Corría el año 2003 cuando el hoy presidente saliente de Argentina, Mauricio Macri, quedó en ridículo frente al comandante Hugo Chávez Frías: intentó buscarle pelea y salió con las tablas en la cabeza.

Durante el programa “Almorzando con Mirtha Legrand”, Macri trató de polemizar cuando criticó al entonces mandatario venezolano, Hugo Chávez, por el apoyo a su homólogo Néstor Kirchner, quien tenía el propósito de derogar las leyes que protegían a los artífices de la dictadura y sus cómplices.

“Cuando hay una campaña todo el mundo quiere volver atrás para desviar la atención”, le dijo el entonces candidato a jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires a Chávez.

La respuesta del líder de la Revolución Bolivariana fue contundente: “El pasado es parte del presente. No se puede manejar en el presente sin entender el pasado. No se puede olvidar toda la violencia; todo el pasado fue nefasto con el plan neoliberal: no se puede hacer abstracción de un pasado tan nefasto”.

A pesar que Macri ya estaba perdido en esta discusión optó por insistir. Sin embargo, el comandante atestó nuevamente de forma precisa: “No voy a caer en la tentación de un debate contigo”.

Acto seguido, Chávez respondió ante los comentarios del hoy saliente mandatario argentino sobre la inseguridad en Caracas. “Yo tengo una visión muy social del problema. El problema de la inseguridad no lo vas a arreglar con 20 mil policías (…) Hay un cambio cultural pendiente”.

Finalmente, el líder venezolano apuntó: “El que trate de estar bien con Dios y con el Diablo se vuelve loco”.

(LaIguana.TV)