domingo, 20 / 04 / 2025
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¿Están dadas las condiciones para un golpe de Estado en Brasil? Responde diputada Gleisi Hoffmann

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Jair Bolsonaro ha sido totalmente irresponsable en el manejo de la pandemia del coronavirus y pretende utilizar la crisis sanitaria para avanzar en un proyecto autoritario que pone en serio riesgo la democracia en Brasil, advirtió la diputada federal Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores, entrevistada en exclusiva por el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde donde sea.

La parlamentaria, una figura de gran peso específico en la organización política que lidera Luiz Inácio Lula Da Silva, expresó su certidumbre de que las Fuerzas Armadas brasileñas no seguirán al mandatario ultraderechista en esa aventura y que, por el contrario, le pondrán freno, tal como lo hicieron cuando pretendió secundar los planes de Donald Trump para invadir a Venezuela.

A continuación, una versión del diálogo sostenido por Hoffmann y Pérez Pirela mediante conexión digital:

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Es un honor, tener esta conversación con usted, diputada, pues el Partido de los Trabajadores es una de las organizaciones políticas más importantes del mundo.

Gleisi Hoffmann (GH): Para mí también es un honor compartir contigo, Miguel, y con el pueblo venezolano acerca de lo que está pasando en Brasil. También es importante para nosotros saber lo que está ocurriendo en Venezuela, un país que enfrenta tantas amenazas en medio de esta crisis mundial. Un abrazo y un saludo a todos los que están participando.

MAPP: ¿Por qué el gobierno de Jair Bolsonaro, en medio de una pandemia mundial y siendo Brasil, junto con Estados Unidos, el epicentro planetario de la emergencia, en un mes ha tenido tres ministros de Salud  y en estos momentos no hay ninguno? ¿Es esto cierto?

GH: Es cierto, Miguel. Porque es un presidente irresponsable, inconsecuente, no está preparado para gobernar, fue un accidente de la política brasileña. Un accidente impulsado por las fuerzas conservadoras y de derecha del país, que desestabilizaron y derrocaron a la presidenta Dilma Rousseff mediante un golpe que fue llamado impeachment, y después completaron la maniobra con la prisión del presidente Lula. Le hicieron tanto mal al país que acabaron propiciando la elección de una persona de ultraderecha, sin capacidades para gobernar, administrar y coordinar un país frente a una crisis tan grave como esta. Brasil hoy está en segundo lugar de muertes por coronavirus en el mundo, es uno de los países con más infectados y no tiene un plan de acción coordinado con los estados y municipios, con el área de la salud, con sectores diversos de la sociedad para enfrentar la situación. Bolsonaro siempre esgrime el discurso político, juega a favor de la inestabilidad y quiere aprovechar la pandemia para aumentar el nivel de autoritarismo en el país. Él no logra enfrentar la crisis. Brasil cambió tres ministros de Salud en un mes y hoy no tiene ministro, sino un general que se desempeña como interino en ese despacho y llegó al colmo de cambiar el sistema de conteo de muertos e infectados para reducir falsamente el número. Después de muchos cuestionamientos de la sociedad por ese cambio, resolvió volver al anterior sistema de conteo. Brasil pasa por una situación muy difícil. No creo que antes hubiésemos vivido una crisis con esta intensidad, una crisis que es a la vez sanitaria; una crisis social, con mucha gente sin empleo ni ingresos; una crisis económica, con el Producto Interno Bruto cayendo drásticamente; y una crisis política, con una inestabilidad tremenda y un empeño del propio presidente en ir hacia una salida autoritaria.

MAPP: La no divulgación de las cifras oficiales pone en peligro no solamente al pueblo de Brasil, sino también a toda la región, porque Brasil tiene fronteras prácticamente con toda Suramérica. Entonces, esa decisión de no dar las cifras reales está teniendo también un impacto internacional. Y se lo digo porque una de las primeras declaraciones que dio Bolsonaro en relación al Covid-19 fue el anuncio del cierre de la frontera con Venezuela porque este país era una amenaza para la región. Y resulta que está ocurriendo todo lo contrario.

