Para el dirigente político Enrique Ochoa Antich, conseguir una unidad de las fuerzas opositoras democráticas «tiene que partir de un deslinde con el extremismo guaidoísta, mariacorinista, invasionista y sancionista».
En una entrevista concedida a la periodista Maripili Hernández para su espacio Sin Duda, Ochoa Antich insistió en que la única ruta posible para superar los problemas del país y «reencontrarnos» como ciudadanos, «es, sin lugar a dudas, la ruta democrática, electoral», que incluye el voto, el diálogo, la negociación, la protesta pacífica, el apego a la Constitución –aún si fuere para cambiarla– y «la defensa a ultranza de nuestra soberanía».
Por ello acogió «con simpatía» el paso que diera Henrique Capriles Radonski en esa dirección, si bien admitió que han aparecido algunas declaraciones que ponen en duda la firmeza de su decisión.
En su criterio, aún obteniendo un menor número de escaños en el parlamento que el Gobierno, el que la oposición participe en los comicios de diciembre es ganancia, algo que Capriles debería comprender, pues le permite a quienes se oponen a la actual administración trabajar en una política de largo plazo, de cara a las presidenciales de 2024.
«Capriles debe ver que incluso perdiendo, reagrupar a las fuerzas, ponerlas en la Asamblea Nacional, a las fuerzas que queden ahí, coordinarlas; ser vocero del conjunto de esas fuerzas y entrar en la ruta hacia las gobernaciones, hacia las alcaldías, con la mirada puesta en las presidenciales del 2024 y explorar la posibilidad de un acuerdo, de un gobierno de unidad nacional entre tanto, creo que sería una ganancia», opinó.
Estima que aunque es evidente una fractura dentro de la oposición, también valora el evento positivamente, puesto que a su parecer, cada vez más personas están conscientes de que «la ruta extremista, la ruta del atajo», no es una alternativa viable para conquistar espacios de poder.
(LaIguana.TV)