En la edición 149 de Desde Donde Sea, transmitida este lunes 17 de agosto a través de las redes sociales, a disertación de Miguel Ángel Pérez Pirela se centró en las consecuencias de la derrota estadounidense en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el marco de un encuentro en el que Washington pretendía renovar el embargo de armas que pesa sobre Irán y que vence el próximo 18 de octubre.
El análisis de esta primera situación, le motivó otras reflexiones relacionadas con la política unilateral de sanciones, de bloqueo, de acoso que padecen países que Estados Unidos «ha puesto en sus listas negras«.
El tercer aspecto abordado –y en el que se inscriben las jugadas estadounidenses–, fue el desarrollo de la campaña electoral, de cara a los comicios del 03 de noviembre y en los cuales Donald Trump aspira, no sin dificultades, reelegirse.
Acto 1: Una derrota inédita, aplastante y humillante
El experto inició su intervención, recordando que la reunión del Consejo de Seguridad fue convocada a instancias del presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, con el propósito de encontrar «alternativas para evitar el agravamiento de las relaciones entre Estados Unidos e Irán».
Al encuentro, lejos de mostrar un espíritu de conciliación y entendimiento, Estados Unidos acudió con un borrador de resolución para prorrogar el referido embargo contra Irán, pero en la votación, de los 15 miembros que lo componen, solamente contó con el respaldo de República Dominicana (miembro no permanente), destacándose que dos de los cinco miembros permanentes, Rusia y China, votaron en contra, mientras que Francia, Inglaterra (ambos, miembros permanentes) y otras 11 naciones, se abstuvieron.
En vista del revés, la administración Trump amenazó con llevar la iniciativa al seno de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), instancia que regula los convenios nucleares, pero en la práctica no puede hacerlo, ya que abandonó la instancia un par de años atrás, una conducta que se hizo típica en el gobierno estadounidense, pues seguidamente abandonó convenios ambientales y poco hace, a la Organización Mundial de la Salud, pese a ser la nación más golpeada por la pandemia de Covid-19.
Internamente, comentó Pérez Pirela, el senador Chris Murphy dijo que el evento representaba una «derrota aplastante de los Estados Unidos» y manifestó su «pesar» por la debilidad exhibida en el Consejo de Seguridad, así como por la pésima política exterior que adelanta su país para con Irán.
Para el analista, la derrota no solamente es aplastante, sino que es humillante, toda vez que lo que sucedió en el Consejo de Seguridad, es digno de tomar en consideración, puesto que Estados Unidos apenas consiguió dos votos de apoyo a su resolución: el suyo y el de un país cuya política exterior está subordinada a los intereses de la Casa Blanca.
En el mismo tenor se expresó el embajador iraní en Venezuela, Hojjatollah Soltani, quien dijo que Estados Unidos debe aceptar ya no es una superpotencia y subrayó que el rechazo a Estados Unidos carece de precedentes en los 75 años de existencia de la ONU.
Por su lado, el canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif declaró que lo sucedido daba cuenta de que ya Estados Unidos no puede hacer frente a los desafíos mundiales sin el concurso de otros y le pronosticó nuevos reveses.
Asimismo, rememoró el experto, en 2015, Irán acordó con el G5+1: (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, Alemania y China), reducir drásticamente su programa de enriquecimiento de uranio y centrarse en el desarrollo nuclear con fines pacíficos, a cambio de una eliminación de las sanciones que pesaban sobre el país.
De su lado, el gobierno de Venezuela, a través de su canciller, expresó que «el mundo unipolar no existe» y calificó la derrota estadounidense como «un duro golpe contra el unilateralismo supremacista».
Beijing conminó a Estados Unidos a «volver a la racionalidad y frenar sus acciones contra Irán» y el portavoz del ministerio de exteriores chino, Zhao Lijian, se refirió a la orden ejecutiva de Estados Unidos contra TikTok como «un robo». El diplomático señaló que «la libertad y la seguridad son solo excusas para que algunos políticos estadounidenses sigan con la diplomacia cañonera».
