Una de las excusas que dio la empresa Kréisel-Venezuela tras haber cometido delitos de acaparamiento, boicot y desestabilización económica con la posesión de más ocho mil juguetes en un galpón en Guarenas fue que a los niños supuestamente no le gustaban esos modelos de juguetes.

Según Contreras, tras el hallazgo los responsables de la mercancía aseguraron que esta no había ido al mercado nacional debido a que “a los niños no les gusta ese modelo”, a pesar de que se encontraron muñecas, carros, bicicletas, set armables, entre otros.

Además, el Superintendente señaló que la empresa recibió al menos 30 millones de dólares para sus importaciones durante los últimos cinco años, por lo que semejante operación solo obedece al esquema de la guerra económica contra el pueblo.

Prueba de ello es que juguetes adquiridos a Bs. 55 fueron vendidos a precio de venta de importación de 8.930 bolívares, para posteriormente venderlo a una empresa distribuidora por 17.934, siendo los mismos dueños en cada una de las operaciones, lo que supone el alarmante índice especulativo de 25.066%.

(LaIguana.TV)

William Contreras: «La empresa alega que estos juguetes están pasados de moda y que a nuestros niños no les gustan». #SunddeJuntoAlPueblo pic.twitter.com/W4JJbzomCs

— Sundde (@sundde_ve) 11 de diciembre de 2016