseguir contratos con el Estado mediante la reforma de una casa de fin de semana en Atibaia, San Pablo, que fue financiada por las constructoras OAS, Odebrecht y Schahin. No obstante, al igual que en la anterior condena, Lula no es dueño de la propiedad. En este caso el titular de la vivienda es un amigo suyo, Fernando Bittar. 

(RT)