GH: Exactamente. Bolsonaro se dedicó a ofender a países vecinos diciendo que iba a cerrar fronteras con ellos para no tener incidencia de coronavirus. Esa actitud la tuvo principalmente con Venezuela porque es un país al que él ataca sistemáticamente con un total alineamiento al gobierno de Donald Trump. Desde el primer día de su gobierno ha pretendido desestabilizar a Venezuela. Ahora resulta que está ocurriendo lo contrario a lo que él preveía. Los países vecinos, como Paraguay, Uruguay, Argentina y la propia Venezuela, han tenido que cerrar sus fronteras para impedir el paso de brasileños que puedan infectar a sus connacionales. Brasil no tomó ninguna de las medidas que eran necesarias para evitar la propagación del virus. Como consecuencia de eso, hoy tenemos cerca de 40 mil muertos por Covid-19 en Brasil y más de 700 mil personas infectadas y esos números, desafortunadamente, seguirán creciendo. Bolsonaro no cuidó la salud de las personas y, por el contrario, las estimuló a exponerse al virus bajo el argumento de que no podían dejar de trabajar para que no se parara la economía brasileña. Tampoco tomó ninguna medida para proteger a las empresas y a la economía. Brasil se convirtió en un paria internacional por el tratamiento de la pandemia. Esa infeliz declaración terminó en una situación contraria: hoy Paraguay, Uruguay y Argentina tienen sus fronteras cerradas con Brasil, y la propia Venezuela tiene mucha cautela también porque Brasil es uno de los mayores focos de incidencia del virus. Ahora Brasil está en segundo lugar, después de EEUU, ese país al que Bolsonaro sigue en forma, diría yo, tan religiosa en su política exterior. Hoy, la política externa de Brasil está determinada por el gobierno de Donald Trump. Por eso actúa según los lineamientos de Washington en relación a Venezuela, a Palestina y a cualquier otro país que no esté alineado con la política estadounidense. Su empeño en seguir los pasos de EEUU lo llevó a imitar la catastrófica administración de la crisis de Trump sobre el coronavirus, restándole importancia y no decretando cuarentena ni distanciamiento social. No tomó las medidas para la protección de las empresas y de los trabajadores. Brasil paga un precio altísimo por la irresponsabilidad de Bolsonaro. Quiero aprovechar este contacto con el pueblo venezolano para saludar al presidente Maduro y decirle que valoramos positivamente las medidas tomadas para enfrentar la amenaza del coronavirus. Venezuela, igual que otros países de América Latina, como Paraguay, Uruguay y Argentina han demostrado competencia para proteger al pueblo y proteger al país.

MAPP: Lo que no nos cabe en la cabeza es que esta actitud de Bolsonaro ante el Covid-19 es completamente impopular. ¿No está suicidándose políticamente? Es que incluso en términos de táctica y estrategia política, es muy extraño lo que está haciendo, no se entiende. ¿Qué está detrás de esta actitud de Bolsonaro?

GH: Lo que está detrás es el propósito de su régimen: ir a una escalada autoritaria. Es un plan que se basa en aglutinar apoyo en sectores de las Fuerzas Armadas para intentar un golpe contra el Estado brasileño e instaurar un gobierno de facto, autoritario. Bolsonaro está perdiendo el apoyo popular y de diversas clases sociales. Ganó en los sectores más pobres mediante una campaña de marketing político. En verdad, poco le importan los más pobres. Una prueba es que, por propuesta del PT, se planteó pagar a cada familia un salario mínimo, pero Bolsonaro solo ofreció 200 reales. Al final logramos que se elevara a 600 reales para las familias más pobres y los profesionales que no tengan seguridad social, personas que no tienen renta, de modo que pudieran quedarse en sus casas y resguardarse del virus. Entonces, él todavía tiene un poco de apoyo en los sectores más pobres, pero cuenta además con un núcleo autoritario de extrema derecha que existe en la sociedad brasileña, que es de un 12 a 15%.

MAPP: Este manejo de la crisis ha generado también enfrentamiento con varios gobernadores que se le han parado de frente y han rechazado su actitud ante la pandemia.

GH: Eso mismo. Bolsonaro pelea con todo el mundo: con gobernadores, con prefectos, con profesionales de la salud, con partidos políticos… Ha querido echarles la culpa a los gobernadores de lo que está pasando porque los gobernadores ordenaron el distanciamiento social y él dice que eso dañó la economía. En la cabeza de Bolsonaro lo único que importa es que la gente vaya a trabajar. No se da cuenta de que si la gente se enferma no solo no puede trabajar, sino tampoco consumir. Lo que debió hacer fue asistir a las empresas, darles facilidades y créditos baratos y actuar de manera coordinada, articulada, organizada con los gobernadores y con los gobiernos locales para enfrentar conjuntamente esta plaga que es el virus del Covid-19. Bolsonaro no hizo nada de eso, dejó que cada uno actuara a su manera. Tanto es así que ahora, al retornar a las actividades, cada estado está tomando sus decisiones, no hay una coordinación regional ni nacional. Quien pagará las cuentas de todo eso es el pueblo brasileño y la economía nacional. Bolsonaro no ha logrado ejercer su autoridad de presidente de la República, a fin de coordinar el conjunto de acciones para sacar al país de esta crisis.

