El expresidente de Colombia y senador Álvaro Uribe Vélez ha ocupado los titulares de la prensa nacional e internacional, luego que la Corte Suprema de Justicia decretó arresto domiciliario el 4 de agosto por fraude procesal y manipulación de testigos. En este orden de ideas, el diario El País reveló datos sobre los informes e interceptaciones telefónicas de la Fiscalía General a los cuales tuvo acceso.
En un trabajo de investigación que realizó el periodista Francesco Manetto para el diario español explicó que la información obtenida está anexada al sumario del caso, y que evidencian el interés de Uribe en todos los movimientos del proceso de la investigación: “La búsqueda de testigos, sus reacciones y disposición a colaborar”.
De acuerdo con el medio, la medida establecida al jefe del partido Centro Democrático es parte del resultado de una averiguación que empezó en el 2012.
En el caso, se le vincula con paramilitares, chantajes y falsos testimonios, lo que ha generado un escándalo en la política neogranadina, tanto que el propio mandatario Iván Duque salió a emitir su apoyo incondicional a Uribe.
Según El País, el jefe de la Sala Especial de Instrucción, Héctor Javier Alarcón Granobles, consideró la aplicación de la medida como “presunto determinador de delitos de sobornos a testigos en actuación penal y fraude procesal”.
El abogado del senador colombiano, Diego Cadena, también fue objeto de la misma medida el jueves 6 de agosto por parte del tribunal.
«Juez de garantías decide que los abogados Diego Cadena y Juan José Salazar deben ser juzgados por soborno de testigos y fraude procesal. Ordena detención domiciliaria para Diego Cadena», escribió en su cuenta de Twitter, el periodista Daniel Coronel.
“Las comunicaciones entre el político y su abogado son constantes. Cadena habla abiertamente de una declaración manuscrita que él mismo redactó y registró como prueba y pide ayuda a Uribe para que interceda personalmente ante un posible testigo con el que se reunió en Miami. Ambos comparten su preocupación por las indagaciones de una magistrada auxiliar del tribunal. En definitiva, concluyen los investigadores, ‘Diego Cadena se comunica con el señor Álvaro Uribe Vélez en varias oportunidades, a quien le informa cada acción que adelanta frente al caso objeto de investigación”, reseña el artículo del medio español, el cual explica que estas conversaciones datan de los primeros seis meses del 2018, en el momento que se originó un cambio en la disputa legal entre Uribe y Cepeda.
Para entonces la Corte empezó a profundizar en las acciones el exgobernante y en una supuesta contaminación de pruebas.
En la actualidad “la Sala de Instrucción maneja ‘posibles riesgos de obstrucción de la justicia’ para argumentar la detención cautelar”.
Jaime Granados, quien figura como el actual abogado de Uribe, refuta la disposición y solicita al tribunal “que levante el secreto de sumario”.
En este orden de ideas aseguró: “El país debe saber que el presidente Uribe no le pidió a nadie que sobornara a ningún testigo, ni dio instrucción alguna para que se consiguieran testigos”.
De acuerdo con lo especificado en el reportaje, en el proceso existen dos testigos concluyentes, y se habla de los paramilitares Juan Guillermo Monsalve y Carlos Enrique Vélez.
Los dos recluidos expusieron en presencia de un juez que “fueron presionados con ofrecimientos para modificar las versiones que vinculaban al exmandatario, y a su hermano Santiago a la creación, en los años noventa, de un bloque de las autodefensas en una hacienda familiar”.
El País detalló que en una comunicación entre Cadena y Uribe con fecha del 9 de abril de 2018, se expone la intranquilidad de los dos ante la decisión del paramilitar Monsalve quien ya no estaría tan seguro de su disposición para modificar su testimonio.
A continuación la reseña que publicó El País sobre esta conversión entre Cadena y Uribe:
-Cadena: Mire las incoherencias, el tipo cuando yo lo entrevisto por petición de él llega y me dice “doctor Cadena, yo estoy muy preocupado porque aquí en La Picota (la cárcel de Bogotá) se filtró que yo iba a retractarme y tengo temor por mi vida”. Se acuerda de que él estaba pidiendo la seguridad que le íbamos a hacer en la petición formal a la Corte.
-Uribe: Por supuesto.
-Cadena: Y ahora están saliendo con otra cosa. Presidente, debemos persistir sin que la Corte vaya a decir que es manipulación….
