El Comandante Hugo Chávez aseguró hace años que uno de los planes que se adelantaban en Estados Unidos en su contra era aplicarle la fórmula de Noriega, es decir, asociar su nombre directamente con el narcotráfico, para luego usar eso como excusa y justificar cualquier acción imperialista. 

“Cualquier cosa es válida contra un narcotraficante que es Presidente”, dijo entonces, y seguidamente recordó que Estados Unidos había invadido Irak, asegurando que allí había armas de destrucción masiva, aunque nunca las hubo, como posteriormente se comprobó.

“Pero igual ahorcaron al Presidente, sin juicio ni nada. El imperio. ¿Y qué? ¿Quién lo acusa, quién lo sanciona? Nadie. Es el imperio”, enfatizó el líder bolivariano. 

Asimismo, exhortó a quienes todavía daban algún crédito a las acusaciones imperialistas a darse cuenta de esa “gran farsa”, “por la moral, por el respeto al ser humano y por nuestra propia dignidad”. 

Chávez también destacó que era habitual que las personas que deseaban de verdad la paz y la democracia en el mundo, bajo las banderas de la igualdad y el respeto mutuo, terminaran siendo condenadas con acusaciones como “terroristas, asesinos o narcotraficantes” y si bien aseguró que le tocó compartir ese destino, remató que le tenía sin cuidado lo que el mundo dijera de él. 

“Lo único que aspiro ya, es vivir lo que me queda y morir siendo parte del ejército de los humildes”, concluyó. 

Las reflexiones del presidente Hugo Chávez cobran gran vigencia, pues en la actualidad el Gobierno de Donald Trump ha montado un tinglado de acusaciones no comprobadas de narcotráfico y financiamiento al terrorismo internacional, en contra de altos funcionarios y exfuncionarios del Gobierno Bolivariano. 

La semana pasada, el Departamento de Justicia en alianza con la DEA, ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por la cabeza del presidente Nicolás Maduro y 10 millones por las del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.

No obstante, en el organigrama “criminal” del por ellos denominado Cartel de los Soles, se incluye a desertores como Clíver Alcalá, quien viajó desde Barranquilla hacia Estados Unidos con la DEA, y Hugo Carvajal, quien está evadido de la justicia española desde el pasado mes de octubre. 

En paralelo, Donald Trump anunció el despliegue del Comando Sur en la “mayor operación” para la lucha contra el narcotráfico en la historia del hemisferio, señalando directamente a Venezuela de inundar de cocaína a Estados Unidos, aunque informes oficiales de su propia Administración refuten esa aseveración y sí señalen a Colombia de aportar el 90% de la cocaína que ingresa a ese país. 

La operación, que aún no tiene fecha definida, centraría sus acciones en el Caribe Occidental, que coincide con el litoral del Pacífico de Colombia, nación en la que Estados Unidos dispone de bases militares que podrían utilizarse para concretar distintas acciones belicistas en contra de Venezuela, no descartadas del todo en Washington, apoyadas por la oposición extremista criolla y cuyo último propósito sería forzar violentamente la salida del presidente Nicolás Maduro.

(LaIguana.TV)