Este Viernes Santo se marchó el compositor gaitero William Atencio. Su corazón dejó de latir en Guayaquil, Ecuador, donde perdió la batalla contra el nuevo coronavirus (Covid-19).
A comienzos de semana se conoció que estaba hospitalizado y desde Venezuela a Ecuador hubo un puente aéreo de oraciones para que mejorara pronto. A través de allegados se supo que en las últimas horas le colocaron piezas gaiteras. Así fue su vida, llena de este ritmo al que le dedicó tiempo y versos desde mediados de los años 60.
Más de 600 temas, grabados por unos 60 conjuntos, hablan de su trayectoria y experiencia.
William Atencio Rodríguez hace poco había cumplido 71 años. Nació el 25 de marzo de 1949 en el Hospital Central de la capital zuliana.
Fue el segundo de cinco hijos procreados entre una falconiana, Petra Margarita Rodríguez, y un zuliano. “Fue amor a primer a vista”, decía.
Su niñez transcurrió en campos petroleros de la Costa Oriental. Vivió en Campo Rojo, de Lagunillas, donde la gaita lo cautivó.
Allá también estudió. Lo hizo en el liceo Raúl Cuenca hasta el cuarto año de bachillerato. Por cosas del destino la familia se vino a Maracaibo y en esta ciudad recibió su título de bachiller en el liceo Udón Pérez.
Hizo estudios universitarios en LUZ, donde estudió licenciatura en Biología y Química. De ambas materias impartió clases en colegios marabinos.
“Anhelé estar en Rincón Morales”
La Navidad de 1963 marcó su vida. Celebrar una noche de la presentación del conjunto Cardenales del Éxito, en Campo Rojo, lo llevó a no pensar en algo más que en la gaita.
“Fue como una fiebre contagiosa. Ese día conocí a varios de los grandes de la gaita y al otro día. No solo yo, varios muchachos amanecimos pidiéndole a nuestros padres que nos compraran un instrumento gaitero. A mí me regalaron un cuatro”.
De Campo Rojo atesoró gratos momentos junto a Alí Castellano, charrasquero; y sus primos la Nena y Daniel Aizpúrua. Este último terminó dándole orientaciones para tocar cuatro.
En el liceo Raúl Cuenca fundaron los mismos estudiantes el conjunto Los Liceístas y William Atencio formó parte del conjunto, que luego pasó a llamarse Los Monarcas. Pasó después a “Los Tigres” y en 1966, lo recibió el conjunto Imperio.
“Ser cuatrista de ‘Rincón Morales’ era mi anhelo y lo logré”, comentaba con orgullo.
Su trayectoria se refleja en “Estrellas del Zulia” y también en la agrupación Número Uno, creada en una división de Rincón Morales.
(Panorama)
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