Este viernes 22 de marzo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra el país; esta vez los blancos fueron los bancos estatales Venezuela, Bandes y Bicentenario.
El Gobierno gringo pretende hacer ver que este tipo de medidas afectan, supuestamente, solo al presidente Nicolás Maduro, a sus familiares más cercanos y a sus colaboradores más próximos.
Sin embrago, nada más lejos de la realidad: estas sanciones dejan serias consecuencias en el pueblo, tanto los que apoyan al Gobierno como a los que no, dado a que se ven imposibilitados para adquirir artículos alimenticios y de salud de primera necesidad.
En el caso de las medidas contra los bancos, afecta a un gran número de venezolanos que poseen cuentas en estas entidades. Solo el Banco de Venezuela posee más de ocho millones de clientes.
El canciller Jorge Arreaza publicó en su cuenta Twitter un comunicado en el que el Gobierno Nacional rechaza este tipo de acciones, dejando claro que “atenta directamente contra el corazón de las finanzas del pueblo venezolano”.
Asimismo, añade que más de 23 millones de clientes, entre personas naturales y jurídicas.
Podría decirse, entonces, que esta arremetida y sus afectaciones a la economía del venezolano de a pie puede ser una estrategia equivocada para la oposición, pues subrayaría las dificultades a las que su alianza con el imperio gringo está haciendo pasar al pueblo de Venezuela.
(LaIguana.TV)