En días recientes se filtraron a la prensa fragmentos del libro «The Room Where It Happened» –La habitación en donde ocurrió–, escrito por el exasesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton.
El material, no carente de polémica y cuya publicación el presidente Donald Trump trató de impedir, aduciendo «riesgos para la seguridad nacional de los Estados Unidos», contiene un revelador capítulo sobre Venezuela, en el que queda claramente establecido que el plan para apoderarse de los recursos financieros y energéticos del país, obedece a una estrategia articulada, orientada a beneficiar a los intereses nacionales de ese país, producto de la reactivación de la Doctrina Monroe, según la cual, «Venezuela es parte de los Estados Unidos», como el mismo Bolton confiesa,
Entre otras perlas, el exalto funcionario afirma que en Washington se enteraron «a última hora» de la autoproclamación de Juan Guaidó, pero decidieron apoyarle y «resucitar» a una «institución moribunda como la Organización de Estados Americanos (OEA)» para tales fines.
Sin embargo, según su versión, desde el inicio, el mandatario estadounidense habría tenido dudas sobre el ahora «líder» de la oposición local, a quien veía como alguien «débil» y «carente de lo necesario» –especialmente después del fracasado golpe de Estado del 30 de abril de 2019– para derrocar al presidente Nicolás Maduro, a quien considera «un duro», «muy inteligente» y «fuerte», y con el que no descartó reunirse hasta antes de la autoproclamación de Guaidó.
Según Bolton, durante las conversaciones de Trump con Guaidó –a quien le había solicitado lealtad absoluta–, el inquilino de la Casa Blanca le habría «recordado» a su agente local «su interés sobre los yacimientos petrolíferos» venezolanos, una acción que en decir del exempleado de Trump, perseguía recuperar las inversiones en el área que Estados Unidos ha perdido durante la última década, en favor de China y Rusia.
Bolton también se atribuye la idea de cercar financieramente al país y otorgar el control de los activos de Venezuela en el extranjero a Juan Guaidó y sus colaboradores. Coincidencialmente, en el momento de la autoproclamación se encontraba de visita en Washington, el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Jeremy Hunt, que se ofreció a bloquear el oro venezolano depositado en las bóvedas del Banco de Inglaterra.
Lo anterior da cuenta de una operación de apropiación de activos, cerco financiero e injerencia para lograr el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro por parte de la Administración Trump, independientemente de la estancia de Bolton en su cargo, pues fue destituido en septiembre de 2019. Lea acá la traducción de este capítulo del libro de Bolton
(LaIguana.TV)