El presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo a un lado su investidura presidencial para evitar un derramamiento de sangre, luego que la policía y las fuerzas militares le «sugirieran» renunciar en medio de amenazas de muerte contra él, su familia y miembros del Poder Ejecutivo.

 

 

Una tuitera resaltó esta acción de Morales y la comparó con el caso de Chile, donde el liberal Sebastián Piñera se niega a renunciar a pesar de las masivas manifestaciones y la brutal represión que han desatado su ejército contra el pueblo chileno, que ya contabiliza al menos 20 personas asesinadas.

 

 

Desde hace tres semanas, cuando en Chile se produjo una implosión social que mostró al mundo toda su desigualdad, miseria y pobreza, el presidente Piñera dijo que se había desatado «una guerra» y ordenó a las fuerzas militares a tomar las calles, impuso un toque de queda y Estado de emergencia para evitar las multitudinarias manifestaciones.

 

 

En este momento, el pueblo de Chile sigue en las calles pidiendo la renuncia de Piñera y una nueva constitución, pues la vigente fue creada por la dictadura de Augusto Pinochet -que persiguió, torturó y asesinó a por lo menos 40.000 líderes políticos y sociales, tras el asesinato del presidente Salvador Allende.