El Gobierno de México decidió otorgarle el derecho al asilo humanitario al presidente de Bolivia, Evo Morales, debido a las amenazas de muerte y persecución política que se originaron en su contra tras el golpe de Estado que perpetró la fuerza armada boliviana y sectores de la oposición secesionista.
Al respecto, el canciller de México, Marcelo Ebrard, informó este martes en rueda de prensa que la protección que decidieron ofrecer a Morales obedece al derecho humano de salvaguardar su vida, así como la de cualquier otro boliviano que sea perseguido y considere que su vida está en peligro tras perderse el orden constitucional en Bolivia.
Morales aceptó el asilo ofrecido por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien tomó la decisión de otorgarlo “en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia, en donde la vida [de Evo Morales] y su integridad corren riesgo”.
Ebrard comentó que toda la protección que brindan a Morales se fundamenta en la Constitución mexicana y las leyes de su país sobre este tipo de casos.
México tiene experiencia en protección a asilados
«México se ha caracterizado por su tradición en materia de protección a asilados a lo largo de su historia. Se ha mostrado como un Estado incluyente y solidario cuyas puertas han estado abiertas para quienes han tenido la necesidad de abandonar sus países por persecución política y otras causas”, dijo Ebrard.
En este sentido, el jefe de la diplomacia mexicana explicó que la decisión se basa en la Convención sobre Asilo de La Habana de 1928 y la Convención sobre Asilo Diplomático firmada en Caracas en 1954. La legislación mexicana también reconoce el otorgamiento del asilo político en su Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011.
«La tradición a la que me refiero también tiene como base el artículo 15 de nuestra Constitución. Vale recordar que México ha sido tierra de asilo para personas como Giuseppe Garibaldi, José Martí, Luis Buñuel, León Felipe, Rigoberta Menchú y Víctor Raúl Haya de la Torre».
El canciller detalló que mantuvo comunicaciones con la Cancillería boliviana para que, «bajo el derecho internacional» se otorgara «el correspondiente salvoconducto y las seguridades, así como garantías de que la vida, integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro y que podrá ponerse en seguridad”.
El asilo es un derecho soberano del Estado mexicano
“El otorgamiento de asilo es un derecho soberano del Estado mexicano que va acorde con sus principios normativos en política exterior para proteger los derechos humanos y respetar la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de las controversias y la no intervención”, dijo.
Ebrard agregó que “esta decisión la hemos hecho ya del conocimiento de la Organización de Estados Americanos, la haremos de la Organización de las Naciones Unidas invocando, de acuerdo a los tratados y convenciones internacionales, la protección internacional a la vida, la libertad y la integridad de Evo Morales”.
El Gobierno mexicano también criticó a la Organización de Estados Americanos (OEA), que denunció irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, por guardar silencio ante las presiones de los militares y aseguró que pedirá una reunión «de carácter urgente» del organismo para encontrar una salida a la crisis política que atraviesa ese país.
No al silencio de la OEA
“Pedimos que la OEA fije una postura cuanto antes. No al silencio», ha sentenciado el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en la conferencia de prensa de este martes y que ofrece cada mañana.
La respuesta de la OEA no tardó en llegar. A pocos minutos de terminar la comparecencia del Ejecutivo mexicano, la organización americana emitió un comunicado para rechazar «cualquier salida inconstitucional» a la situación.
Desde su renuncia, Morales se mantuvo resguardado en el Chaparé, la zona cocalera del centro del país, uno de sus principales bastiones, donde inició su carrera como líder sindical. Posteriormente fue rescatado en Cochabamba por un avión de la fuerza aérea mexicana que tuvo que sortear distintos impedimentos colocados por los gobiernos de Perú, Ecuador y la fuerza áerea boliviana.
En las gestiones para trasladar finalmente a Evo Morales de Bolivia a México también participó el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.
(LaIguana.TV)