La relación entre el abogado y Monsalve se convirtió en una especie de asesoramiento jurídico gratuito para lograr mayor seguridad en prisión. Sin embargo, Uribe no parece estar convencido y afirma: “Hay que pensar muy bien porque ese tipo es muy peligroso”. El letrado cree que el testigo dio un paso atrás debido a la influencia ejercida por su esposa. Según su relato, ella le pidió claramente algo a cambio, algún compromiso o garantía sin especificar. Entonces el expresidente zanja: “Era una trampa ahí del fiscal y de la Corte Suprema”.
Los intentos de recabar una declaración provechosa de Monsalve llevaron a Cadena a establecer contactos también con su compañero de celda, Enrique Pardo. En una conversación telefónica entre ambos, el abogado se desahoga con él. “No sé… aquí no hay nada oscuro, no hay nada ilegal, lo hemos hablado públicamente. Al presidente le he dicho las cosas con transparencia, le he pedido autorización para lo más mínimo, lo que pasa que esta gente juega con las dos piernas”, afirma el letrado. Las interceptaciones ordenadas por la justicia documentan una microgestión de la información por parte de Uribe, que muestra incluso interés por los rasgos o el carácter de los testigos.
Casi dos meses más tarde, el 2 de junio de 2018, a las puertas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se registra una llamada clave. “Ojo con esto de Carlos Enrique Vélez”, advierte el político. Ese testigo acababa de recibir la visita de una magistrada auxiliar de la Corte Suprema, Sandra Yepes. Entonces el letrado le explica que le había redactado una carta.
“Yo le tomé toda la declaración, él la firmó”.
-Cadena: Yo le fui a tomar una declaración y me dijo: “Mire, yo escribo muy feo, yo soy una persona sin educación, ayúdeme usted a redactar el documento”. Yo le tomé toda la declaración, él la firmó y fueron con ese documento a decirle ¿esto lo hizo Diego Cadena?
-Uribe: Y eso es normal.
-Cadena: Presidente, regularmente la corte opera de lunes a viernes por eso le dije yo en el mensaje que hoy sábado la corte estaba visitando a este señor.
-Uribe: Pueden estar en qué.
-Cadena: Presidente, están buscando pruebas, pero están trabajando demasiado rápido…
El exmandatario sugiere, poco después, que el hecho en sí de haber redactado esa carta podría ser un problema, pero Cadena lo minimiza: “No pasa absolutamente nada, presidente, es lo mismo que hacerla en un computador y que él la haga firmar, no se preocupe, igual él ratificó que era su firma y su huella y posteriormente a esa carta, a esa declaración, él envió dos más de su puño y de su letra”. El abogado manifiesta también que en este tipo de procesos “se debe atacar la prueba”. “Esto no es de jurisprudencia, esto es de atacar la prueba, cómo desacredita uno [a] una persona que lo señala, vamos a demostrar de que esto no es así, con otras pruebas”. Sin embargo, semanas después, el 23 de junio, Uribe le traslada al abogado que su asesor parlamentario, Fabián Rojas, “está muy preocupado” por esa carta. Y aprovecha, además, para pedirle que tome acciones legales en contra de uno de los periodistas que más lo han investigado, Daniel Coronell, presidente de Univisión: “Hay que proceder… con ese tipo muy drásticamente”.
“Ya me pongo en eso, doctor Diego”
La gestión de los testigos del caso se realizó en varias ciudades colombianas, pero el político y Cadena hicieron intentos también en Estados Unidos. “Yo ya tengo los teléfonos de este hombre, se los voy a mandar, y él tiene los suyos. Quién es la persona, la persona es una persona que vive en Estados Unidos, es residente americano, por alguna razón habla con este hombre allá […] ese coordina con usted para poder ir donde el otro”, le transmite Uribe a Cadena en una llamada. Los investigadores creen posible que ese “otro” puede ser Juan Carlos Sierra, «Tuso», exparamilitar que fue extraditado a ese país y ha cumplido condena.
En este caso también, la participación directa del político es decisiva, según los informes de la Fiscalía. El letrado le pide un favor antes de viajar a Miami. “Quisiera que le diera una reforzada a esa reunión porque el señor con el que hablé, Juan Manuel, lo vi un poquito dudando referente al tema”.
-Uribe: Porque yo hablé con él el domingo, me parecería muy preocupante que él esté dudando, pero ya lo llamo.
-Cadena: Como cosa suya presidente, o envíele un mensaje…
-Uribe: Ya me pongo en eso, doctor Diego.
(LaIguana.TV)