MAPP: Además de todos esos factores internos con los que se ha peleado, también lo ha hecho con la Organización Mundial de la Salud, siguiendo el mal ejemplo de Trump. Así Brasil, siendo epicentro de la pandemia, se separa de la OMS.

GH: Sí, una vez más, siguiendo los pasos de Trump porque para Bolsonaro Brasil es igual a EEUU y  él puede adoptar la política norteamericana aunque sea ajena a la realidad política, económica y social de Brasil. Trump ni siquiera le corresponde porque cerró las fronteras estadounidenses para los brasileños y criticó a Bolsonaro, diciendo que había manejado irresponsablemente la crisis del coronavirus y que si él lo hubiese hecho tan mal como Bolsonaro, habría millones de muertos en EEUU. Trump desdeña de aquel que le sigue. A Bolsonaro le falta autoestima, le falta dignidad, y con esa actitud expone al pueblo brasileño a una situación vejatoria, Brasil es un paria internacional, un país que ha perdido el respeto de la comunidad internacional. Es algo muy triste porque Brasil fue un país respetadísimo en materia de política exterior. En el gobierno del presidente Lula, la política externa brasileña era activa y proactiva. Brasil era respetado, era requerido para hablar sobre asuntos importantes del orden mundial, para ayudar en la solución de conflictos. Hoy es uno de los países más criticados por los líderes políticos, por la prensa internacional, por los gobiernos. Se observa una sustancial diferencia entre lo que fuimos y lo que somos, en el plano internacional. Y pensar que Bolsonaro era una de las personas que más quería darle lecciones a Venezuela, al pueblo y al gobierno. Hoy, Brasil está pagando las consecuencias de su arrogancia, de su belicismo.

MAPP: ¿Por qué se están encendiendo las alarmas de un posible de Estado en Brasil? ¿Qué posibilidades existe de que eso ocurra, dadas las tensiones internas en el gobierno y en la política brasileña?

GH: Porque es siempre fue el propósito de Jair Bolsonaro, algo que él nunca ocultó. Ya en la campaña electoral, afirmaba que Brasil no tenía solución en democracia, que se necesitaba un gobierno firme, que la democracia jamás sería un camino para la resolución de los problemas de los brasileños. Bolsonaro siempre ha sido un partidario de esas ideas. Elogió a la dictadura militar en Brasil y a los torturadores. Siempre ha dicho que el poder tiene que estar concentrado. Uno de sus hijos llegó a decir en algún momento que el Supremo Tribunal Federal podría ser cerrado por un soldado en un jeep. Siempre se ha expresado contra el Congreso nacional y las fuerzas democráticas. Llegó a la presidencia con la idea de derivar hacia un régimen autoritario y para eso ha trabajado sistemáticamente durante su gobierno, buscando la desestabilización, buscando conflictos para justificar una intervención autoritaria, un estado de sitio, unas medidas más drásticas para supuestamente garantizar el orden y la ley. Por eso nos preocupa mucho esta situación. Esperamos que las Fuerzas Armadas no entren en una aventura como esa, que respeten la Constitución, a los poderes y al pueblo brasileño, sobre todo, y que resguarden los derechos de ese pueblo y que limiten a Bolsonaro en su insania, en su locura de lanzar al país a la inestabilidad. Ya lo hicieron cuando no le permitieron generar una aventura con relación a la frontera con Venezuela, porque si hacemos memoria, al inicio del gobierno de Bolsonaro, él andaba proclamando que iba a invadir a Venezuela, mediante una alianza con Trump. Afortunadamente, en esa circunstancia, los militares cerraron completamente la posibilidad de que eso ocurriera. Estamos esperando que tengan esa misma responsabilidad que han demostrado con respecto a otros países, se mantenga en relación al régimen interno, a la defensa de la democracia y los preceptos constitucionales de 1988.

