Las víctimas letales que ha originado la pandemia del COVID-19 en los Estados Unidos se han convertido en la primera causa de muerte del país, dejando atrás a los pacientes con enfermedades cardíacas. La suma total de estas víctimas ya supera la lista total de fallecidos de cinco guerras.
Así lo denunció el periodista Nicholas Kristof, quien es columnista del diario The New York Times desde 2001 y ha ganado dos premios Pulitzer, por su cobertura de China y del genocidio en Darfur.
En su más reciente artículo de opinión publicado este miércoles 6 de mayo y titulado «El virus está ganando. El pensamiento mágico no nos protegerá», Kristof advierte al país que progreso del coronavirus en Estados Unidos ha sido enorme.
«En realidad, es el virus el que ha progresado enormemente, eclipsando la enfermedad cardíaca para convertirse en la causa número 1 de muerte en los Estados Unidos. En menos de dos meses, hemos perdido más estadounidenses por el coronavirus que en las guerras de Vietnam, Golfo Pérsico, Afganistán e Irak juntas», señala.
«Cuando Michael T. Osterholm, un destacado epidemiólogo, escuchó que el grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca estaba «intensificando» su trabajo este mes, estaba eufórico. Tal vez ahora Estados Unidos finalmente abordaría el virus con la seriedad necesaria. Entonces se dio cuenta de que había escuchado mal. El grupo de trabajo no estaba «aumentando» sino «terminando». «Estaba en estado de shock», dijo Osterholm, profesor de la Universidad de Minnesota. «Estamos en la segunda entrada», comenta Kristof en su artículo.
Kristof también denuncia la mala praxis, en términos de política, que ha ejecutado la administración Trumpo contra el COVID-19 y en ese sentido comenta que el comportamiento del virus en Estados Unidos es muy distinto que en países como Italia y España que han logrado hacer descender la curva de contagio sy muertes, algo que no ocurre en su país.
Advierte que Trump y su equipo reflejan muchas contradicciones y confusión, lo que pone en evidencia «la incoherencia de la ‘estrategia’ estadounidense hacia el COVID-19».
«Si bien España e Italia han surgido de sus brotes de Covid-19 y han disfrutado de caídas significativas en nuevas infecciones, eso no ha sucedido en los Estados Unidos. Durante cinco semanas, las nuevas infecciones diarias en los Estados Unidos se han estancado aproximadamente en el rango de 25.000 a 30.000, disminuyendo solo un poco.
Incluso la pequeña disminución en los nuevos casos en los Estados Unidos es engañosa, ya que es simplemente el resultado de un gran progreso en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York. Excluir Nueva York y los nuevos casos en los Estados Unidos siguen aumentando. (…) El número de casos nuevos en los Estados Unidos, fuera de la ciudad de Nueva York, continúa aumentando, mientras que los casos en Italia y España se han desplomado.
Alrededor de la mitad de los estados están flexibilizando algunas restricciones esta semana. Pero para gestionar la reapertura de manera segura, necesitamos niveles masivos de pruebas y seguimiento de contactos, y una señal más de cómo hemos estropeado nuestra respuesta Covid-19 es que, aunque las pruebas, muy tardíamente, aumentaron significativamente, en la mayoría de los días, Estados Unidos todavía está probando menos personas per cápita que Gran Bretaña, Islandia y Portugal.
Trump anunció el 6 de marzo que «cualquiera que quiera una prueba puede hacerse una prueba»; Esto todavía no es cierto».
Kristof agrega que «un nuevo estudio de la Universidad de Columbia sugiere que podríamos enfrentar un repunte de las muertes a fines de este mes debido a la disminución de las restricciones, al igual que un modelo utilizado por la administración Trump muestra que las muertes aumentan a 3.000 por día para el 1 de junio.
«Esto está aquí para quedarse, con toda probabilidad, hasta que tengamos una vacuna, y una vacuna podría estar a uno o dos años de distancia», dijo Tom Frieden, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. «O podría ser nunca».
(LaIguana.TV)
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