Acto 2: la mentira de los tanqueros iraníes que EEUU retuvo porque venían a Venezuela
Mientras se sucedía esta disputa en el seno del Consejo de Seguridad, el Departamento de Justicia y las agencias de noticias Reuters y EFE difundieron la falsa especie, según la cual el gobierno estadounidense había detenido cuatro tanqueros iraníes que transportaban combustible hacia Venezuela y los había obligado a atracar en el puerto de Houston.
La noticia falsa fue desmentida, en primera instancia, por el propio presidente de Irán, Hasán Rohaní y las pesquisas divulgadas por el portal La Tabla, a las que hizo referencia el también director de LaIguana.TV, otorgan plena credibilidad a lo sostenido por Teherán.
En este sentido, mencionó que el equipo de investigación de ese medio había analizado el (presunto) comunicado del Departamento de Justicia y se topó con inconsistencias notables, destacándose que en primera instancia se aseguró que los buques transportaban combustible y unos párrafos más abajo, se afirma que su carga es petróleo.
Asimismo, en otra investigación adelantada por el medio especializado, se demostró, a partir de la consulta de portales que compilan datos relativos a la geolocalización de embarcaciones, así como datos generales de registro de las mismas, tales como MarineTraffic o Vesselfinder, que los tanqueros no habían partido de ningún puerto persa –por lo contrario, tres iniciaron su travesía desde los Emiratos Árabes Unidos–, que ninguno posee bandera de Irán y tampoco vínculo alguno con ese país.
Por su lado, Caracas y Teherán «no han emitido información sobre nuevos acuerdos para el envío de gasolina», tras el arribo sin incidentes a los puertos venezolanos de cinco buques procedentes de Irán el pasado mes de mayo.
El analista criollo opinó que, pese a las duras sanciones que le ha impuesto Estados Unidos y a las innegables afectaciones sobre la economía y la vida cotidiana de los ciudadanos, Irán continúa adelante, pues aún no han logrado derrumbar el sistema monetario, como sí han hecho en Venezuela.
A este respecto, el primer vicepresidente de Irán, Eshaq Jahangiri, aseguró que Estados Unidos obstaculiza el progreso de Irán, pero a pesar de pretender colapsar su economía, no logró su objetivo, mientras que el ministro de Petróleo de esa nación informó que el país proyecta un aumento en su producción petróleo, así como de su capacidad de almacenamiento, ello a través de 13 contratos suscritos con empresas locales, por el orden de los 1.500 millones de euros.
Acto 3: las arremetidas contra Irán y contra Venezuela, son por las elecciones
En parecer de Miguel Ángel Pérez Pirela, esta nueva arremetida estadounidense contra Irán, está directamente relacionada con el preámbulo electoral en los Estados Unidos. Internamente, el país está azotado por la pandemia, acumula más de 40 millones de desempleados, lo atraviesan protestas antirracistas, está inmerso en una guerra comercial con China y Rusia y en una guerra de vacunas en las que va a la zaga, pues China registró hoy una nueva vacuna, mientras que Rusia lo hizo la semana pasada.
En medio de este convulso panorama, la Casa Blanca decidió reiniciar «la campaña de máxima presión contra Venezuela» y en tal sentido, aludió a dos eventos ocurridos durante este fin de semana: por un lado, la visita del secretario de Estado, Mike Pompeo, a República Dominicana; por otro, el discurso del asesor de seguridad de Donald Trump, Robert O’Brien, en Florida.
En relación con lo primero, relató que Pompeo acudió a Santo Domingo para certificar que el nuevo gobierno encabezado por Luis Abinader, «se sume al grupo de países que sabotean a Venezuela«, que, en versión oficial, se refiere a la adhesión de la nación antillana al grupo de países que hacen esfuerzos para lograr una transición política en Venezuela.
Empero, el comunicador enfatizó en que ha de tenerse presente que cuando Estados Unidos habla de «transición pacífica», hay que recordar lo sucedido en Libia, Irak o Afganistán, devastados hoy por efectos de invasiones armadas con las que, se pretendía, según ellos, recuperar la libertad y la democracia.
Respecto del discurso de O’Brien en Florida, era presentar el marco estratégico de una nueva política estadounidense hacia América Latina, en la cual la «campaña de máxima presión» contra Venezuela, es una pieza fundamental.