MAPP: Usted ha dicho hoy mismo a través de las redes sociales que Bolsonaro ha sido acusado de fraude en las elecciones de 2018, al manipularlas con las campañas basadas en fake news masivas para engañar a la opinión pública. ¿Es posible que el poder electoral de Brasil anule esas elecciones al declarar fraudulenta la metodología fundamentada en fake news para la elección de Bolsonaro y Hamilton Mourao?

GH: Así lo esperamos. Porque fue una barbaridad lo que pasó aquí  contra nuestro candidato Fernando Haddad, en el uso de fake news y financiamiento ilegal de campañas. Nosotros hemos interpuesto cuatro acciones ante el Tribunal Superior Electoral, cuestionando el resultado electoral y pidiendo que se anule la elección. Ahora se abre esa posibilidad con la apertura de un proceso contra Bolsonaro por las campañas de fake news contra el Supremo Tribunal Federal, vinculadas a la quiebras de varias empresas que financiaron la campaña de Bolsonaro y dispararon mensajes en masa de fake news. Hoy el Ministerio Público acordó que se podrán presentar las pruebas sobre esos hechos y eso va a demostrar con seguridad el uso irregular de recursos y el uso criminal de fake news. Eso significa que Bolsonaro corre el riesgo grande de que se concrete el proceso de casación de su mandato. Eso implicaría nuevas elecciones en Brasil.

MAPP: Bolsonaro no solo ha tenido tres ministros de Salud en medio de la pandemia, sino que también su ministro de Justicia le renunció en medio de una crisis institucional. Y no es cualquier ministro, sino el tristemente célebre Sergio Moro, el exjuez de Lava Jato, que fue juez y fue parte en la persecución política contra Lula Da Silva y Dilma Rousseff y otras figuras del PT. Hoy este ministro se desmarca, evidentemente con aspiraciones políticas. ¿Qué opina?

GH: Con certeza, Sergio Moro es un oportunista. Cuando vio que el gobierno de Bolsonaro se estaba debilitando, resolvió salirse y acusar a Bolsonaro, diciendo que pensaba intervenir en la Policía Federal para evitar que se investigara a uno de sus hijos. Moro es tan vendido como Bolsonaro, es tan criminal como Bolsonaro. Está clarísimo que Bolsonaro es presidente de Brasil porque se ejecutó el proceso de judicialización y prisión del expresidente Lula, quien estaba en el primer lugar de todos los sondeos electorales. Sergio Moro, procesó, condenó e hizo preso a Lula y luego le impidió ser candidato presidencial. Le allanó el camino a Bolsonaro y luego terminó siendo su ministro. Estuvo sirviéndole por año y medio, ejecutando las órdenes de intervención en la política, cometiendo ilegalidades, prevaricando y causando desequilibrios, sin denunciar nada. Solo cuando vio que el gobierno perdía fuerza fue que renunció y formuló las acusaciones. A raíz de eso se han abierto investigaciones. Nosotros aprovechamos para reforzar ese caso y para abrir un proceso también contra Moro porque, repito, es tan delincuente como Bolsonaro y, además, es uno de los grandes responsables de que este hombre de la extrema derecha esté gobernando Brasil y destruyendo la economía y nuestra democracia y atentando contra los derechos del pueblo.

MAPP: Debo hacer una pregunta sobre ese gran líder que es Lula Da Silva. Lo vimos realizar una exitosa gira internacional, un poco antes de declararse la pandemia. Se reunió con fuerzas políticas de todo el planeta, y le han dado apoyo figuras como Dominique de Villepin, exprimer ministro francés. Me dio mucha alegría ver que escogió el camino de la democracia, no solo el de la justicia, que es tan difícil en medio de tantas decisiones injustas. Pero también escogió el camino del respeto a la institucionalidad brasileña, eso que Bolsonaro está destruyendo. ¿Qué le depara el futuro a Lula y al PT con miras a unas posibles elecciones adelantadas o al proceso de 2022?

GH: Bueno, nosotros estamos empeñados en conseguir la libertad plena del presidente Lula. Él fue liberado, pero no ha sido absuelto porque sigue en marcha un proceso viciado mediante el cual fue condenado y preso sin pruebas. Hemos presentado un recurso ante el Supremo Tribunal Federal para anular ese proceso y para condenar también a Sergio Moro, que persiguió a Lula por razones políticas. Esperamos que se anule esa condena porque de eso depende que recupere todos sus derechos políticos y que se restablezca plenamente la democracia brasileña. Una vez que recupere sus derechos políticos, queremos que sea candidato a presidente del Partido de los Trabajadores. Como él mismo dice, el único juicio realmente válido para un líder es el apoyo de su pueblo. Lula está bien, con fuerza y vitalidad, estaba por iniciar una gira por todo Brasil, pero tuvimos que suspender la agenda por la pandemia. Él está esperando para hacer ese recorrido, ya que ama a Brasil, quiere estar con Brasil para conversar con el pueblo. Por lo pronto, estamos en contacto con todos los sectores a través de las redes sociales y de otras vías, para denunciar a Bolsonaro y sus movimentos fascistas. Lula sigue esto con mucha atención, con mucha responsabilidad porque él sigue siendo un gran líder de Brasil, de América Latina y uno de los mayores líderes populares del mundo.

