lunes, 21 / 04 / 2025
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Trump dejó en shock a medio mundo al invocar ley que autoriza empleo del Ejército contra el pueblo

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La activación de la Ley de 1807 que autoriza al presidente de los Estados Unidos «el empleo de las fuerzas terrestres y navales para responder a cualquier insurrección, violencia interna, combinación ilegal o conspiración que obstaculice las leyes» de ese país por parte de Donald Trump, en ocasión de las protestas antirracistas que atraviesan a la nación desde el asesinato del afroestadounidense George Floyd a menos de un policía supremacista en Mineápolis, fue comentada por el filósofo y analista político, Miguel Ángel Pérez Pirela, en Desde Donde Sea.

En ese orden de ideas, Pérez Pirela destacó que tras esto se encuentran razones electorales «y, evidentemente, supremacistas y racistas», añadiendo que el mandatario no requirió la autorización del Congreso para «declarar la guerra» a los ciudadanos que manifiestan en contra del racismo estructural presente en esa sociedad.

Como cabía esperar, dado que «las palabras del presidente de los Estados Unidos, no son sugerencias, son órdenes», empezaron a sucederse a lo largo del país numerosas muestras de violencia policial de distinto tenor. Así, relató, en Richmond, ciudad del estado de Virginia, policías le lanzaron gas lacrimógeno a manifestantes que protestaban arrodillados y con las manos en alto.

Desde otro ángulo, la actuación de Trump frente a estos eventos, puso de manifiesto el doble rasero que impera en Washington cuando de valorar la legitimidad de las actuaciones del Estado y de los manifestantes se trata. Por ejemplo, «cada vez que alguien en cualquier parte del mundo –sobre todo y más que todo si es un gobierno progresista, de izquierda, un gobierno popular– y se le ocurre a este gobierno lanzar una bomba lacrimógena, será tildado inmediatamente de dictadura, de régimen…», destacó.

Más todavía, esta doble vara también tiene lugar dentro de los propios Estados Unidos. En Washington D.C., las autoridades fueron elogiadas ampliamente por el mandatario por reprimir a los manifestantes, mientras que el pueblo de Nueva York que protestaba en las calles, fue tildado bajo epítetos despectivos y estigmatizantes como «saqueadores», «matones», «izquierdistas radicales» «y todas las demás formas de escoria y basura», según consta en un mensaje que compartió a través de la red social Twitter.

«Yo no quiero osar imaginar que, por ejemplo, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, diga ni la mitad de lo que este está diciendo, para que vean ustedes el escándalo mundial que se forma. Pero como se trata del presidente supremacista de los Estados Unidos, no pasa nada», cuestionó.

En opinión del filósofo, «Donald Trump está estigmatizando a una parte de la población». Por ello, se preguntó: «¿Y dónde están los derechos y libertades políticas y de pensamiento?, lo que le dio pie a cuestionar el controvertido concepto de democracia que se maneja en ese país y que intenta imponer en el nuestro a sangre y fuego, obviando incluso los enormes dramas sociales –contingentes y estructurales– que tiene su propio país, en su empeño por derrocar al presidente Nicolás Maduro.

«¿A ustedes de verdad les parece que un presidente, en medio de una situación tan dura, con 140 ciudades encendidas, con casi 5.000 arrestos, con 25 ciudades en toque de queda, con 1.8 millones de infectados, con 106.120 fallecidos por Covid-19, diga: ‘Nueva York la han tomado los saqueadores, matones, izquierdistas radicales y todas demás formas de escoria y basura?’. Y todo esto, para atizar una diatriba política con el gobernador de Nueva York, porque el gobernador de Nueva York no aceptó el despliegue de la Guardia Nacional ofrecido por la Casa Blanca para reprimir a los ciudadanos de Nueva York?», concluyó.

(LaIguana.TV)

 

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