En el mismo orden de ideas, destacó que el mensaje, difundido en una reunión con votantes colombianos y venezolanos, forma parte de la estrategia de Trump para hacerse con los votos de la Florida, entidad que requiere ganar a toda costa para reelegirse, si bien debe lidiar con la decepción de los venezolanos antichavistas, dada su incapacidad para expulsar a Maduro del poder, como les ofreció.
El funcionario estadounidense resaltó que se trataba de la primera estrategia integral de Washington para Latinoamérica en 15 años, pues en su parecer, la política implementada por Barack Obama hacia Cuba fue simplemente «desastrosa» y contrarrestó «la influencia económica y política de Trump desde el inicio de su mandato».
El Plan, mencionó Pérez Pirela, consta de cinco ejes, a saber: asegurar la patria, fortalecer la democracia, fomentar el crecimiento económico, contrarrestar la influencia extranjera y fortalecer las alianzas con gobiernos de ideas afines.
Adicionalmente, tras su visita a Florida, O’Brien viajó a Colombia en compañía del Jefe del Comando Sur, Craig Faller, «para promover iniciativas de crecimiento económico en las áreas rurales». Naturalmente, apuntó el especialista, no se hablará de las violaciones a menores, de los asesinatos a líderes sociales, de la masacre de cinco jóvenes y la compañía de Faller resulta, cuando menos, inquietante.
Este desespero de Trump, en su juicio, obedece a que su adversario, Joe Biden, le aventaja por nueve puntos, a pocas semanas de las elecciones, de acuerdo con una encuesta publicada por NBC News y The Wall Street Journal, un día antes de la Convención Nacional Demócrata y dos días tras el nombramiento de la senadora Kamala Harris como compañera de fórmula de Biden.
Desde su óptica, esta designación, tras la cual identifica una maniobra del expresidente Barack Hussein Obama, responde a la necesidad de capturar el voto descontento derivado de las protestas antirracistas, al ser ella mujer y afrodescendiente.
Según el sondeo, 50% votantes favorece a Biden y 41% dijo que votaría por Donald Trump; ante la Covid-19, la mayoría estima que Biden está mejor preparado para manejar la crisis de salud y solamente el 33% dijo lo mismo de Donald Trump.
Biden también lidera a Trump en 24 puntos porcentuales con respecto al manejo de las relaciones raciales. Empero, los votantes dijeron que el actual mandatario estaba mejor equipado para manejar la economía y el crimen.
Si bien lo primero resulta un poco desconcertante, para el experto, en los Estados Unidos, crimen es sinónimo de negro y de latino, lo que implica que esa postura «dura» de Trump es una apuesta al ala más conservadora, más clasista, más justicialista de la sociedad estadounidense, que aspira que la policía bajo su administración, capaz de actuar incluso excesivamente, como ocurrió con George Floyd, haga algo contra el crimen.
Con respecto a la valoración de la candidata a vicepresidenta y actual senadora, Kamala Harris, el 30% tiene una opinión positiva y el 35% manifestó una opinión negativa y se destaca que, de ganar Biden, Harris se convertiría en la primera mujer vicepresidenta de los Estados Unidos.
Según la opinión del analista local, Biden tomó buena decisión en elegir como compañera de fórmula a una mujer afrodescendiente, pero advierte que eso no cambia absolutamente en nada la política que desde Washington se adelanta respecto de los distintos países del mundo, pues allí «los presidentes no mandan», sino que su estancia en el cargo depende de lobbys financieros.
Así, comentó, para ser candidato en Estados Unidos hay que ser parte de «una élite política y financiera muy fuerte», puesto que, por una parte, «la supuesta democracia, que es elección de segundo grado controlada por un bipartidismo», exige disponer de mucho dinero para hacerse de los favores de los miembros de los colegios electorales «y además, muchos lobbys financieros», que son manejados por la industria armamentista.
De manera tal que la política de los Estados Unidos se define por los financiamientos de las grandes trasnacionales, por los lobbys políticos y por ello le parece un sinsentido alentar a nadie a que apoye a Biden, bajo la premisa falsa de que Kamala Harris cambiará la política de ese país. «Esa política ya está escrita desde antes», sentenció.
Libro de hoy
Del historiador venezolano, Guillermo Luque, «Educación, estado y nación: una historia política de la educación oficial venezolana, 1928-1958», publicado por Monteávila editores.
(LaIguana.TV)