MAPP: Las grandes manifestaciones de EEUU por el asesinato de George Floyd se han replicado en Brasil, no solo contra el racismo, sino también por la recuperación de la democracia, tan debilitada por Bolsonaro. ¿Qué opinión le merece?

GH: Es así. En esas manifestaciones se está expresando el pueblo negro, el pueblo pobre, los habitantes de las periferias de las ciudades, los jóvenes, los trabajadores, ese pueblo que está siendo el más contaminado por este virus, los sectores donde más personas están muriendo por falta de políticas de protección del gobierno de Bolsonaro. Esa gente está diciendo “fuera Bolsonaro” y “fuera el fascismo”. Es un movimiento muy lindo, muy interesante y yo tengo la certeza de que va a influir en el restablecimiento pleno de la democracia brasileña. Esa lucha va a conseguir un Brasil para el pueblo y no para las élites.

MAPP: ¿Por qué Bolsonaro tiene una política exterior tan dependiente de EEUU y qué le va a pasar al “Trump del trópico”, como ama llamarlo en la prensa europea, si el 3 de noviembre Trump pierde las elecciones?

GH: Espero que sí. Espero que Trump pierda las elecciones y con eso quede eliminado Bolsonaro de  la política Brasil. Mucha gente dice que Bolsonaro está cavando su propia tumba. Seguir a Trump y a los EEUU habla de la naturaleza autoritaria, violenta y de extrema derecha de Bolsonaro. En la cabeza de ellos, EEUU es el más grande país del mundo y Brasil debe seguir una política de sometimiento, de subordinación, de entrega de nuestros activos empresariales y de nuestros recursos naturales a los intereses estadounidenses. Llega al extremo de subordinar también la política interna. Es una vergüenza para los brasileños. Nosotros queremos que Trump pierda las elecciones y sabemos que eso tendría una consecuencia política muy grande en Brasil. Habrá un gran debate sobre el rumbo que debe tomar la democracia brasileña.

MAPP: ¿Por qué tanta persecución contra el pueblo venezolano y contra la integración latinoamericana? ¿Qué le ha hecho el pueblo venezolano a Brasil para que el gobierno de Bolsonaro lo ataque con tanta saña?

GH: Nunca habíamos tenido una política externa de este tipo, bélica, irrespetuosa contra países hermanos como Venezuela, que es hermano por historia y también en cuanto al comercio. Es inconcebible lo que ha hecho Bolsonaro. Solo se justifica porque busca alinearse a la política belicista e intervencionista de Trump. Es parte de ese plan para apoderarse de las riquezas naturales de Venezuela y castigarla por haberse rebelado contra el intervencionismo estadounidense. Venezuela es víctima de retaliaciones y lamentablemente, Bolsonaro contribuye con esa política. Nosotros hemos expresado nuestro desacuerdo con esa política y especialmente contra la barbaridad del bloqueo. Deseamos que podamos volver a las relaciones pacíficas de respeto a la autodeterminación de los pueblos que siempre hemos tenido. Como brasileña aprovecho para presentar disculpas a los venezolanos por lo que hoy está haciendo el gobierno brasileño en su política externa en general y particularmente en lo que se refiere a Venezuela. Un abrazo al pueblo, al gobierno de Venezuela y al gran amigo Alberto Castelar (embajador venezolano expulsado por Bolsonaro).

MAPP: Desde Venezuela seguimos cada paso que usted da, cada declaración, cada mitin y cada agresión que sufre. Estamos con Lula porque representa, con el PT, la lucha por la integración americana que ante que todo es una lucha espiritual y política, que ningún gobierno coyuntural y extremista va a destruir.

GH: Igual nosotros, Miguel, agradecemos la solidaridad que siempre ha tenido el pueblo venezolano con las luchas del presidente  Lula y el Partido de los Trabajadores.

(LaIguana.TV)

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