El presidente de Bolivia Evo Morales arribó en horas del mediodía de este martes 12 de noviembre a la capital de México, Ciudad de México, luego que esa nación le ofreciera asilo político tras el golpe de Estado que se consumo en su contra el pasado domingo.
Morales llegó acompañado de su vicepresidente, Álvaro García Linera, así como por la ministra de salud, Gabriela Montaño.
“Seguimos en la política”, afirmó el mandatario andino, quien agradeció a esa nación por haberle dado asilo.
“Mientras tenga la vida seguimos en política, sigue la lucha, estamos seguros que los pueblos del mundo tienen derecho de liberarse, pensé que habíamos terminado con la discriminación”, Aseguró.
Destacó que su único delito “es ser indígena”, además de haber “implementado programas sociales para los más humildes, buscando la igualdad”.
Resaltó que los funcionarios de su Gobierno que renunciaron “no lo hicieron por cobardes, lo hicieron bajo amenaza” y recordó que tras conocerse los resultados de las elecciones generales se desató una ola de violencia que incluyó la quema de sedes militares, casas de dirigentes del MAS, así como de la casa de su hermana y de la suya propia.
Apuntó que el golpe de Estado comenzó a gestarse tras la derrota de la derecha en la primera vuelta y que, posteriormente, se sumó la policía. Denunció que se pagó altas sumas de dinero a funcionarios policiales y militares para que lo traicionaran.
“Somos antiimperialistas, no por este golpe voy a cambiar ideológicamente, hemos reducido la extrema pobreza, esta es una lección más para fortalecer la lucha de los pueblos”, señaló
(LaIguana.TV)
