En horas de la tarde de este domingo 10 de noviembre el presidente Evo Morales anunció su renuncia al cargo, tras varios días de violencia incitada y protagonizada por sectores de la ultraderecha que desconocen los resultados de las elecciones que tuvieron lugar el pasado 20 de octubre y en las que el mandatario ganó con amplio margen en primera vuelta.
“Estamos dejando a Bolivia con soberanía e independencia de Estado” afirmó Morales desde la ciudad de Chimoré, en el departamento de Cochabamba.
“No es ninguna traición. La lucha sigue. Somos pueblo”, expresó, al tiempo que hizo un llamado a la juventud: “Le digo a las juventudes: sean humanos con los más humildes”.
Desde hace varios días se venían registrando en la nación andina hechos de violencia contra militantes y dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), así como ataques contra medios estadales, quema de residencias y traición de aliados políticos y miembros de la Policía Nacional.
Pocas horas antes de producirse la renuncia de Morales, oficiales de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) indicaron que para recuperar la estabilidad de la nación era necesario un cambio en la presidencia.
“Sugerimos al presidente que renuncie a su mandato permitiendo la pacificación y mantenimiento de la estabilidad de Bolivia”, expresó el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, William Kaiman.
Varios integrantes del gabinete del ahora expresidente habían renunciado a sus cargos: el viceministro de Turismo, Marcelo Arze; la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque; la ministra de Planificación, Mariana Prado; así como el senador electo por el Potosí, René Joaquino; el gobernador Juan Carlos Cejas y el alcalde Williams Cervantes, por el departamento.
Vale destacar que Morales deja un país con altos índices de desarrollo humano,en el que se garantizan los derechos fundamentales de la población y con un crecimiento económico de 4,5 por ciento, según Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
(LaIguana.TV)